Volkswagen Touareg V8 4.2 FSI

Ligeras modificaciones estéticas y un nuevo V8 de inyección directa de gasolina protagonizan el lavado de cara del Touareg, que ahora cuenta con más cualidades para circular por campo y con un nivel de seguridad aún mayor.

Volkswagen Touareg V8 4.2 FSI
Volkswagen Touareg V8 4.2 FSI

Aunque para muchos puristas del mundo todo terreno puede suponer un punto flaco por el riesgo de que fallen y porque muchas veces relegan al conductor a un segundo plano, los numerosos sistemas electrónicos de ayuda a la conducción que posee este modelo son un aliado inestimable para mejorar su eficacia en carretera y fuera de ella. Lo mejor de todo es que su manejo es sencillo, ya que casi todo funciona de manera automática. Una de las novedades en este apartado es el ABSplus, que reduce la distancia de frenado sobre superficies poco adherentes, principalmente en barro, nieve y gravilla. Lo idóneo al tratar de detener un coche en estas circunstancias es bloquear las ruedas para que se acumule material suelto delante de ellas y actúe de barrera, pero en el Touareg no se puede, ya que es imposible desactivar el sistema antibloqueo de frenos. No obstante, el ABSplus detecta el coeficiente de fricción del suelo y, si es muy bajo, permite alternar fases de bloqueo y de giro, de modo que se forman pequeñas cuñas de barro o nieve que “sujetan" el coche, pero sin perder direccionabilidad. Esta función, que antes solamente actuaba con la reductora seleccionada, y por lo tanto con la velocidad limitada electrónicamente a 80 km/h, ahora está activa siempre. También dispone de control de descenso, que se pone en marcha al seleccionar las marchas cortas, pero no podemos elegir la velocidad mediante ningún botón.Tanto el programa electrónico de estabilidad como sus sistemas integrados cambian su modo de actuar al circular por campo. Por ejemplo, el ESP retrasa su entrada en funcionamiento, mientras que el bloqueo electrónico del diferencial frena durante más tiempo las ruedas que están a punto de patinar, por lo que es normal arrastrar bloqueada una de ellas mientras el coche avanza. El resultado de tanta electrónica, y más si se combina con la regulación de altura que proporciona la suspensión neumática opcional, es que se pueden afrontar zonas de bastante dificultad con una facilidad asombrosa, aunque todo tiene su contrapartida, ya que, incluso con el ESP desconectado, los frenos acaban trabajando más de la cuenta para repartir la tracción entre las ruedas del mismo eje, por lo que nos podemos encontrar con la desagradable sorpresa de que al regresar al asfalto no cumplan su cometido con eficacia hasta que se hayan enfriado, y las distancias de frenado se alarguen mucho más de lo normal. Sin duda, se trata del punto débil de este modelo, aunque ha mejorado notablemente respecto a los anteriores.El buen comportamiento en carretera no ha variado excesivamente respecto al modelo precedente, aunque ahora hay disponible una suspensión neumática deportiva con compensación de inclinación, amortiguadores regulados por el movimiento del volante y estabilizadoras reforzadas. Cuando se selecciona el modo Sport de la suspensión, la altura de la carrocería disminuye y el coche balancea muy poco en las curvas, por lo que aumenta la sensación de seguridad y da mucha confianza. Las reacciones son muy nobles, con una tendencia natural a arrastrar el tren delantero en caso de llevar un ritmo demasiado alegre, pero jugando con los apoyos se puede lograr lo contrario, es decir, un cierto deslizamiento del tren posterior que da como resultado un carácter más deportivo, pero siempre tirando a neutro y con reacciones progresivas, fáciles de controlar. El ESP es poco intrusivo, pero controla las fuertes inercias de la carrocería en caso necesario, al igual que el exceso de subviraje. Podría ir mejor con neumáticos específicos para carretera, en lugar de los mixtos que incorpora, pero aun así, y gracias a que hay potencia de sobra y al buen hacer de la tracción total, se pueden llevar ritmos muy altos en todo tipo de trazados.El interior del Touareg dispone de una gran cantidad de controles, pero tan bien organizados que su manejo resulta muy intuitivo. Hay mucha información disponible y una nueva pantalla en color más ancha situada en el cuadro de instrumentos. La tapicería de cuero y la regulación eléctrica de los asientos son de serie en este VW.El distinguido ambiente interior es comparable al de una berlina de representación, al igual que el confort que se logra con la suspensión neumática, que hace que no nos enteremos de los baches. Hay una nueva pantalla multifunción en color en el cuadro de instrumentos, donde se muestra la información del completísimo ordenador de viaje, el navegador... y un sinfín de opciones de configuración del vehículo. También indica si están activados el control de crucero por radar, que regula la velocidad en función del tráfico y puede llegar a detener completamente el coche; el asistente para cambio de carril, que avisa si alguien nos está adelantando y no le hemos visto; o el sistema de reconocimiento del entorno, ideado para evitar alcances con los vehículos que hay delante y preparar los sistemas de seguridad en caso de colisión inminente, tres nuevas funciones ya vistas en el Audi Q7.Esta versión del Touareg se puede considerar como el coche para todo, un auténtico y apetecible capricho repleto de tecnología que no llega al nivel extremo y menos racional de su hermano W12, pero que al fin y al cabo tiene su gran componente emocional.