En SsangYong tienen claro cuánto necesitaban un SUV compacto para poder competir en el segmento de mayor crecimiento en los últimos años. La respuesta es el SsangYong Tivoli, un todocamino de 4,2 m de longitud y válido para cinco personas, que tendrá que vérselas con una cantidad de rivales por número y variedad.
En cualquier caso, el SsangYong Tivoli es un automóvil novedoso, que desata la curiosidad y en el que es fácil sentirse observado al conducirlo tanto por conductores como por los transeúntes. Así, su diseño, un aspecto siempre subjetivo, parece equilibrado y fresco, con una personalidad alejada de las corrientes mayoritarias. Por su parte, el interior ofrece una buena sensación de espacio. De hecho, es uno de los mejores de la categoría en cuanto a cota vertical, espacio para las piernas en las plazas traseras y su maletero aventaja a la mayoría de sus rivales tanto en capacidad como en cuanto a formas regulares. Además, al estar iluminado y disponer de una toma de corriente, se aumenta la comodidad de uso.
Sin embargo, encontrar la posición de conducción deseada queda dificultado por la ausencia de regulación de profundidad del volante. En este caso, a menos que nuestro cuerpo guarde las proporciones pensadas por el diseñador, estaríamos obligados a encontrar el punto medio entre ir cómodos de brazos y con las piernas demasiado flexionadas o cómodo de piernas y con los brazos demasiado estirados. Conseguido este punto de equilibrio, todo es más cómodo, en parte también gracias al buen número de huecos portaobjetos repartidos en el habitáculo a pesar de que todos los plásticos con los que vayamos a poder tener contacto son rígidos; poco vistosos.
SsangYong Tivoli G16: más que Diesel
Con sólo dos motores, uno Diesel de 115 CV y uno de gasolina de 128, ambos con 1,6 litros de cilindrada e inyección directa, el SsangYong Tivoli no dispone de una gama demasiado amplia aunque sí incluye versiones con cambio automático de seis velocidades y otras de tracción integral, aunque siempre con mecánicas de gasóleo. Los de gasolina, en cambio, siempre se asocian a cambios manuales y son de dos ruedas motrices.
Por su esencia, este SsangYong Tivoli invita a conducirlo de manera relajada en su versión de gasolina, incluso por debajo de los ritmos máximos legales. Circulando a ritmo continuo es un coche agradable, que no hace mucho ruido, que consume poco y es cómodo incluso cuando alguna rueda tuviera que vérselas con algún bache de grandes dimensiones. Sin embargo, su esencia de motor atmosférico de media cilindrada se deja ver si pretendemos ir más deprisa o queremos brío al acelerar. Entonces corremos el riesgo de quedar un poco decepcionados dado que el par motor disponible no es demasiado en ningún momento y la respuesta al acelerador dependerá de cuanto rápido esté girando ese motor. Así, en vez de intentar ganar velocidad en la misma marcha, será mejor que bajemos una o dos para aproximar la aguja a la zona roja del cuentavueltas. En esas condiciones nos damos cuenta además de que su chasis no resulta demasiado preciso en cuanto a trenes rodantes y guiado, lo que sugiere mantenernos en esa conducción relajada que, además, mantendrá el gasto de combustible en unos niveles muy razonables.
SsangYong Tivoli G16, económico y bien equipado
La versión probada, Limited, es la mejor dotada de cuantas ofrece SsangYong en el Tivoli, un coche que sigue la política de equipamientos cerrados y sólo dispone de la pintura metalizada como dotación extra. De ahí que cuente con un abundante equipamiento en el que no se echan de menos el climatizador, el navegador, la cámara de marcha atrás o la conexión automática de luces y limpiaparabrisas. También se diferencia de los Line y Premium por la monta de neumáticos ya que a diferencia de aquellos, calzados con unos racionales 205/60 R16 cuenta con unas espectaculares llantas de 18” pintadas en negro que, particularmente, no le hacen demasiado bien a su comportamiento. Sorprende, para bien, que desde el modelo básico ofrezca conexión Bluetooth para teléfono móvil y al margen de una toma USB aparezca también una conexión HDMI de alta calidad.
La dura competencia ante la que se enfrenta este SsangYong puede hacer que su atractivo precio de partida, menos de 15.000 euros, pueda perder parte de su impacto. De hecho, por ese precio se encuentran opciones atractivas como los Citroën C4 Cactus, Peugeot 2008 o Renault Captur y , en Diesel, el ultraeconómico Dacia Duster que, en su versión de 110 CV y tracción total, se quedaría en unos 18.000 euros; justo el coste del primer SsangYong Tivoli Diesel, aunque es justo reconocer cómo este SsangYong cuenta con un atractivo visual incuestionable y un muy buen equipamiento a un precio más que razonable.
También te puede interesar
Ssangyong Tivoli, ahora con motor Diesel de 115 CV
Primera prueba: SsangYong Tivoli, pieza clave
SsangYong Tivoli EVR Concept, nuevo SUV eléctrico de autonomía extendida