Visto como un pionero de lo que no tardará en venir (versiones híbridas enchufables del Clase C, Clase E y ML), el Mercedes S 500 Plug-in Hybrid pierde un poco de trascendencia como modelo aislado. No es el más exótico o potente de los exitosos Clase S, que llevan más de 80.000 ventas desde su aparición en primavera de 2013; porque su denominación parece sugerir un V8 de 5 litros, pero su motor térmico es un V6 tres litros biturbo. Sí es el más pesado, por la adición de la parte eléctrica y el pack de batería de iones de litio, y además siempre con la versión de carrocería alargada. Pero tampoco es el más costoso, con un precio de 112.200 euros, entre otras cosas porque el bajísimo consumo homologado le permite evitar el Impuesto de Matriculación. No es de extrañar que Mercedes España planee, a año completo, unas ventas de unos 50 híbridos Clase S entre las matriculaciones totales de 300 unidades.
A vueltas con el consumo
Hagamos una breve parada en lo de consumo homologado. Según una normativa europea de más de siete años, los consumos/emisiones de un híbrido con baterías recargables por enchufe se hallan obteniendo primero su consumo en el ciclo de homologación con su impulsión térmica, y luego ‘moderando’ ese resultado con una escala porcentual dependiente de su autonomía puramente eléctrica. En el caso de este coche, el ciclo ‘normal’ arrojaría unos improbables pero oficiales 6,4 l/100 km (la improbabilidad afecta a todo tipo de vehículo respecto a su consumo homologado en banco, no sólo a éste) o bien 149 g/km de CO2; y sus 33 km reconocidos de autonomía eléctrica tras plena recarga hacen que esas cifras se rebajen un 56%, hasta los 2,8 l/100 km y 65 g/km. Cuando esa autonomía eléctrica se alargue hasta, por ejemplo, los 50 km (a lo que aspira Mercedes para sus próximos plug-in), las cifras homologadas bajarán aún más.
En el mundo real, tenemos dos situaciones bien diferentes con el S 500 Plug-in. Sus primeros kilómetros tras recarga generan un consumo 0 de combustible si se practica una conducción moderada –pero de dinamismo más que suficiente- que no requiera la intervención del motor térmico. En modo híbrido, que es la quintaesencia de este vehículo una vez agotada su carga eléctrica inicial, los consumos son razonables y moderados para un brioso coche que se acerca a las dos toneladas y cuarto en vacío: del orden de los 10 a 12 litros/100 km. En realidad, hay un montón de posibles situaciones intermedias, porque esta refinada técnica no anula el hecho de que el principal factor individual en el consumo de un vehículo es su conductor. De hecho, el S 500 Plug-i tiene cuatro modos de impulsión: E-Mode, Hybrid, E-Save y Charge. El primero es el puramente eléctrico, que determina un uso sin intervención térmica, a menos que venzamos voluntariamente un ‘punto duro’ de referencia en el pedal ‘inteligente’ (háptico lo llama Mercedes) del acelerador. El modo Hybrid determina la combinación más eficiente del motor térmico y el eléctrico, como en todo híbrido al uso, y recupera energía en frenadas y cuando se levanta el ie del acelerador. El E-Save, con funcionamiento sólo del motor térmico, preserva el nivel de carga eléctrica (presumiblemente, para un uso específico posterior) que tuviera en ese momento el coche. Y el modo Charge, con funcionamiento del motor térmico, fuerza a la vez la carga eléctrica (también para uso posterior), y cuando está a tope pasa automáticamente a E-Save.
Además del peso suplementario, la versión Plug-in del Clase S tiene obviamente, por la presencia del pack de baterías, una minoración del espacio de carga en maletero, que se reduce a unos 400 litros. Por lo demás, es un Clase S más; o sea, un palacio rodante con todo tipo de refinamientos de seguridad y confort, ingeniosos trucos y lujos asiáticos, muchos de ellos de serie y/o con una interminable colección de costosas opciones posibles. Incluso un dispositivo de pre-climatización (puede programarse una temperatura reinante en el habitáculo para un cierto momento previo a la puesta en marcha), se estrena en la Clase S en esta coyuntura. El silencio y moderación cuando rueda en eléctrico no deben hacer olvidar que, si se pisa a fondo el acelerador, el coche muestra una aceleración insospechada, digna de un superdeportivo. Los enormes frenos (perforados transversalmente los delanteros) también tienen en cuenta esas posibilidades. La rápida pero progresiva dirección da una gran sensación de control. Si bien el comportamiento general es irreprochable y seguro, la agilidad no es tan marcada como la de otros Clase S, bastante más ligeros en la báscula.
En pocas palabras
Precio: 112.200 €
Potencia: 442 CV
Consumo: 2,8 l/100 km
Comercialización: Octubre 2014
Datos técnicos: Mercedes S 500 Plug-in |
|
|
|
MOTOR Y TRANSMISIÓN |
|
Motor térmico |
6 cil. en V, delantero longitudinal |
Cilindrada y cotas |
2996 cm3 – 88,0 x 82,1 mm |
Distribución |
Dos árboles de levas en cabeza. 4 val./cil. |
Alimentación |
Inyección directa, dos turbos e intercambiador térmico |
Compresión |
10,5:1 |
Potencia máxima |
333 CV CEE a 5.250 rpm |
Par máximo |
49 mkg CEE entre 1.600 y 4.000 rpm |
Transmisión |
Tracción trasera. Cambio automático de 7 relaciones |
Potencia motor eléctrico |
85 kW, 116 CV |
Par motor eléctrico |
34,7 mkg |
Batería |
De iones de litio, con 8,7 kWh |
Empuje conjunto |
442 CV y 66,3 mkg (par limitado) |
BASTIDOR Y CARROCERÍA |
|
Susp. Delantera |
Triángulos superpuestos |
Susp. Trasera |
Multibrazo |
Frenos delanteros |
Disco ventilado y perforado |
Frenos traseros |
Disco ventilado |
Dirección |
Electromecánica,. 2,25 vueltas de volante |
Neumáticos |
245/50 R18 del. y 275/45 R18 atrás |
Largoxanchoxalto |
525 x 190 x 149 cm |
Batalla y vías |
316 y 162/163 cm |
Peso oficial |
2.215 kg |
Depósito comb. |
70 litros |
Maletero |
395 l |
RENDIMIENTOS OFICIALES |
|
Velocidad máx. |
250 km/h |
Acel. 0-100 km/h |
5,2 s |
Consumo mixto |
2,8 l/100 km |
CO2 |
65 g/km |