Toyota IQ 1.0i Multidrive vs Piaggio MP3 400 LT

Apurando al máximo el reglamento, Piaggio ha convertido el MP3 LT 400 en una auténtica 'moto' —a efectos legales— al alcance de quienes sólo pueden exhibir carné de coche. Lo enfrentamos al mejor automóvil urbano del momento —el IQ de Toyota, la mínima expresión con mayor contenido técnico capaz de transportar a cuatro pasajeros—. ¿Lo cambiarías por las 'tres ruedas'?

Toyota IQ 1.0i Multidrive vs Piaggio MP3 400 LT
Toyota IQ 1.0i Multidrive vs Piaggio MP3 400 LT

Si las ‘ciento veinticinco’ se te siguen quedando cortas para tus necesidades y sigues sin querer pasar los trámites para sacarte el carné de moto, Piaggio tiene la solución: el MP3 LT — lo tienes con 250 y 400 cm3, siendo este último el que verdaderamente abre un nuevo campo de acción dadas sus prestaciones—, una transformación sobre el conocido y exitoso MP3 que convierte a este ‘triciclo’ en una gran motor en todas las de la ley, permitiéndote acceder a las prestaciones de un polivalente motor de 400 cm3 con el carné de coche.

Identificarás la versión LT del MP3 ‘a secas’ por la superior anchura de vías de su especialísimo eje delantero de cuadrilátero articulado —4 cm adicionales, lo cual supone una separación entre ruedas de 46,5 cm—, sus intermitentes ‘pinchados’ en la carrocería —para cumplir la separación mínima obligatoria— o por el pedal de freno integral —actúa sobre los dos ejes a la vez—, otra de las exigencias legales, aunque su ubicación acaba resultando algo incómoda y el tacto no es tan bueno como el que ofrecen las manetas habituales. Hasta no hace mucho, el hándicap de este peculiar modelo residía, principalmente, en su limitación de velocidad a 70 km/h —poco interés tendría entonces existiendo el 125 cm3 ‘normal en la gama MP3—. Pero Piaggio tenía un As guardado en la manga: un reciente cambio en la normativa que establece e mismo tratamiento, a efecto de velocidad genérica, que cualquier otra motocicleta normal.

Por tanto, seguro que es una de ‘tus motos’ si estas en un caso similar al mío: te gustan las dos ruedas —en genérico— pero no has encontrado aún el momento —o la seguridad— de pasar los trámites; —o no quieres y ya puestos, te acoges a esta nueva modalidad con la que no hace falta tenerlo—; vives lejos de donde trabajas y las 125 se quedan demasiado cortas; o ves en las sus tres ruedas un plus de seguridad frente a la moto convencional. Creemos que «el motero» tiene muchas más posibilidades de adaptarse al iQ —nada especial por nada, todo sea dicho— que el de coches a una moto, sea de dos o —permítanoslo— de tres ruedas, así que, antes de ponerse en marcha, no vienen nada mal unos sabios consejos de quienes atesoran experiencia con esta moto en concreto: ‘no es infalible, también te puedes caer, pero filtra muchos errores y esos «pecados» de conducción que acabarían con tu trasero en el suelo puede que no pasen del arrastrón del eje delantero con la moto totalmente inclinada, pero ¡qué seguridad aporta a quienes vivimos la ciudad ‘en directo’!. La grava de una rotonda o el rocío de las primeras horas de la mañana dejan de ser enemigos letales para convertirse en meras anécdotas. Y eso vale su peso en oro’.

El iQ es muy corto entre ejes, casi cúbico en sus proporciones y muy ancho de vías, aunque su conducta es absolutamente neutral y natural dentro de los convencionalismos de un automóvil. No es todo lo ágil que podamos imaginar porque la dirección resulta demasiado lenta —hay que evitar excesos de agilidad en un coche tan corto de batalla—, pero se puede aparcar donde el 99 por ciento de los coches no caben —el 1 por ciento es el Smart—. Motor y cambio son una verdadera joya, frena de forma excelente a alta velocidad y el confort de suspensión, siendo algo seco de suspensión, no guarda parangón con el mundo de las dos ruedas. ¿Más ventajas? Caben cuatro ocupantes, si hace calor no pasas frío, si llueve no te mojas… Vamos, lo típico. En realidad también tiene algún condicionante como ‘cuatro plazas’: las dos traseras son demasiado angostas y el maletero resulta prácticamente anecdótico, pero está claro que sus posibilidades de transporte dan más juego que una moto.

El Piaggio MP3 400 tiene la mitad de potencia que el del iQ 1.0i, pero resulta francamente rápida y ágil tanto en ciudad y como fuera de ella. Sin empeño, sin prisas y aún con la prudencia del neófito en la materia, es relativamente fácil que el conductor del iQ sólo vea «la rueda» del MP3 L3. Y es que, aún con mucho por asimilar, familiarizarse con este scooter en ciudad, a baja/media velocidad y con la mentalidad de lograr desplazamientos ágiles y no de ser el más ágil de entre quienes se desplazan a nuestro lado, no resulta demasiado complicado cogerle el pulso y las distancias. Buscando sólo amplios huecos entre coches no siempre se consigue la primera plaza en el semáforo de turno, porque su anchura es considerable, pero poco faltará para llegar a la primera línea de salida. Intentar la ‘pole’ supone descubrir sus debilidades como ‘moto’ : a la anchura antes citada se suma un peso bastante alto y poca maniobrabilidad en parado porque resulta difícil inclinarla para colarse entre los coches. La adaptación llega en menor tiempo del esperado. Rápidamente se coge el hilo, más que la anchura de carrocería, al eje real —doble, no lo olvidemos— de trayectoria y a su particular forma de pisar, con cierto ‘efecto quad’ —salvando las distancias, claro está— cuando, por ejemplo, el asfalto presenta irregularidades o cierto desnivel. . Las horas de uso será las que den el resto de confianza necesaria.

Salir de la ciudad con un coche urbano puede suponer embarcase en un auténtico viaje. Para el iQ no. Su estabilidad no se degrada con facilidad y el binomio motor/cambio firman un papel excepcional. Tampoco lo es para es MP3 conducido con ropa adecuada y su opcional —y sorprendente— protección contra el viento. Toca volver a coger referencias al empezar a ir rápido, adquiriendo poco a poco esa sensibilidad para ‘tumbar’ justo cuando hace falta, y no antes ni después. Los frenos, además de potentes son dosificables y en el caso de transportar un segundo pasajero, la aptitud y el comportamiento no se degradan en exceso, aunque la suspensión trabaja más cómodamente sin ‘carga’.

Llega la decisión final. ¿Coche o moto? Y sí, lo reconozco, siempre me ocurre. Envidio al motero cuando toca vivir ese atasco descomunal. Pero subidos a la moto te viene a la mente el confort climático y la jaula de seguridad que aporta el coche. Salvo por imperiosa necesidad, no cambiaría las cuatro por las tres ruedas, pero hay que reconocer Piaggio se ha sacado de la manga un verdadero invento. Algo muy bueno tienen que tener las tres ruedas del MP3 cuando me he visto llevándola como si fuera mi moto sin que sea una moto de toda la vida: con contundencia desde la primera aceleración, en el guiado en curva y en la apurada de frenada. Y hace que no monto en moto por ciudad, entre sus baches traicioneros, pinturas hostiles, asfaltos resbaladizos y coches al acecho, ni se sabe... Es cierto que mantengo viva mi pericia porque soy endurero activo, pero tan cierto como que el MP3 te lo pone muy fácil. Los que vamos sobre dos ruedas sabemos que la confianza de la delantera es vital para rodar con seguridad. ¡Y cómo pisa el MP3 con sus dos delanteras! Quizá se siente algo pesado, pero su feeling de adherencia es espectacular. Por ello creo que su maniobrabilidad no es del todo de scooterr, sobre todo si consideras a los coches que te rodean, chicanes móviles. De ahí que no haya encontrado los huecos entre filas de coches que esos otros súper scooter de la ciudad aprovechan. Pero si no admitiría retos para estar en primera línea del semáforo, sí lo haría por frenar en la menor distancia posible. Nunca había sido tan agresivo y eficaz frenando en curva en moto/scooter… bueno, si admitimos al MP3 como tal. Al equilibrio físico y cerebral, el MP3 parece ofrecerte un equilibrio mecánico fundamental para frenar con toda tu alma. Creo que parece evidente que, sobre todas las cosas, este MP3 me ha transmitido seguridad, mucha seguridad.

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

MODELO PIAGGIO MP3

TOYOTA iQ 1.0 VVTI

Cilindros

398,9 cm3

998 cm3

Potencia máxima

34 CV a 7.500 rpm

68 CV a 6.000 rpm

Par máximo

3.83 mkg 5.500 rpm

9.28 mkg 4.800 rpm

Co2

N.D.

110 g/km

CENTRO TÉCNICO 

MODELO PIAGGIO MP3

TOYOTA iQ 1.0 VVTI

Peso  

260,8 kg

924 kg

Reparto

59/41%

60/40%

ACELERACIÓN

 

 

0-30 km/h

3,9 s

3,11 m

0-60 km/h

6,6 s

7,14 s

0-100 km/h

9,3 s

16,4 s

0-120 km/h

20,7 s

25,6 s

0-400 m

19,9 s

20,5 s

0-1.000 m

36,2 s

37,8 s