Se busca pequeño vehículo para moverse por ciudad… con alguna pequeña escapada por las afueras, que se pueda aparcar “casi" en cualquier sitio y con una mínima capacidad de carga. Os proponemos dos sugerencias… el nuevo Smart Fortwo o la Piaggio MP3. Vosotros elegís, ¿tres o cuatro ruedas? ¿Coche o moto? Empezaremos hablando un poco, por ser más desconocida para muchos de vosotros que como yo nos movemos siempre en coche, por la original Piaggio MP3.La posibilidad actual de poder llevar una moto de hasta 125 cc con el carné B1 de coche ha hecho que cada vez sean más las personas que se planteen comprar una motocicleta para moverse por la ciudad. Y para todos ellos la Piaggio MP3 125 puede ser una excelente opción. Sus dos ruedas en el eje delantero son todo un invento e incrementan la sensación de seguridad y estabilidad en movimiento que tanto echamos de menos los no habituales a las “dos ruedas".Además, y aquí viene otra de las grandes ventajas de la MP3, Piaggio incorpora un novedoso sistema que permite bloquear la suspensión para que el scooter se mantenga sobre sus tres ruedas sin necesidad de poner los pies en el suelo. Una operación que se realiza cómodamente pulsando un botón colocado junto al puño del gas, bloqueo que se anula automáticamente en cuanto comenzamos a circular. Ojo con esta maniobra porque es un tanto extraña al principio, sobre todo si se quiere hacer en marcha antes de parar completamente el scooter.Otro detalle que nos ha gustado del MP3 es el cómodo freno de estacionamiento manual del que dispone, que nos permite dejar la moto frenada al aparcarla, y que, combinado con el bloqueo de la suspensión, evita hacer uso del caballete convencional, algo de agradecer, especialmente para personas como yo que no andamos sobradas de fuerza.Las sensaciones en marcha son las mismas que en un scooter de dos ruedas. Al llegar a una curva sólo tienes que echar el peso y la moto se inclina hacia el lado correspondiente. Las tres ruedas nos hacen ganar confianza poco a poco, seguridad y estabilidad, sobre todo en terrenos de poco agarre y en giros de radio amplio, como las rotondas. Aunque, cuidado, porque el mayor peso del eje delantero nos puede dar algún que otro susto, pues hace que las maniobras y el movimiento entre el tráfico urbano sean un pelín más aparatoso.La frenada es otra de sus virtudes gracias a las dos ruedas –aporta más aplomo a la dirección– y a los dos discos delanteros de 240 mm que incorpora y otro del mismo tamaño detrás. El único “pero", para mi gusto, es que le falta algo de motor, pues el 125 italiano resulta perezoso, aunque para moverse por ciudad probablemente sea más que suficiente y los que puedan llevar motos de más de 125 cc disponen también de una versión de 250 cc.Toca el turno de hablar del Smart, el pequeño utilitario que rompió moldes en 1998 cuando fue presentado por primera vez y que, nueve años después, ha crecido 20 centímetros aunque sigue manteniendo intacta su esencia de vehículo urbano.El Smart sigue siendo un utilitario diferente a los demás, y no sólo por sus pequeñas dimensiones. En marcha –y os habla alguien que no se dedica a probar coches todos los días–, la dirección se muestra algo lenta y el cambio, en modo automático, presenta algunos tirones un tanto incómodos. Recordar que la caja de cambios manual robotizada sin pedal de embrague, antes de seis marchas, es ahora de cinco.Sus prestaciones no son de vértigo, aunque tampoco se pretenden en este vehículo, pero para la ciudad no hace falta más. Eso sí, es necesario llevarlo siempre muy alto de revoluciones para una mejor respuesta en cualquier circunstancia. Si no, también podemos hacer uso de las levas tras el volante para obtener ese empuje de más en ocasiones.No te pierdas lo último de Smart: Micro-coche, Maxi-ecología con el Smart Cdi.
¿Smart Fortwo o Piaggio MP3?
Hemos realizado una peculiar comparativa entre la innovadora scooter Piaggio MP3 de tres ruedas y el renovado Smart Fortwo. Dos pequeños devoradores de kilómetros urbanos, para desafi ar los problemas de tráfico y aparcamiento de las grandes ciudades.