Mercedes S400 CDI

Tanto por sus cualidades dinámicas, como por la amalgama de elementos de control, información, climatización y confort de que dispone, este modelo ofrece una configuración absolutamente cósmica, también en lo que se refiere a su precio, ya en sí mismo suficientemente exclusivo.

Mercedes S400 CDI
Mercedes S400 CDI

Como si de una competición se tratase —¿acaso no lo es?—, todos los fabricantes se han metido en una carrera en la que buscan obtener el galardón del más... “lo que sea". En el capítulo técnico, las preferencias están dirigidas hacia las mecánicas Diesel, e incluso en la categoría de las berlinas de representación se elige este tipo de motores para alcanzar el escalón más alto. Este V8 de 4 litros y 250 CV es el Diesel de mayor rendimiento de la producción mundial. Pero si hablando de la mecánica nos encontramos ante una excepcional realización, el resto del coche no desentona en absoluto. Todo en el S400 CDI es descomunal y superlativo, desde sus dimensiones exteriores —más de 5 metros— hasta su precio, pasando por el equipamiento, la ostentación y el lujo que transmite. Sus ocupantes se sentirán transportados con un mimo y un refinamiento que sólo son capaces de ofrecer tres o cuatro modelos en el mundo. Para alcanzar esos 250 CV de potencia —5 CV más que su eterno rival, el BMW 740d— los técnicos de Mercedes han recurrido a la técnica common rail, aunque en esta ocasión son dos conductos, uno para cada fila de cilindros, los que se encargan de alimentar a los inyectores. Disponen de siete orificios, inyección piloto para reducir la sonoridad y un avanzado sistema de control electrónico en la bomba, que es de presión variable y que aumenta o disminuye el flujo en función de la carga aplicada al motor. La sobrealimentación corre a cargo de dos turbocompresores de geometría variable y un intercambiador aire/agua que se encarga de enfriar el aire de admisión. Para optimizar la reducción de emisiones, se utilizan hasta cuatro catalizadores de oxidación que permiten limitar eficazmente la emisión de partículas y de monóxido de carbono. Las cifras obtenidas frente al cronómetro están muy cercanas a las del BMW 740d y a las del Audi A8 3.3 TDi. Si todos los valores son sobresalientes, hay que hacer una especial mención a la recuperación y al adelantamiento, ejercicios en los que el abundante par motor disponible, combinado con la caja de cambios automática, arroja unos resultados particularmente brillantes. Independientemente de los factores objetivos o técnicos ya comentados, lo más importante para el conductor de esta versión es la manera que tiene de entregar esa potencia y lo que transmite durante su conducción. No vamos a descubrir a estas alturas la Clase S de Mercedes y lógicamente está mecánica cuenta con todas las ventajas de la gama más alta. El refinamiento, la calidad de acabado y el agrado de conducción están fuera de cualquier suspicacia. Nuestra unidad de pruebas, equipada además con un buen número de opciones, suma a las cualidades intrínsecas una serie de elementos que acentúan la distinción de este modelo. Los asientos y el volante con regulación eléctrica permiten una postura de conducción apta prácticamente para todo tipo de estaturas y gustos. Los asientos son de cuero calefactados y con ventilación forzada. Mediante unos pequeños ventiladores eléctricos, que dejan pasar el aire a través de miles de agujeros practicados en su superficie, garantizan un confort de marcha excepcional y aíslan por completo de las condiciones meteorológicas reinantes.