Mercedes SL 350

Nos ponemos a los mandos de la versión 'básica' del Mercedes SL, el SL 350, un descapotable de 306 CV que nos convence más por su comodidad, su suavidad de funcionamiento y la calidad de ejecución que por su perfil deportivo.

Mercedes SL 350
Mercedes SL 350

Estéticamente, la influencia del SLS “alas de gaviota" se deja sentir en este SL; pero en lo que además vale la pena detenerse es en el análisis de la aerodinámica: en Mercedes están orgullosos, y con razón, de que este coche bate absolutamente todos los récords en este terreno, para cabrios deportivos.
Así, con el techo cerrado en plan coupé, el SL 350 tiene un Cx de tan sólo 0,27, que en el SL 500 sube a 0,29 debido a los neumáticos más anchos, grandes enemigos de una aerodinámica bien perfilada. Y cuando se descapotan, las cifras resultan todavía más llamativas, puesto que sólo suben cinco puntos, hasta 0,32 y 0,34, respectivamente, que son coeficientes absolutamente asombrosos para unos coches abiertos, con neumáticos muy anchos y toma de aire frontal para refrigerar motores de gran potencia. Claro que a este respecto, el SL 350 vuelve a marcar una cierta ventaja, ya que dispone de persianas de apertura variable de control termostático. Con ello, más las mejoras en el motor, la economía de consumo mejora un 30 por ciento respecto al modelo precedente.

No obstante, pese a lo llamativo que siempre es un cabrio de dos plazas, la elegante discreción de sus líneas, y el hecho de ser un coche ya bien conocido, le restan algo de capacidad para asombrar.

En nuestra toma de contacto, hemos conducido el SL 'básico'. Se trata del SL 350, con sus 306 CV, y pese a tener más de 200 de carencia respecto a su hermano mayor, el SL 500, todavía está muy por debajo del límite de 7 kg/CV que se considera como la frontera para un deportivo de alto rango; de hecho, ni siquiera llega a los 6 kg/CV. De acuerdo, no tiene las aceleraciones fulgurantes del V8 biturbo, pero para la inmensa mayoría de los usuarios, los 306 CV son ampliamente suficientes. El consumo medio, además, es bastante bueno, cifrándose en 6,8 l/100 km.

Con el equipo de seguridad activa de serie y la dirección Direct-Steer variable, la conducción ya resulta muy segura. Añadiendo la opción de suspensión ABC, roza el aburrimiento, de puro fácil.

MOTOR Y TRANSMISIÓN

Motor

Delantero longitudinal V6 a 60º, todo de aluminio.

Cilindrada y cotas

3.498 cm3 – 92,9 x 86 mm

Distribución

Doble árbol por culata y 4 valv/cil, con variador de fase.

Alimentación

Inyección directa de gasolina

Potencia máxima

306 CV CEE a 6.500 rpm

Par máximo

37,7 mkg de 3.500 a 5.250 rpm

Transmisión

Propulsión trasera con cambio de siete marchas 7G-Tronic de funcionamiento secuencial o automático.

Coeficiente Cx

0,27, S.Cx 0,55 (capotado)

Largo x ancho x alto

461 x 188 x 132 cm

Batalla y vías

259 y 160/161 cm

Peso oficial

1.610 kg

Depósito comb.

65 litros

Maletero

365 litros

RENDIMIENTOS OFICIALES

Velocidad máx.

250 km/h

Acel. 0-100 km/h

5,9 s

Consumo urbano /extrurb. /mixto

9,3/5,4/6,8 l/100 km

CO2

159 g

En cuanto al espacio, con la capota rígida plegable, y no digamos con los posibles techos de cristal, los dos únicos ocupantes casi disfrutan del mismo nivel de lujo y confort que en la más refinada berlina de lujo.

Aceptando la condición de biplaza, el SL resulta un coche que, en el mejor espíritu del Gran Turismo de siempre, admite una utilización tanto cotidiana como de viaje largo, rápido y confortable.

Por otra parte, entre lo que trae de serie y las posibles (y caras) opciones, tanto a nivel de confort como de bastidor ambas versiones se pueden equiparar, y puesto que la transmisión 7G-Tronic es común para ambos, la única diferencia apreciable es la del motor. Que en el caso del 350, al ser un V6, resulta algo menos pesado y hace que el coche tenga un reparto de pesos más equilibrado.

La calidad se paga y el prestigio de marca, también. Que el incremento de precio es superior al de dichos dos conceptos es algo bien sabido, pero es así en todos los productos comerciales de alto nivel. El precio de tarifa, 104.500 euros, lo hace sólo accesible a unos pocos.

Corvette Grand Sport automático

Si buscamos un biplaza de propulsión trasera, llamativo y de precio similar, el Corvette es con diferencia el más próximo; menos refinado, pero le saca 130 CV de ventaja. Eso sí, consume mucho más.

Precio: 96.286 €
Potencia: 436 CV
Consumo mixto: 13,4 l/100 km

Nissan 370-Z Roadster automático

Si buscamos un biplaza de motor delantero y propulsión trasera de potencia similar, no hay más que el 370-Z. Más deportivo y menos confortable, consume bastante más, pero es 50.000 euros más barato.

Precio: 56.710 €
Potebcia: 328 CV
Consumo mixto: 10,9 l/100 km