El X-Trail de última generación viene a ocupar el hueco que deja libre el anterior Qashqai 2, y nace con la intención de 'marcar territorio' en el segmento en el que va a competir. Las armas que esgrime para conseguirlo son su nueva estética, un equipamiento ampliado en elementos y tecnología, y unos acabados y calidades revisados al alza. El problema es que el recién llegado 'ataca' en un segmento al alza por su interés comercial, y deberá competir con rivales que no le van a poner nada fácil esa tarea. De entre ellos, hemos elegido al Mitsubishi Outlander, un modelo que pese a no figurar entre los más vendidos, en su última remodelación esgrime argumentos de peso no sólo para reivindicarse, sino para plantar dura batalla al recién llegado.
Las variantes enfrentadas son las más representativas en cuanto a tecnología, equipamiento y prestaciones, es decir, las tope de gama, con tracción total y configuración de siete plazas. En un extremo del ring, y por 37.000 euros, contamos con el Nissan X-Trail dCi 130 Tekna con cambio manual de seis velocidades. En el otro, y por 36.390 euros, con el Mitsubishi Outlander 220 DI-D Kaiteki con caja de cambios automática de seis relaciones.
Los lectores más puristas podréis preguntaros por qué enfrentamos un modelo con caja manual y otro con caja automática. La razón es doble. Por un lado, el X-Trail con tracción a las cuatro ruedas no cuenta por el momento con un cambio de este tipo. Por otro, y tomando como fiel el precio, hemos buscado el Outlander que más se le acercase dentro de sus características, porque ello nos permitiría evaluar si la relación precio/producto del nuevo Nissan es competitiva.
No tan parecidos
Entrando en materia y por lo que se refiere a 'presencia' física, la igualdad parece notable, ya que las dimensiones exteriores son casi calcadas en cuanto a longitud, anchura y altura, con mínimas diferencias en batalla y ancho de vías. Una vez dentro, sin embargo, el más generoso en espacio es el Mitsubishi. Si sólo necesitamos cinco plazas, la anchura interior es exactamente la misma en ambos modelos, pero la sensación de espacio es mayor en el Outlander, gracias a una altura libre bastante más generosa. Y si necesitamos las plazas retráctiles del maletero, las del Mitsubishi son mucho más utilizables, no sólo porque el acceso a las mismas es más fácil, sino porque su anchura es 4 centímetros superior, y su diseño mucho más racional y utilizable. Las del X-Trail parecen más puestas para 'vender' ese argumento, que para ser utilizadas. Llegar a ellas es mucho más complicado debido al pequeñísimo hueco de acceso, apenas disponen de espacio para las piernas, incluso echando hacia adelante la segunda fila de asientos, y su banqueta está tan a ras de suelo, que determina una posición de lo más incómoda.
Si de lo que hablamos es de capacidad de carga, la ventaja sigue cayendo del lado del Outlander, cuyo maletero, independientemente de la configuración de asientos que escojamos, es siempre más generoso. Admite 5 litros más con todas las plazas utilizadas, 25 si prescindimos de la tercera fila de asientos, y nada menos que 40 si además desplazamos la segunda fila de asientos a su posición más adelantada.
Completos equipamientos
Si hablamos de equipamiento y en los acabados escogidos, el nivel es sobresaliente. Elementos de confort como el climatizador dual, elevalunas eléctricos, sistemas de ayuda al aparcamiento e incluso tapicería de cuero, están presentes de serie en ambos modelos.
A ellos el Nissan añade cámara de visión trasera y de 360º, maletero de apertura y cierre eléctrico, 'Control Activo de la Calzada', que disminuye el cabeceo de la carrocería, o 'Escudo de Protección Inteligente', que incluye sistema de detección de obstáculos en el ángulo muerto, de aviso de abandono involuntario del carril y de presencia de un obstáculo en movimiento en la parte trasera. El Mitsubishi incluye avisador de cambio involuntario de carril, cámara de visión trasera, control de crucero activo capaz de detener por completo al coche, sistema de mitigación de colisión frontal (FWD), faros de xenón Super-HID, portón trasero de apertura y cierre eléctrico, sensores de encendido de luces y limpiaparabrisas…
Pese a esta aparente igualdad, la ventaja hay que concedérsela al modelo de los diamantes, ya que, por un precio inferior, ofrece un motor con 20 CV más, y una caja de cambios automática con levas en el volante, que resulta una delicia y aporta un plus de confort de conducción cuando se rueda por ciudad o hay que hacer frente a los atascos de carretera.
Potencia manda
Tanto el Outlander como el X-Trail están disponibles, por el momento, con una única motorización. El 2.2 DI-D de 150 CV en el caso del Mitsubishi, y el 1.6 dCi con 130 CV en el del Nissan. Esa diferencia de 20 CV a favor del Mitsubishi, y un peso 82 kg inferior según nuestras mediciones, permiten al Outlander acelerar mejor y, sobre todo, presentar una capacidad de recuperación más poderosa que la su rival, que se traduce en adelantamientos más rápidos y seguros. Porque mientras el 'Mitsu' invierte 8,7 segundos y 241,4 metros en pasar de 80 a 120 km/h en 5ª, el Nissan necesita 10,7 segundos y 301 metros. El motor del X-Trail mueve con razonable dinamismo al modelo entre 1.500 y 3.500 rpm, pero nunca lo hace con la misma energía que el motor del Mitsubishi, que hace valer también la ayuda de un cambio automático que funciona a pedir de boca. Frente a este tipo de maniobras, en el X-Trail se hace imprescindible recurrir al cambio de marchas por debajo de las 1.500 rpm, ya que la capacidad de recuperación es pobre y, además, el motor se agota con cierta rapidez al superar las 3.700 rpm, haciendo más recomendable pasar a la marcha superior que aguantar la marcha engranada.
En términos de comportamiento, y sobre carreteras de trazado sencillo, la sensación de aplomo que ofrecen ambos modelos es similar, pero cuando nos enfrentamos a trazados más exigentes, el conductor del Nissan tiene la sensación de conducir un coche más aparatoso. La diferencia no es exagerada, pero su mayor torpeza a la hora de encadenar curvas, fruto de unas suspensiones más suaves que las del Outlander, otorga ventaja a éste último en lo que a efectividad se refiere. A cambio, el X-Trail disfruta de una dirección más rápida, y sus consumos son claramente más recortados, exigiendo de media un litro menos que su rival a ritmos de marcha similares.