Hay dos clases de deportivos: los que te exigen pilotaje con mano de hierro y los que, como siempre el Audi S3, se dejan conducir en cambio con guante de seda. “Sencillo y rapidísimo, el S3 lo perdona casi todo. Ni su nuevo y poderoso motor turbo pone en aprietos al bastidor, y ni es ruidoso, ni estridente, ni incómodo”. La descripción, curiosamente, no es nueva. Es de 1999, cuando probamos en AUTOPISTA el primer Audi S3, aquel que recordarás como yo en amarillo, por su motor 1.8 20VT (primero con 210 CV, luego 225) y la tracción total por Haldex tomada del Audi TT. Cómo iba.
Hoy, 15 años después, puedo sin embargo seguir utilizándola incluso con más énfasis punto por punto. Y es que el nuevo Audi S3 se conduce hoy aún más fácil… pero con 90 CV más de potencia, casi 100 kg de sobrepeso y siendo hasta un 40 por ciento más rápido. ¡Qué eficacia!... aunque hablemos, también, de un deportivo puede que algo más soso y con menos nervio. Es cierto que, entre ambos, hubo otro anterior Audi S3, pero incluso a él y a su motor ya 2.0 TFSi de 265 CV, hoy les barre esta nueva generación en prestaciones y efectividad pura. Hoy, este Audi S3 casi podría confundirse incluso con un RS3… si no fuera porque éste ya viene de camino para finales de año, presumiblemente junto al 5 cilindros turbo con alrededor de 360 CV. Y superará, de nuevo, todos los registros.
¿Cohete o misil?
Mientras tanto, es el Audi S3 el que toma de momento el testigo rácing del A3, y lo hace como siempre con discreción (aún recuerdo quienes sólo veían un clásico Audi familiar en el mítico RS2) y entendiendo la deportividad siempre bajo un prisma de seguridad y eficacia: la que le aleja de esa clase de deportivos que abandera BMW y que definiría como cohetes (bien lanzados alcanzan con más diversión su objetivo, pero son difícilmente controlables por manos inexpertas), acercándole aquí en cambio a misil teledirigido, muy preciso de guiado y apto con sentido común para todo conductor.
Y es que en el nuevo Audi S3 te olvidas prácticamente de dosificar y medir gas. Y nada menos hoy que por tres razones: por motor, por chasis y por tracción; elementos encima que renueva esta vez por completo. El primero me lleva así directamente al corazón… y como un flechazo desde que lo arrancas. El nuevo Audi S3 sigue montando el 2.0 TFSi, pero es otro. Sube hasta 300 CV (superando a todo GTi de campanillas para presionar ya a más radicales Mercedes AMG o futuros BMW M y Audi RS), y cuenta con un turbo más grande, completa distribución variable, menor relación de compresión y, ante todo, ya con doble inyección (directa para el arranque y cargas elevadas, e indirecta para la carga parcial).
El resultado en el Audi S3 es un motor poderosísimo, refinado y muy, muy utilizable. Desaparecido hace tiempo el notable efecto turbo de aquel 20VT, este 2.0 TFSi es todo progresividad: me sirve igual para ir a la compra sin pasar de 2.000 rpm que para marcar tiempo estirándolo en mi puerto de montaña favorito. Une así las 1.000 rpm de inicio con las casi 7.400 de corte sin desfallecer ni atropellarse, aunque a carga y régimen elevado la variación de posición de 2 válvulas en el escape me recuerde siempre que no estoy en un Audi A3 cualquiera. Y gusta más ahí. El resto, lo hace el velocímetro, porque igualar casi al actual BMW M135i xDrive de 320 CV, o al anterior Audi RS3 de 340 CV, te indica que vas muy, muy rápido.
Por no hablar además de los 1,5 segundos que, por ejemplo, mete hoy este Audi S3 al Opel Astra OPC de 280 CV. Junto al cambio automático S Tronic (de 6 marchas y que, por cierto, nos ha gustado más que el de 7 del Audi TT RS Plus), el Audi S3 es un avión… que además hoy puede planear. Y es que, además ya de función Launch Control para salir como un rayo en la aceleración, en el nuevo Audi S3 puedes conducir a vela si sueltas gas en modo Efficiency: para subir un puerto a fondo y “tirarte” en la bajada con motor apagado… si le echas valor, claro, porque prohibido tocar embrague o freno: entonces se desactiva. Casi mejor utilizar este modo para llanear, con consumos además muy, muy ajustados: de media marcará unos 7,5 l/100 km, hasta un 15 por ciento menos que cualquiera de sus rivales. Aunque no será claro por sujeción de bastidor…
Ni se mueve
Entrando ya al chasis, también nuevo Audi S3. Basado ya en la nueva plataforma MQB del grupo VW, es hoy 60 kg más ligero que el anterior y suma aluminio en suspensión, aleta o capó. Además, va 25 milímetros más bajo que cualquier otro Audi A3, e incluye muelles, amortiguadores y casquillos específicos más rígidos. Y el resultado, aquí, es también un deportivo soberbio. Es firme de suspensión, pero no seco, por lo que hay calidad de amortiguación (sobre todo con la opcional de dureza variable) como para sentir siempre una carrocería muy sujeta y que no se descuelga nunca, pero a la vez un confort de marcha difícil de sentir en deportivos ya de su potencia.
Enorme así el aplomo y la estabilidad en vías y curvas rápidas del Audi S3, una verdadera locomotora, pero también magnífico por su imperturbable agarre en la enlazada y el apoyo cerrado. Y es que, además de una nueva y más precisa dirección eléctrica con cremallera de dentado asimétrico y paso variable (similar a la paramétrica de Mercedes, menos sensible en recta y más rápida en giros), en el nuevo Audi S3 entra ante todo en juego su revisada tracción quattro.
Más integral que nunca (funciona más por anticipación que por corrección al deslizamiento), la nueva tracción quattro del Audi S3 estrena nuevo multidisco central de control electrónico y accionamiento hidráulico, partiendo ya en el arranque de una distribución de par de 50/50 entre trenes. Frenada así por tanto en línea (muy contundente además y con gran resistencia a la fatiga), golpe preciso de volante, trayectoria estable durante toda la curva y pie a fondo sin desconfianza: el S3 te permite “tirarte” de curva a curva, apurando frenada y buscando todo su agarre lateral, que es mucho, a golpe de gas. Ni se sale de la trazada por rápido que vayas a poco que lo hagas bien, ni se mueve… por mucho que el modo ESP Sport lo suelte algo más. El nuevo Audi S3 es por tanto rapidísimo… pero ¿también un súper deportivo aburrido? Pues quizás te ofrezca los 300 CV menos emocionantes hoy de la categoría, pero prácticamente ningún coche te aseguro que correrás tanto. Y, eso sí, propónmelo en un día de niebla o lluvia: no te lo cambiaré.