Contacto: Ferrari California T, nuevos tiempos

Sí, has leído bien, te hablamos de un motor sobrealimentado, que sube alegre de vueltas y sonoro hasta la cima del cuentarrevoluciones. No nos pilla del todo por sorpresa. Es la prueba tangible de la búsqueda de la eficiencia en Ferrari. Mínimamente renovado en lo visual, el coche rememora y glorifica los prototipos anteriores en su busca frenética por lograr el par máximo, y por tanto, en poner los pelos de punta a quien tiene el honor de conducirlo.

Jens Dralle. Fotos: Hans-Dieter Seufert

Contacto: Ferrari California T, nuevos tiempos
Contacto: Ferrari California T, nuevos tiempos

El California T borbotea ruidosamente sobre el firme, callejea por ciudad desenvolviéndose entre las 2.500 y las 3.000 rpm en la séptima marcha del cambio de doble embrague, responde a cada movimiento del acelerador con respiraciones profundas y con ese sonido transmite la certeza de que nos dará la fuerza y el brío que necesitemos en todo momento. 79,98 mkg de par motor se ajustan  a 2.750 revoluciones y 560 CV es la cifra final de potencia.

Comparando: el antecesor rendía 51,49 mkg a 5.000 rpm y 490 CV. ¿Qué trae el nuevo? Ahora, una aceleración de 0 a 100 en 3,6 segundos en lugar de 3,8. ¿Qué más? Ah, sí, el consumo: se ha reducido un 15 por ciento hasta los 10,5 l/100 km. Pero esta pretensión de eficiencia fracasaría si el California no rindiera como se le espera. Sumamente sensible, la tracción responde a los deseos del conductor de inmediato, con una gran rapidez y precisión de la dirección. En la columna de ésta y tras toquetear las levas, la respuesta a la inserción de cada una de las marchas es fulgurante.

Ferrari California T

El motor biturbo saca a relucir su potencia, retumba furioso y juega sin aparente dificultad con las 1,8 toneladas que suma el peso del California T. Realmente, el 'martillo' con el que golpea el par motor no cae inmediatamente, sino que más bien va empujando de forma constante, mientras que la aguja del cuentarrevoluciones se apresura a subir hasta arriba del todo. A partir de las 5.000 rpm el sonido se va disipando, y finalmente un cigüeñal de 180 grados gira en el bloque de motor, y ese típico rugido enérgico y metálico aparece solo al principio. Aunque esto, de todos modos, no estaba muy marcado en el California.

 

¡Ya suena!

Hasta 7.500 rpm se oye el rugir del motor todo lo que quiere y más, pero al engranar la siguiente marcha éste recupera. Por sí solo, esto genera bastante alboroto y la ya mencionada velocidad de cambio del afilado sistema de doble embrague no es lo único que impresiona. Tampoco dejan indiferente esos cuatro tubos de escape que suenan como una pandilla de niños con una bolsa de petardos. Lo bueno es que no se requiere la presencia de niños con petardos para disfrutar de este espectáculo sonoro. ¿Demasiado salvaje, quizás? No hagas nada, no hace falta, pero, por favor, mantén el pie derecho firme sobre el acelerador y disfruta. No se hará notar en la velocidad, pues esto es lo que le da su encanto a un motor turbo. A poco que te lo propongas, este 'potrillo' salvaje te regalará alguna que otra humareda... al chirriar salvajemente las ruedas sobre el asfalto.

Ferrari California T

Por lo demás, el predecesor del California 'apagaba' su carácter a las 8.000 vueltas. Y con un cuentarrevoluciones que ya no llega a 10.000 Ferrari deja atrás su exageración de antaño. Con respecto al desarrollo de la potencia, los ingenieros lograron un motor muy similar a los atmosféricos que permite, entre otras cosas, una sobre-compresión máxima de 1,3 bares en cada marcha. Del mismo modo, la orden de las cargas es dirigida hacia la parte exterior así como la integración en el colector durante un proceso de producción para lograr el resultado deseado y su sonido característico. Además de esto, el centro de gravedad del V8 está tres centímetros más bajo, lo que, inevitablemente, repercute en la agilidad. Además, viene con una dirección un diez por ciento más directa, así como con cambios en los reglajes de los amortiguadores y en el resto del sistema de suspensión adaptativa.

Con todo esto – o así parece al menos- se eliminó la excesiva masa del vehículo, es decir, el California T se ha sometido a una leve operación bikini. En todo caso, el California T puede desenvolverse a través de las curvas con una velocidad bastante aventurera, sin que los tambaleos y las inclinaciones del coche hagan mella en su ánimo. El California T parece obedecer más a los pensamientos que a los pies y a las manos que lo conducen, filtra los baches como cabe esperar de un coche así, y permite de esta forma un impacto direccional constante. El resto lo deja ‘en manos’ del pie derecho. La electrónica regula con una sensibilidad exquisita. ¿Te sigue pareciendo demasiado? De acuerdo, entonces  relájate.

 

¿Ritmo? Sin problemas

El California T se mueve enérgicamente sobre el asfalto, y no es difícil encontrar un ritmo adecuado y sumergirse por completo en la velocidad de este rápido descapotable. Únicamente al frenar se nota que el peso del coche empuja, y solo un diferencial autoblocante podría lograr aliviar este efecto. Ahora bien, el California T no quiere ser percibido como un superdeportivo, aunque da motivos más que de sobra para ello.

Ferrari California T

Vuelve a ceder, modelar en gas, pisar a fondo, cambios de marcha, ¡pum!, gas… ¡Qué show! ¿Y si preferimos conducir ‘tranquilos’? Ferrari nos ofrece el modo Comfort, en el que, a pesar de las ruedas de 20 pulgadas (opcionales), el coche rueda impasible y deja sentir lo confortable de su suspensión. Además, los cambios de marcha son completamente automáticos y casi imperceptibles, los asientos son cómodos, y lo único molesto es el panel de información y entretenimiento con aplicaciones lentas y complejas de manejar. El California saca su vena Ferrari cuando empiezan las curvas. Es entonces cuando el motor empieza a rugir, girar y transmitir potencia como lo que es: una obra de arte mecánica de Maranello.

La conclusión es clara, queridos ferraristas: el biturbo no se siente como un atmosférico, pero su par motor y su brío te hará vibrar. Realmente, tampoco suena de forma fiel como el esperado, pero su melodía también te hará gozar. Este coche goza de un carácter propio que seguramente no afectará a la esencia de la marca.

 

Ficha técnica

DIMENSIONES

Longitud x : Ancho x Altura 4570 x 1910 x 1322 mm,
Distancia entre ejes: 2.670 mm
Peso en vacío: 1730
 
CHASIS
Suspensión delantera independiente con brazos oscilantes dobles,
Muelles helicoidales, amortiguadores,  
Frenos de disco cerámicos
Neumáticos delanteros-traseros: 245/40 ZR 19 -  285/40 ZR 19

TRANSMISIÓN DE POTENCIA
Tracción trasera, transmisión de siete velocidades de doble embrague

MOTOR
De ocho cilindros en V del motor con turbocompresor
y enfriador de aire de carga
Capacidad del motor: 3.855 cm3,
Potencia: 560 CV a 7.500 rpm,
Par máximo: 76,9 mkg a 2750 rpm.

RENDIMIENTO
0 - 100 km/h: 3,6 s
Velocidad: 316 kmh
Consumo mixto: 10,5 l/100 km

PRECIO BASE
Ferrari California T: 183.499 euros