La cuarta generación del Clio tiene ingredientes de superventas. Por un lado, un diseño lo suficientemente rompedor y llamativo. Y por otro, contenido interesante, desde dos logrados equipos multimedia con pantalla táctil, apetecibles funciones y cámara de marcha atrás, hasta un tacto de conducción y un comportamiento a la altura de su aspecto. Otro dato importante, sobre todo de cara a la eficiencia y comportamiento, es que adelgaza hasta
El lado práctico se refuerza con un maletero
En cuanto a mecánicas, el Clio IV estrena el TCe 90, un nuevo motor tricilíndrico de gasolina de 898 cm3, con bloque de aluminio, turboalimentado y de 90 CV, que en el momento de su lanzamiento, el próximo 15 de octubre, compartirá gama con otros propulsores ya conocidos (turbodiésel dCi de 90 y 75 CV, y 1.2 16v de 75 CV de gasolina), y el año próximo con otro gasolina 1.2 TCe de 120 CV que podrá ir asociado al cambio de doble embrague EDC.
El TCe 90 promete muy buenas cifras de consumo y su funcionamiento resulta satisfactorio para una conducción tranquila, aunque no da la sensación de ser muy prestacional, ya que lo mejor de sí lo entrega fundamentalmente en la zona media, y en ocasiones queda en evidencia frente al excelente chasis. Su sonido está bastante bien aislado, aunque en líneas generales no resulta tan refinado como el turbodiésel de 90 CV, que eleva al Clio a un nivel superior también por agrado de uso e inmediatez de respuesta.
Respecto al interior, destaca la cantidad de superficies de acabado lacado, lo que aporta un aire distinguido y llamativo al nuevo Clio. La postura de conducción es perfecta y no se siente estrecho, mientras que los pasajeros posteriores disponen de bastante sitio para estirar las piernas. Cuenta con un apoyabrazos integrado en el respaldo del asiento del conductor, algo molesto cuando está plegado en vertical, ya que damos con el codo al cambiar de marcha, aunque por suerte, cuando está bajado al máximo no interfiere con la conducción. Mucho peor resueltos están los asideros internos para cerrar el maletero, ya que no se agrarran con facilidad, aunque es un mal menor. Por cierto, próximamente comenzará a producirse el portón en termoplástico en algunas versiones, para ahorrar peso.
Nos hemos quedado con ganas de probar el sistema " R-Sound Effect", que procesa el sonido del motor y lo emite a través de los altavoces del coche emulando 6 vehículos diferentes, entre ellos un Clio Cup, un V6, una moto GP o el futurista concept volador Reinastella... todo ello teniendo en cuenta la velocidad, el régimen de giro del motor y el ángulo del acelerador para que sea realista. De igual modo, la versión superior del equipo multimedia podrá contar con muy diversas aplicaciones descargables desde la denominada "R-Link Store". Por supuesto, no falta una función que analiza el grado de eficiencia de nuestra conducción. En definitiva, estamos ante uno de los coches más apetecibles de su segmento.
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