Opel Astra 5p 1.7 CDTI 110 CV

En plena lucha por la economía, la versión de acceso del Opel Astra se constituye como una excelente opción rutera sin que el consumo sea un problema. Estética, calidad de marcha y agilidad compensan sobradamente a un motor modesto que cumple con la exigencia diaria.

Opel Astra 5p 1.7 CDTI 110 CV
Opel Astra 5p 1.7 CDTI 110 CV

Seiscientos euros, unas prestaciones más modestas y algo más de medio litro de combustible de diferencia en consumo medio homologado cada 100 km. Esas son, a grandes rasgos, las diferencias entre la versión de 125 CV del Opel Astra y este 110 CV que nos ocupa. Y con esas cartas de presentación en la mano, el compacto alemán se ha revelado como una máquina de devorar kilómetros de bastidor ágil, comportamiento intachable y excelentemente equipada. Uno de esos automóviles en el que desde el primer momento es fácil encontrarse cómodo, viajar durante horas y bajarse de él aún con una sonrisa en los labios.

Porque, conscientes de la vital importancia del Astra, en Opel apostaron por un producto de excelente calidad, de ambición premium, y que representara un enorme paso adelante respecto al modelo al que sustituía. Pese a la ruptura que supuso con el anterior, comparte con él algunos elementos, entre ellos el veterano motor 1.7 que se constituye como uno de los componentes mejorables, superado por la competencia que se beneficia de poder disponer de unidades con emisiones inferiores a 120 gramos de CO2, exentas del impuesto de matriculación.

Pese a su veteranía, se muestra voluntarioso, muy capaz, con suficiente empuje ya a 1.250 rpm para tirar de una sexta marcha de casi 55 km/h a 1.000 rpm. Su consecuencia directa: que no sea necesario reducir marchas para encarar la mayor parte de las cuestas ni penalizar demasiado un consumo que está en línea con el de la competencia y llega a mejorar las cifras de, por ejemplo, el Ford Focus 1.6 TDCi 109 CV. 

Quien busque prestaciones espectaculares mejor mire hacia otra versión. Pero si lo que se lo que se valora es el agrado de uso, la calidad de los materiales, la comodidad y los bajos costes de utilización, este Astra 1.7 CDTi de 110 CV se convierte en una opción a tener en cuenta.

Unido al excelente aislamiento del que hace gala el habitáculo, no es de extrañar que donde más se puede disfrutar el Astra 110 CV sea en vías despejadas.  No por ello habría que huir de zonas donde el chasis marque las diferencias.

Porque el chasis que nos ocupa es muy bueno. Pese a que el eje trasero torsional, con timonería de Watt en este caso, pudiera parecer una solución antigua, su  respuesta a las exigencias es más que buena ya que mantiene la trayectoria en todo momento respondiendo a los cambios de apoyo con actitud ejemplar prácticamente como si se tratara de un eficaz multibrazo. Y si, como fue nuestro caso, lleva incorporado el sistema de amortiguación inteligente Flexride,el Astra adquiere una atractiva doble personalidad, de coche cómodo cuando así se desea y de mínimo balanceo cuando se trata de ir deprisa. En esos casos, el freno se convierte en un aliado por su facilidad de dosificación. Pasado un mínimo recorrido inicial bastante blando, el pedal se vuelve duro facilitando la dosificación de una frenada que por poder de parada y eficacia a la fatiga se encuentra entre lo habitual en el segmento, con poco más de 70 m en el 140-0 en tres frenadas consecutivas: mucho más de lo que se realizará en la vida diaria.

Y es que, no nos engañemos, el Astra es un coche de utilización diaria. Cuanta más, mejor, aunque como sus rivales, diste mucho de ser perfecto. Sus más de4,40 m de longitud podían dar un habitáculo más generoso ya que, por ejemplo, ofrece una media de casi 3 cm menos en anchura y altura tanto en las plazas delanteras como las traseras y, especialmente, se le podría exigir un maletero más capaz. También es mejorable la visibilidad periférica. Los gruesos pilares dificultan la labor del conductor en las incorporaciones, cruces y maniobras. Pero por lo demás, la labor del conductor es muy grata ya que no sólo tiene a sus mandos una máquina precisa, confortable y  muy bien aislada del entorno, sino que puede beneficiarse de un espectacular abanico de ayudas a la conducción. Entre ellas, el sistema de reconocimiento de señales que indica en el tablero la velocidad máxima permitida, todo un garante de tranquilidad en estos tiempos de persecución de los excesos que vivimos.

Prestaciones suficientes y todo el énfasis puesto en la calidad de vida a bordo para los ocupantes. Equipamiento de gran calidad, buenas realizaciones y mucho confort caracterizan un coche que mejora en todo a su predecesor poniendo a Opel muy cerca de los mejores.

  • Calidad percibida
  • Confort de marcha en ruta
  • Economía de uso

  • Habitabilidad y visibilidad mejorables

  • Motor áspero en frío
  • Coche pesado