Mercedes SLK

Con esta nueva generación del Mercedes SLK el Z4 ya no será un problema para la marca de la estrella. Mayor confort de marcha y un interior más sofisticado son tan sólo algunas de las mejoras de la última edición del apetecible descapotable biplaza.

Mercedes SLK
Mercedes SLK

La llegada del actual Z4 con techo rígido escamoteable supuso una amenaza para el Mercedes SLK que, pese a su innegable atractivo, resultaba menos sofisticado, algo más incómodo y con un interior peor diseñado que el de su rival. Precisamente estos tres factores son los que mayor avance han experimentado con el lanzamiento de la nueva generación del Mercedes SLK. Su diseño abandona el aire de familia impuesto por el SLR y toma el estilo del SLS, sobre todo en el frontal. Igual ocurre en el interior, donde hay salidas de aire inspiradas en las del SLS, una nueva disposición de los pulsadores y una combinación de materiales más acertada. Los asientos son de nuevo cuño y el equipamiento disponible aumenta significativamente. El denominado Magic Sky Control es quizá el sistema más innovador del Mercedes SLK, un elemento opcional que aporta aún más practicidad y agrado de uso a este modelo. Se trata de la posibilidad de oscurecer el techo panorámico de cristal casi instantáneamente a golpe de botón, con lo que podemos regular la luz y el calor que entran al habitáculo, reduciendo el trabajo del climatizador en estos tiempos en los que la eficiencia está tomando un papel fundamental. Elementos como el sistema Stop/Start de serie en toda la gama, o el empleo de aluminio para capó y aletas, también están enfocados a la reducción del consumo. Los motores de cuatro cilindros ahora están sobrealimentados por turbo en lugar de compresor volumétrico, con lo que se reducen fricciones internas. Abandonan su característico sonido, pero mejoran su rendimiento y la respuesta no deja de ser bastante inmediata. Partiendo de un mismo bloque y cilindrada (1.796 cm3), el SLK 200 ofrece 184 CV, mientras que el SLK 250 llega hasta los 204 CV. El mayor refinamiento y nivel prestacional corre a cargo del SLK 350, cuyo V6 atmosférico brinda 306 CV y regala los oídos con un sonido precioso. Va asociado obligatoriamente a la caja automática 7G-Tronic, también de serie en el SLK 250, y opcional en el SLK 200.

El comportamiento del nuevo Mercedes SLK y sobre todo el tacto que transmite ha mejorado sensiblemente. Mantiene un nivel de eficacia similar, pero sus reacciones al límite son más fluidas y el grado de confort resulta muy superior en todo momento. Incluso con el paquete deportivo opcional, que incluye suspensión más rígida, es menos seco que antes. Puestos a invertir en extras, el paquete Dynamic Handling consigue elevar las virtudes del bastidor a la máxima potencia, ya que incluye una exquisita suspensión pilotada, aún más confortable y equilibrada que la de serie, así como dirección paramétrica —con una desmultiplicación menos directa en la zona central y más incisiva de lo normal en el resto del giro—. A esto hay que sumar una nueva función del ESP que frena la rueda interior trasera a la entrada de las curvas, para propiciar mayor agilidad.

En cuanto a sistemas de seguridad, el nuevo Mercedes SLK cuenta en su lista de opciones con faros inteligentes, avisador de límites de velocidad y control de velocidad de crucero por radar. Este último tiene capacidad para frenar el coche cuando nos aproximamos demasiado rápido a un obstáculo a causa de un despiste, incluso cuando el control de crucero está desactivado. En definitiva, un capricho de coche que ha alcanzado un nivel de madurez de lo más sugerente.

Aceleración 0-100 km/h s 7,3/7,0
Velocidad máxima km/h 240/237
Consumo de combustible ciclo mixto l/100 km 6,4-6,8 (6,1-6,5)
Emisiones de CO2 g/km 149-158 (142-151)
**con cambio automático de siete velocidades
Aceleración 0-100 km/h s 6,6
Velocidad máxima km/h 243
Consumo de combustible ciclo mixto l/100 km 6,2-6,6
Emisiones de CO2 g/km 144-153
Aceleración 0-100 km/h s 5,6
Velocidad máxima km/h 250
Consumo de combustible ciclo mixto l/100 km 7,1
Emisiones de CO2 g/km 167