Audi A6 4.2 Quattro Tiptronic

Mantener el grado de representatividad y lujo de un automóvil de esta categoría, cuando bajo el capó delantero se esconde un poderoso motor de 4,2 litros y 300 CV de potencia, no resulta una operación nada sencilla. Sin embargo, en Audi, saben muy bien cómo conseguirlo y buena prueba de ello es esta lujosa, potente y segura versión del A6.

Audi A6 4.2 Quattro Tiptronic
Audi A6 4.2 Quattro Tiptronic

La inclusión de la tracción quattro ya supone una mejora evidente sobre las versiones de tracción delantera, puesto que en el tren trasero se cambia el esquema de suspensiones de unas ruedas tiradas a un paralelogramo deformable. Además, la tracción integral hace que contemos con una seguridad y aplomo destacables con el asfalto seco y una palpable mejora del mismo cuando las condiciones meteorológicas son adversas. Evidentemente, es en las carreteras nacionales o autopistas donde encontramos su hábitat natural, pero tampoco se puede decir que no nos sintamos a gusto con él en el resto de los trazados. Es más, resulta sorprendente comprobar como, a pesar de su tamaño y peso, se puede circular con rapidez por zonas con muchas curvas; y, todo ello, transmitiendo al conductor un alto grado de seguridad, ya que, en ningún momento, el coche hace movimientos extraños que puedan restar confianza al conductor. Tampoco podemos olvidar que, entre su equipo de serie, se dispone del control de estabilidad -ESP-, con lo que el alentador panorama de seguridad que ofrece este modelo resulta verdaderamente elevado. La dirección cuenta con demasiada asistencia cuando circulamos a alta velocidad y, aunque mantiene un buen grado de aplomo, reduce en bastantes enteros la precisión de trazada. El equipo de frenos cuenta con una buena resistencia al trabajo duro y detiene el coche en unas cortas distancias con gracias a la presencia de los discos ventilados en los dos trenes y, tampoco podemos olvidarnos, de la ayuda de los anchos neumáticos opcionales que llevaba nuestra unidad de pruebas. El nuevo A6 4.2 resulta un automóvil cómodo, lujoso, con un buen nivel de representatividad que cuenta con unas altas prestaciones y un comportamiento verdaderamente seguro en todas las circunstancias. Además, es perfecto para aquellos que no puedan, o no deban, tener -como reza el anuncio- «un coche mejor que el del director general», pero que no se resistan a tener un gran coche.