A la espera de probar la versión icono de la nueva Serie 4, no creo que deba aclararte que me refiero al M, el 435i representa refinada y deportivamente lo súmmum de esta "inédita" Serie. Además, como buen BMW, sus posibilidades de personalización pueden remarcar cuanto quieras su carácter, como definir su dinámica, de tal manera, que vuelvo al M4 para preguntarme cuánto mejor será más que el 435i. Una última reflexión me lleva a pensar que el M4 será más deportivo por una cuestión de potencia (430 CV, por cierto, extraídos del mismo bloque 3.0 de 6 cilindros del 435i, pero con 2 turbos y también inyección directa y Valvetronic) y pureza técnica (cambio de doble embrague y solo propulsión), pero de la misma manera, pienso que podrás hacer de tu 435i un deportivo más rápido y eficaz en muchas, muchísimas situaciones.
El BMW 435i acoge a uno de los mejores motores del mercado. Técnicamente, su 3.0 de 6 cilindros en línea resulta exquisito y fruto de su sobrealimentación, inyección directa y distribución completamente variable en tiempo y alzada, es una delicia de suavidad, reactividad e inmensa fuerza en todo su rango de giro operativo, rango que va desde el mismísimo ralentí, hasta el corte, a 7.000 rpm. Estamos hablando de 306 CV y 40,8 mkg, éstos disponibles desde solo 1.200 rpm, con lo que no percibes un antes y un después, si no un mucho y a partir de 3.000 rpm, un mucho más, que te lleva a encontrarte un motor tan agradable en el día a día, como espectacular como deportivo.
A todo esto, suma una acústica preciosa. Desde la puesta en marcha, a la huella sonora que deja en aceleración con el turbo descargando en los cambios de marchas, el motor parece reclamar el protagonismo del 435i. Este portentoso motor siempre me ha exigido tenerle mucho respeto, porque por mis experiencias en anteriores Serie 3 Coupé y actual Serie 1 sin x Drive, pronto entendí que era capaz de superar fácilmente las capacidades dinámicas de esos coches. Y creo sin error a equivocarme, que también "estresará" al nuevo Serie 4... salvo que inviertas 2.600 euros por la tracción integral xDrive. Si lo haces, ipso facto tu concepción de cómo es un BMW cambiará radicalmente. Y aunque quizá los puristas de BMW renieguen... que renieguen.
Antes de seguir, debo advertirte que nuestro 435i xDrive contaba también con el cambio Steptronic de 8 velocidades (2.653 euros) y el Paquete Deportivo M (3.822 euros), que entre muchos detalles de acabado, añade neumáticos de mayor diámetro (18 pulgadas frente a las 17 de serie) y anchura, con los traseros (255/40) de mayor medida que los delanteros (225/45). Y si quieres, todavía tienes más medidas de (has- ta 19 pulgadas), una dirección de desmultiplicación variable, frenos más potentes y amortiguación activa, para no encontrarte dos 435i iguales y definir el tuyo a tus circunstancias.
Inquebrantable
La combinación que hemos probado resulta de libro cuando descubres que la capacidad de motricidad en toda situación resulta prácticamente inquebrantable, y esto te permite aprovechar todo el empuje de su motor. El tacto de rodadura que recibes del 435i xDrive es muy firme (no seco, hay calidad en la amortiguación) y en consecuencia el coche bachea y reacciona a tus indicaciones. Quizás no es especialmente directo de dirección, pero gira tan plano y rápido como esperas de un coupé top muy equilibrado. Pero en cualquier caso, la clave de este 435i xDrive está en cómo sale de cualquier tipo de curva. Su diferencial central prioriza el eje trasero, pero en una proporción y con una reactividad al cambio del reparto, que lo sientes básicamente neutro a la salida, o ligerísimamente sobrevirador en situaciones límite para sentirlo como un BMW.
En carretera de montaña es demoledor. El motor empuja una barbaridad, lo sientes inmensamente lleno a medio régimen y los ritmos que permite marcarte son asfixiantes, pero repito, con la sensación de no tener que estar pendiente de su tren trasero. De hecho, resulta muy agradecido rodar sin ayudas electrónicas, que por momentos sientes que te roban aceleración por un exceso de seguridad. Puedes probar a desconectar el control de tracción y el de estabilidad que de inmediato te ganas toda su confianza por el enorme trabajo mecánico, no electrónico, de su bastidor. Creo que poco más hay que decir.
En su papel más deportivo, el cambio Steptronic (recuerda que es un convertidor de par) lo puedes llegar a sentir algo lento cuando lo manejas de forma manual, especialmente en reducciones, cuando todo puede suceder muy deprisa con el 435i xDrive y el trabajo con el cambio se amontona. Tampoco parece lo más adecuado que en modo manual no aguante las marchas si aceleramos a fondo, provocando una inesperada reducción. Y por último las levas en el volante resultan fundamentales cuando dependemos de milésimas de segundo, algo que nuestra unidad no montaba.
Rápido y razonable
En este ambiente tan radical, me espero un M4 sin concesiones, pero el 435i xDrive cumple con otra cara de coupé enormemente agradable de conducir. Fuera de los tramos más exigentes, es un coche aun más rápido y sobre todo razonable. Analizar el confort de rodadura es muy personal, pero creo que concienciado de su potencial, te resultará muy equilibrado. El motor sigue siendo el protagonista por su refinado funcionamiento que, junto al cambio y la asistencia de la dirección, cambia de carácter según el modo de conducción que elijas.
Entiendes el perfecto compromiso del modo "confort"; y los modos Sport y Sport para remarcar la deportividad (activas un autoblocante electrónico), pero todavía se guarda un modo "Eco Pro" que es cierto me ha resultado algo desconcertante por lo lento que reacciona a tus demandas de aceleración, pero mientras tanto te mueves en unos consumos sorprendentemente ajustados. Mueve además una generosa 8ª que se desacopla si tienes activado el modo "a vela", aprovechando su propia inercia.
También se aprovecha de un trabajo aerodinámico específico. Nuevas entradas de aire dirigen corrientes a los laterales que reducen la resistencia aerodinámica. Y es 16 mm más bajo que la anterior Serie 3 Coupé. El resto de medidas lo hacen más largo y ancho... más coupé. Y el centro de gravedad lo lleva más bajo. Por dentro destaca su excelente puesto de conducción, su alta calidad y cómo no la cantidad de equipamiento que puede disponer. Sobre su pantalla central de 6,5 pulgadas visualizas un infinito menú que gobiernas con un mando; visualizas el entorno del coche; puedes visualizar también cierta información por un sistema Head-up Display, vestirlo con piel o con aditamentos, apliques y reseñas M que autentifican también a es este 435i xDrive Steptronic como un BMW de pura raza.