Volvo XC70 D5

La nueva generación del XC 70 aporta un buen número de interesantes novedades, tanto en seguridad activa y pasiva como en calidad y diseño. Su motor D5 de 185 CV, unido a la caja de cambios automática de 6 velocidades, permite viajar a buen ritmo y con un alto grado de confort.

Volvo XC70 D5
Volvo XC70 D5

Esta tercera generación del todo-camino de Volvo da un salto cualitativo y cuantitativo con respecto a su predecesor. Por un lado es más grande —se basa en la plataforma del S80 en lugar de la del S60 de la generación anterior— y, por otro, recibe un buen número de elementos de seguridad y confort de última generación.En su imagen exterior se mantienen los protectores de material plástico en paragolpes, aletas, puertas, bajos y laterales para que el paso por caminos fuera del asfalto no suponga ningún peligro para la pintura; su estética recibe la imagen de marca en el frontal y la zaga, dejando bien claro que se trata de un modelo de la marca.Para esta nueva generación Volvo vuelve a recurrir a su "motor estrella" en Diesel, el cinco cilindros con 2,4 litros de cilindrada y 185 CV de potencia. Nuestra unidad de pruebas contaba, además, con la caja de cambios automática Geartronic de seis velocidades —2.150 euros— que aporta un "plus" de comodidad y confort, tanto en el uso urbano como por autovía/autopista.El motor suena y se deja notar en el interior, pero tiene un sonido bronco, no parece un Diesel a la usanza, que nos indica que hay unos cuantos caballos disponibles bajo nuestro pie derecho. Una sensación que, con el paso de los kilómetros, se va acentuando. Eso sí, la presencia de la caja de cambios hace que, en las arrancadas desde parado, se note con mayor claridad el resbalamiento del convertidor de par y parezca que el coche no sale con la rapidez con que nuestra mente calcula que debería hacerlo. Una vez superado este punto, el motor sube con una loable inmediatez hasta alcanzar el punto de cambio de marcha —sobre las 4.250 rpm si pisamos a fondo— para ganar velocidad con firmeza y rapidez.

Como lo que es
Esta tercera generación del todo-camino de Volvo da un salto cualitativo y cuantitativo con respecto a su predecesor. Por un lado es más grande —se basa en la plataforma del S80 en lugar de la del S60 de la generación anterior— y, por otro, recibe un buen número de elementos de seguridad y confort de última generación.En su imagen exterior se mantienen los protectores de material plástico en paragolpes, aletas, puertas, bajos y laterales para que el paso por caminos fuera del asfalto no suponga ningún peligro para la pintura; su estética recibe la imagen de marca en el frontal y la zaga, dejando bien claro que se trata de un modelo de la marca.Para esta nueva generación Volvo vuelve a recurrir a su "motor estrella" en Diesel, el cinco cilindros con 2,4 litros de cilindrada y 185 CV de potencia. Nuestra unidad de pruebas contaba, además, con la caja de cambios automática Geartronic de seis velocidades —2.150 euros— que aporta un "plus" de comodidad y confort, tanto en el uso urbano como por autovía/autopista.El motor suena y se deja notar en el interior, pero tiene un sonido bronco, no parece un Diesel a la usanza, que nos indica que hay unos cuantos caballos disponibles bajo nuestro pie derecho. Una sensación que, con el paso de los kilómetros, se va acentuando. Eso sí, la presencia de la caja de cambios hace que, en las arrancadas desde parado, se note con mayor claridad el resbalamiento del convertidor de par y parezca que el coche no sale con la rapidez con que nuestra mente calcula que debería hacerlo. Una vez superado este punto, el motor sube con una loable inmediatez hasta alcanzar el punto de cambio de marcha —sobre las 4.250 rpm si pisamos a fondo— para ganar velocidad con firmeza y rapidez.
Como lo que es