Peugeot 508

La berlina del león crece y evoluciona para adaptarse a los nuevos tiempos. Ya tocaba. El 508 cumple con lo que se espera del él y presenta un carácter agradable en sus dos carrocerías. Oferta motores gasolina y Diesel y en 2012 tendrá un híbrido.

Peugeot 508
Peugeot 508

El cambio de centena no es casual. Pensando en la tradición, este coche debería haberse denominado 408 en lugar de Peugeot 508. Eso sería lo lógico. Sin embargo, los 11 cm que mide de más le permiten ser un escalón intermedio entre lo que sería ese teórico 408 y un posible 608 que, a pesar de lo que nos dijeron la última vez que lo preguntamos, la marca no sólo no lo descarta sino que incluso lo deja caer. Si hay un C6 en el grupo… ¿por qué no un 608? Pero eso ya es otra historia.En Peugeot lo niegan, pero tiene en su punto de mira en el más vendido, el Volkswagen Passat. En el 508 vamos a encontrar un interior elegante pero sobrio, funcional pero sobrio y habitable pero sobrio, como si de una berlina alemana se tratase -la sobriedad no es un defecto, sino una característica-. El Peugeot 508 ha aumentado de tamaño con respecto al 407 y se coloca ya al mismo nivel de volumen y espacio que sus rivales actuales, la mayoría de ellos con sus nuevas generaciones en el mercado desde hace tiempo. Para el recuerdo quedan sus justas plazas traseras o ese maletero más pequeño que, en comparación, hacían que un gran coche como fue el 407 no pudiese competir en igualdad de condiciones con sus rivales de entonces, a excepción del Laguna.La nueva generación entra en la liga de los 500 litros de capacidad de carga -545 y 560 litros en función de si es el berlina o el SW- y tres adultos de poco más de 1,80 m se sientan detrás sin que sus rodillas toquen el respaldo delantero ni haya excesivos problemas de anchura. Objetivo cumplido, ahora toca ir a por nota y, al parecer, Peugeot va a por ella rápido, ya que desde el principio va a contar con prácticamente toda su gama mecánica, de equipamientos y de carrocerías.Se presenta en el mercado con la carrocería sedán de cuatro puertas y el familiar SW de cinco. En ambos casos mantiene un nivel estético que, podrá gustar o no, pero no es complicado a las vista y estamos seguros que gustará al gran público. Apunta a la moda actual de coches con pliegues y nervaduras, sin grandes superficies planas. También es historia su enorme ‘boca’ en la calandra y el sobreexpuesto voladizo delantero, que ahora incluso sube en su parte más frontal para no rozar en bordillos o agresivas entradas de garaje. Cuenta con tecnología led para las luces diurnas, que Peugeot ha personalizado colocándolos junto al xenón como si un faro más se tratase delante y aprovechando los pliegues de las ópticas traseras.El interior gana en todos los apartados. Hay más calidad visual y es considerablemente más habitable, siendo las plazas traseras y el maletero donde más se aprecia el cambio generacional. También encontramos más tecnología aplicada al confort, como puede ser el cambio de luces automático, el head up display o el equipo multimedia, que se regula desde el monomando de la consola central o desde la multitud de botones que ahora se integran en el volante.La oferta mecánica consta un sólo motor 1.6 de gasolina con 120 y 156 CV, en función de si lleva turbo o no, y de tres Diesel, pero con cuatro potencias distintas: 112, 140, 163 y 204 caballos. El 112 CV corresponde a un 1.6 HDi configurado en dos versiones, la HDi convencional con cambio manual -124 g/km de CO2- y una interesante e-HDi, que mantiene la potencia pero rebaja el consumo y las emisiones. Esta variante, que sólo está disponible con el cambio de embrague pilotado, cuenta con el mejor sistema Start&Stop que hemos probado -lo comparte con Citroën-, incluso superior en refinamiento y calidad de funcionamiento al del Porsche Panamera Turbo, nuestra anterior referencia.Consigue un gasto medio oficial de 4,4 l/100 km y 115 g/km de emisiones de CO2, que a partir del verano bajarán a 109 g/km en cuanto le instalen los álabes en la calandra, que mejorarán su aerodinámica. Quizá no sea esta una versión muy prestacional, pero para el excesivo control de velocidad actual es más que de sobra y se desenvuelve dignamente. Por su parte el motor 2.2 HDi de 204 CV disminuye emisiones y mejora prestaciones; incluye la turbina del turbo en titanio, inyectores piezoeléctricos de 8 orificios, reduce el rozamiento interno, baja el ralentí 100 rpm, retoca el cambio automático que obligatoriamente lleva de serie y adopta el Volt Control. Total, 73 g/km menos.El comportamiento del nuevo Peugeot 508 es más agradable que dinámico y tiene un buen nivel. Transmite la calidad de rodadura de las últimas creaciones de la marca, aunque esto se supedita al acabado elegido, ya que el acabado GT cuenta con esquema de suspensiones propio, con dobles triángulos y pivote desacoplado; las versiones normales apuestan por el falso Macpherson, que es más confortable. Detrás en ambos casos lleva un multibrazo. Ahora ya sólo toca probarlo a fondo y someterlo a nuestras habituales pruebas y comparativas para ver dónde se ubica, pero con esta breve toma de contacto ya tenemos claro que hará un buen papel. Sus precios van desde los 23.400 euros a los 38.500 euros y está disponible con 4 acabados. Desde la más básica cuenta con el aire acondicionado, el ESP, control de velocidad y el habitual equipo de airbag.