Volkswagen Passat

El líder de ventas en la categoría de las berlinas se renueva con la séptima generación, que estará a la venta en noviembre. El nuevo Volkswagen Passat mantiene estructura con el anterior pero añade interesantes tecnologías que lo actualizan.

Volkswagen Passat
Volkswagen Passat

Pues sí, aunque no lo parezca, estamos ante la séptima generación del Passat. No es un lavado de cara y mucho menos una actualización, es una generación completamente nueva, al menos así lo afirma Volkswagen. La séptima edición de este modelo mantiene su estructura, las dimensiones, la distancia entre ejes y vías, el esquema de suspensiones, las cotas interiores, el comportamiento dinámico y gran parte de su tecnología; entonces... ¿dónde está la novedad? Renovar un superventas no es tarea fácil. El modelo nuevo tiene que ser, como mínimo, tan bueno como el anterior y, además, ofrecer algo que aporte un ‘plus’ con respecto al coche que sustituye; no está el mercado como para hacer tonterías y perder ventas. Más cuando la sexta generación del Passat tiene el honor de haber sido el modelo más vendido de su segmento. Pero el tiempo pasa y la competencia evoluciona, por lo que hay que renovarse. En Volkswagen han empleado para ello una fórmula que en otras ocasiones, como en el último Golf por ejemplo, les ha funcionado. Son conscientes de que tienen un gran coche y si algo funciona ¿para qué cambiarlo? El Passat es un modelo que triunfa por su tamaño, su calidad y su oferta mecánica. Este Passat quizá no tenga una estética muy poderosa como la del Insignia o una ventaja tecnológica de confort como el C5 y su suspensión hidroneumática, pero es un modelo que está en medio de todo, pensado para que guste a un público mayoritario.

Sabiendo esto, en Volkswagen han optado por dejar las cosas como están y añadir nuevas e interesantes tecnologías, sus últimas mecánicas y mejorar algunos apartados, como la insonorización, la iluminación ambiental o la calidad de los materiales empleados en el interior. Creemos que la fórmula tendrá éxito. Era un gran coche y ahora lo es más pero, digan lo que digan en Volkswagen, nos sigue pareciendo una actualización; hay que hacer un acto de fe.

El nuevo modelo mantiene la estructura del anterior. Cambia el frontal y las aletas delanteras, mientras que los laterales permanecen tal cual, con los mismos pliegues en la carrocería y nuevos embellecedores cromados en la parte baja. La zaga se estiliza con un pliegue en la chapa que sigue la línea de los laterales y hay nuevas ópticas con leds. En la marca aseguran que todas las juntas se han actualizado con nuevo diseño de gomas, aunque a simple vista no se aprecia. El interior del VW Passat tiene nuevo diseño de asientos, con la posibilidad ahora de montar en opción la climatización y el masaje que incorpora el Phaeton. Lleva unos nuevos reposacabezas delanteros regulables y activos, que reducen el riesgo de lesiones en caso de accidente. Hay materiales nuevos y encontramos el mismo volante o pantallas del Tourán y Golf, que modernizan el interior notablemente. El espacio se mantiene tal cual, aunque anuncia una capacidad de maletero 80 litros superior. Ahora hay unos tiradores en los laterales del maletero, que permiten abatir los respaldos traseros con mayor comodidad y unos prácticos ganchos, cuatro en total, para colgar las bolsas de la compra para que no se salga su contenido. Emplea la mayoría de los motores de última generación de la casa, -ocho en total en nuestro país- con potencias que van desde los 105 CV a los 300 CV y que mantienen el buen nivel prestacional que ya disfrutaba pero con mayor eficiencia; en las versiones Diesel se añade el sistema Start&stop y la recuperación de energía, con lo que se bajan en general las emisiones y consumos con respecto a la anterior generación. Sí se aprecia, al menos en los motores Diesel, una ligera reducción del sonido que entra en el habitáculo. Mantiene las cajas de cambio manuales y DSG de 6 y 7 velocidades. En el apartado dinámico se añade la función XDS -autoblocante electrónico- en los motores TDI 170 CV y TFSI 211 CV. Sigue contando con la tracción delantera o total, con la última generación del 4Motion, y ahora se puede pedir con la suspensión adaptativa DCC -la versión familiar Variant lleva un control de nivel automático en el eje trasero-. El comportamiento dinámico es tal y como lo conocíamos, un coche sin complicaciones, seguro y con buena estabilidad. A todo esto se le suma una serie de nuevas tecnologías en la casa, opcionales la mayoría, que contribuyen a mejorar la seguridad activa del Passat. Desde una mejor iluminación a el sistema de reconocimiento de señales o de aviso de fatiga del conductor, asistencia al aparcamiento o un interesante sistema que nos permite abrir el maletero con sólo acercar la pierna a la parte baja del mismo y sin tocarlo, ideal para cuando se va cargado.

Se pone a la venta a finales de noviembre con unos precios que, de tarifa oficial, resultan entre 1.500 y 500 euros más bajos. Cuenta con tres acabados posibles y, desde el más básico, se dispone del control de velocidad, el detector de fatiga, el aire acondicionado, el control de estabilidad o el volante multifunción. El nuevo Passat cambia mucho más de lo que parece pero el único problema es ese, que no lo parece porque la base es la misma. Sin duda es mejor coche que antes, aunque esperábamos un salto generacional más destacado; seguro que más marcas se apuntan a esta moda. No nos gusta, pero habrá que acostumbrarse.