Hubo un momento en el que tener 200 caballos en un coche del segmento C de los compactos significaba deportividad pura. Se vendía así en su publicidad, en el equipamiento y en la propia imagen del coche. Hoy en día, las marcas se pueden permitir tal caballaje en versiones normales sin necesidad de tener que contentar a un único público. Los dos coches de esta comparativa son el Renault Mégane GT y el Opel Astra Turbo; corren como demonios y consumen realmente poco, cada uno tiene su estilo y, sin embargo, los dos me han gustado mucho, siendo de las pocas ocasiones en las que no tendría tan clara la elección y al final tendría que decantarme por el más barato o el que estéticamente me gustase algo más; podría apostar por la elegancia de funcionamiento del Opel Astra o la eficacia del Renault Mégane y estaría encantado con la elección. Veamos si al final opinas lo mismo.
Tanto el Opel Astra Turbo como el Renault Mégane GT son dos compactos de reciente creación. Sus últimas generaciones acaban de llegar y firman dos productos muy interesantes. En el caso concreto de estas versiones Turbo y GT respectivamente aportan modernos motores de gasolina de cuatro cilindros y 1,6 litros que hacen olvidar en muchos aspectos a los motores diésel turbo y de inyección directa que tan de moda se pusieron en la última década. Frente a ellos y a igualdad de potencia aportan unas prestaciones similares y un refinamiento exquisito que hace que puedas perdonar que el consumo sea ligeramente más alto; también son más baratos.
Tienen motores de configuración similar y su funcionamiento es muy bueno en los dos casos. Basta fijarse en las curvas de potencia que dibujan para entenderlo. Los datos de prestaciones son mejores en el Astra debido a su menor peso real (88 kilos menos) y 10 por ciento más de par, y eso que la rapidísima transmisión de doble embrague del Mégane y su Launch Control (no existe la posibilidad de manual) le hace ganar tiempo en cada cambio con respecto al manual del Opel. En cualquier caso la diferencia no la veo como algo insalvable ¡son muy rápidos! y, salvo que seas un amante del mejor dato y vayas a aprovecharlo, no elegiría estos coches porque uno corra ligeramente más que el otro, no está ahí la diferencia importante. En el apartado de consumos también es mejor el Astra, que gasta hasta 1,4 litros menos de media en ciudad a pesar de que en carretera consuman lo mismo, de nuevo el cambio marca la diferencia, en este caso por el escalonamiento; la séptima es más larga que la sexta del Astra y las tres primeras son más cortas.
El Opel Astra se ofrece con dos niveles de acabado, Dynamic como el de nuestra unidad de pruebas o Excellence, mientras que el Renault Mégane en una única terminación GT. Esto, indudablemente, afecta al comportamiento, especialmente en el francés. El Opel tiene un tarado de suspensiones más confortable, efectivo, pero con un excelente compromiso entre lo que debe ser un coche de uso diario y las buenas prestaciones que consigue, siendo para mi, y con esta suspensión, uno de los mejores compactos de su categoría y de corte no deportivo que ha habido en mucho tiempo; su tren trasero es con timonería de Watt. Renault crea con el GT un chasis preludio de lo que será la versión RS, pero con cierto agrado que no veremos en el deportivo. Cuenta con las ruedas traseras directrices, además de un tarado más firme de muelle y amortiguador que su rival. Esto le confiere una agilidad extraordinaria, compensando en uso deportivo la falta de un posible diferencial autoblocante, que no necesita. Ya sea en curva lenta o rápida, el GT mantiene la trayectoria elegida sin brusquedades del tren trasero y evita el subviraje mucho antes que el Astra y su gran estabilidad; sin embargo, el Mégane GT es mejor. Y es aquí donde tus preferencias te pueden hacer decantarte por uno u otro. El Astra corre más, pero si quieres conducir más rápido, el Mégane te traerá más satisfacciones deportivas, siendo a su vez muy bueno el Opel en su comportamiento y muy bueno el Renault en su velocidad.
No me gusta del Opel el tacto inicial de su pedal de freno, con demasiado recorrido muerto, todo lo contrario del Renault, que la sensación de frenada es excesivamente rápida. Como ambos frenan bien en todas las situaciones no puedo criticarlo mucho, pero me hubiese gustado un término medio en ambos. El Mégane al llevar el doble embrague pilotado permite dejarlo en modo automático o que lo puedas usar con levas. Funciona bien en uso deportivo, que no extremo, y es relativamente agradable en el normal, si bien debería al menos ofrecer la oportunidad de la caja manual para los románticos, reproche que también hago a Opel al contrario; hoy en día hay que tener automático.
La habitabilidad es buena en los dos. El Mégane lleva unos asientos más deportivos que implican cierta pérdida de espacio longitudinal en las plazas traseras con respecto a las versiones normales. Salvo los 7 cm de diferencia en esa cota, el resto del espacio que ambos ofrecen es similar. Me han gustado mucho los asientos delanteros del Astra. El respaldo es muy bueno en ambos coches pero la banqueta se queda corta en el francés. En el maletero hay sólo 10 litros de diferencia a favor del Mégane, medición en ambos con kit reparapinchazos. Si se opta por el extra de la rueda de repuesto, según nuestras mediciones el Renault no varía su espacio y el Opel pasa de tener un buen maletero a uno mediocre, con 80 litros menos.
Estamos ante dos coches muy buenos, orientado cada uno a su estilo, estilo que tienes que definir si es el que buscas. En ambos tendrás velocidad, un consumo aceptable y un buen nivel de equipamiento. Sólo cambia, imagen aparte, si priorizas el comportamiento o el confort, que ambos se especializan sin descuidar lo contrario. Ahora bien, llega el momento de pagarlos y el Opel aporta un precio más bajo. Es cierto que carece de la dirección trasera y del cambio automático, por lo que creo que el Mégane GT no tiene mal precio a pesar de ser más caro. Un Astra a tope de extras como el de la prueba cuesta 29.858 euros (parte de los 24.568 €) y se queda en 25.000 € (o 20.587 € sin extras) con descuentos oficiales, mientras que el Mégane parte de 29.100 € y tiene un precio final de 25.650 euros, más los extras que quieras ponerle.
La comparativa entre el Opel Astra y el Renault Megane (datos del Centro Técnico de Autopista.es)
Medición | Renault Mégane GT | Opel Astra Turbo |
0-100 km/h | 6,90 s | 6,87 s |
0-1.000 m | 27,3 s | 27,0 s |
20-50 km/h en 2ª | 6,0 s (en D) | 5,7 s |
80-120 km/h en 6ª | 4,29 s (en D) | 7,8 s |
Consumo urbano | 8,7 l/100 km | 7,3 l/100 km |
Consumo carretera | 6,0 l/100 km | 5,9 l/100 km |
Consumo mixto | 7,1 l/100 km | 6,5 l/100 km |
Frenada 50-0 km/h | 10,2 m | 9,8 m |
Frenada 100-0 km/h | 40 m | 37,7 m |
Frenada 120-0 km/h | 56 m | 55 m |
Sonoridad a 50 km/h | 61,4 dBA | 61,8 dBA |
Sonoridad a 120 km/h | 70,0 dBA | 70,5 dBA |
Peso | 1.436 kg | 1.348 kg |
Maletero | 410 dm3 | 400 dm3 |
Espacio piernas trasero | 71 cm | 78 cm |
Anchura interior del/tras | 143/136 cm | 140/135 cm |
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