Recién salido de fábrica, juega en casa, en su casa. Irrumpes en la peatonal Plaza Mayor de Valladolid buscando instantáneas y no hay malas caras, ni siquiera las de la autoridad local. Ahí, se nota que el Captur tiene gancho, creo que mucho por diseño, aunque también porque lo sienten demasiado "suyo"... Error, a kilómetros de distancia de allí sigue siendo aún hoy foco de atención, principalmente de pequeñas grandes familias. Guardaba un as en la manga para ver si andaba en lo cierto: la mía. Muchos de vosotros ya sabéis que me muevo con tres criaturas de 3 a 10 años, el sector más crítico. Y encantó en casa, tal vez ayudado por esa decoración bitono del Captur. Sólo le pido un favor a Renault: eliminen esas llamativas cintas elásticas de los respaldos delanteros, convertidas por mis enanas en instrumentos de cuerda y percusión.
Una mirada atrás
Fui crítico con el Captur, mucho. Me negué a verlo como pretende Renault, como SUV... Como te comenté en su momento, me gusta catalogar de SUV a modelos con versiones de tracción total en la gama, controles de tracción específicos para los 4x2, posibilidad de ruedas M S de fábrica, un mínimo de ayudas y lo que para mí es más importante todavía, que lejos de serlo o parecerlo, transmita esa sensación de confianza para poder salirte a una pista más allá de lo que puede hacerlo un turismo.
Pero reconozco y valoro positivamente también la otra cara del formato SUV, postura elevada, funcionalidad, espacio y confort al acceder o salir del coche. Y eso sí lo borda el Captur dándote muestras y muestras de ingenio. Vuelvo a la familia, a mis sillas infantiles, a la bici ocasional del fin de semana, los patines, etc. Gran maletero para poco más de 4,10 metros de longitud, dividido en dos secciones por una bandeja que puedes dejar en casa para ganar un tercio de su volumen, llegando a 370 litros reales, ampliables hasta 485 litros si desplazas los 16 cm que admite la banqueta trasera: entre medias, buen punto de equilibrio para combinar espacio para los pasajeros y carga. Se corrige el asidero del portón de los Clio: el del Captur sí tiene una buena hendidura para tirar de él. También en nuestro coche de pruebas funciona correctamente el gatillo posterior que libera el desplazamiento de la banqueta trasera: puedes moverlas bien desde el interior —palanca ubicada debajo del asiento central—, bien desde el maletero.
Más Mégane que Scénic
Es cierto que da mucho juego el interior del Captur, pero la banqueta trasera es enteriza y cuando se mueve penalizas el espacio para las piernas de las tres plazas a la vez. Y su anchura es de estricto utilitario, con menos de 130 cm útiles, aunque, si te vale de referencia, me he movido bastante bien con dos sillas infantiles a bordo y la tercera plaza central ocupada por una persona menuda. Pero sí quería recordarte que por muy poco más dinero tienes un Scénic 1.5 dCi/95 CV con tres asientos individuales, 140 cm de anchura trasera y entre 480 y 560 litros de maletero.
Visto cuánto da el Captur detrás, pasemos delante. Mejor visibilidad que Clio, mayor desahogo entre hombros y, para mí, creo que excelente postura de conducción para todas las tallas, aunque las banquetas delanteras pecan de anchura y falta de mullido. Y gran guantera principal convertida en cajón, todo un lujo para quienes siempre viajamos cargados de pequeñas grandes cosas. Añadir el completo equipamiento que viene de serie en este acabado que hacen muy cómodo el día a día —tarjeta manos libres con arranque por botón, sensores de lluvia...—, un completo sistema de información con navegador integrado y curiosas funciones como medidor de calidad de aire y otros buenos detalles que, seguro, valorarás si te gusta tener siempre el coche impoluto, como las fundas de asiento desenfundables. A destacar la carencia del airbag de cortina —un estándar ya en coches de nueva producción—. También creo que merece el Captur un "empujón" en calidad real de materiales y en el pulido de algunas piezas, algunas con rebabas a la vista.
En marcha, su mayor superficie frontal penalizará el avance respecto a un Clio, pero no la sonoridad, aunque algo ayuda un desarrollo de transmisión alrededor de un 7 por ciento más largo que el utilitario: hemos medido cifras de sonoridad mucho mejores que el Clio, pero también que el Scénic con idéntico motor, monovolumen de impecable calidad y confort de marcha y rodadura.
Garantía dCi
Sí he notado menos fino que sobre aquellos dos coches al 1.5 dCi, con más vibración procedente del piso del habitáculo a plena aceleración. Aunque éste es uno de los mejores ejemplos de pequeño gran motor, siempre será bienvenida una versión más potente emparejada al cambio de 6 marchas. Honesta la prestación de esta versión de 90 CV aunque reconozco que las cifras reales de aceleración son bastante mejores que las sensaciones, en parte porque en la vida real utilizas otros parámetros: par, elasticidad, peso, desarrollos de transmisión, todo ello reflejado en las cifras de recuperación, las menos buenas del Captur 1.5 dCi. Eso te lleva a una conducción más participativa, con anticipación en el tráfico y constante uso del agradable cambio de marchas para llevar bien el ritmo. Y asunto resuelto. Indiscutible, como siempre, su otra cara, la energética, garantizando bajos consumos en cualquier tipo de utilización. Debería revisarse el Stop&Start, no muy fino de funcionamiento, aunque quizá se deba a ajustes de esta unidad concreta.
Buenos modos. Otra garantía más: base Clio. Si Juke o Duster —sí, sí, has leído bien— demuestran sacar petróleo de anteriores plataformas, el Captur no es la excepción. Contrapunto en los ajustes de los trenes rodantes: para un coche familiar, me parece excesivo un ajuste de amortiguación tan cerrado, especialmente del eje posterior. Tanto, que el Captur resulta algo seco al paso por baches y pierde puntos en calidad de rodadura —cierto que la cosa mejora con el coche cargado—, pero su dinámica es notable. Su mayor altura no lo condiciona para sentirlo tan seguro como el mismísimo Clio aunque en la práctica pueda ser menos ágil. Pero se mueve francamente bien entre curvas y, para el planteamiento que creo que puedes hacer del coche, va sobrado de chasis. Incluso de frenos, con su tambor trasero. Tanto como para sorprender a nuestro Centro Técnico, que me llamaban desde el INTA con las cifras de frenada aún calientes en la mano: "clava cinco frenadas consecutivas en cifras magistrales".
¿Globalmente? Muy sencillo: Renault tiene un magnífico sustituto del Modus.
En pocas palabras
ACELERACIÓN
Razonables cifras para su potencia. Por sensaciones en carretera, esperaba registros más lentos de los que finalmente ha conseguido.
CAMBIO
Sin pegas al tacto o funcionamiento, pero se alargan los desarrollos respecto al Clio, y lo paga en capacidad de respuesta.
ADELANTAMIENTO
Tendrás que plantearte estas maniobras casi como aceleraciones, usando cambio y, como poco, motor de medio régimen hacia arriba.
FRENADA
Pese a los tambores traseros del Clio, casi ha frenado como un Porsche, en distancia y regularidad.
CONSUMOS
Sigue siendo uno de los mejores motores de cilindrada media, demostrándolo incluso en el poco aerodinámico Captur.
HABITABILIDAD
Anchura y altura trasera de utilitario, el resto de cotas, como en las de un buen compacto, pero con 20 cm menos de longitud exterior.
POTENCIA Y PAR
Óptimo rendimiento a 2.000 rpm, pero con suficiente margen por debajo. Formidable elasticidad.
SONORIDAD
A plena aceleración, hay mayor vibración que ruido.
MALETERO
Puede hacer frente a compactos, se divide, regula y es muy regular en sus formas. Buen saber hacer el de Renault.