Lo puedes ver como el familiar del Mercedes CLA, aunque Shooting Brake es, en realidad, una línea de producto más exótica que las carrocerías Estate de la marca. A mi modo de ver, una acertada combinación de diseño, deportividad y practicidad. Y en el caso de este CLA, el modelo con mayor proyección comercial entre los que hoy cubren el papel de berlina media de la casa —Mercedes CLA y Mercedes Clase C, junto a sus respectivas carrocerías sedán, Shooting Brake y Estate— siempre que compres con un poco de cabeza. Y me explico.
La única condición es que te guste el diseño. Aceptado, no hay dato cuantitativo que no deje caer la balanza en favor de esta nueva carrocería desarrollada, te recuerdo, sobre la arquitectura de tracción delantera del Clase A. El primero de ellos, el precio. Sólo cuesta 600 euros más que el CLA "a secas", bastante poco dinero habida cuenta de la diferencia de habitabilidad y funcionalidad que hay entre un coche y otro, aunque no quiero decir con ello que el CLA Shooting Brake sea especialmente amplio, sino que la carrocería sedán resulta demasiado pequeña para viajar con personas de talla media en las plazas posteriores. Respecto al Clase C, es cierto que existe una enorme diferenciación que deberás valorar, fruto de la diferente plataforma, calidades o posibilidades de equipamiento con elementos donde el CLA no puede llegar, como la suspensión neumática, aunque no se me ocurren razones verdaderamente de peso para gastarme 3.000 euros más en el Clase C equivalente, ni cuatro mil euros más en el C Estate.
Tampoco te negaré que el Clase C es el algo más refinado, que sus interiores están más trabajados y que si accedes a Mercedes como paradigma del confort, el Clase C representa claramente mejor esa figura; otra cosa es cuánto valoras salirte de ese punto de equilibrio que puedes encontrar en el CLA Shooting Brake en su papel de berlina media con un mínimo más que razonable de habitabilidad y practicidad y un acertada puesta a punto que, según la configuración de chasis que hagas, puede tener una orientación más confortable o dinámica, aunque siempre con un marcado carácter deportivo, herencia directa de su hermano pequeño, el Clase A.
Encuentra ese equilibrio
A razón de 2.820 euros podrías tener diferentes personalidades de chasis a toque de botón en un Clase C, gracias a sus suspensiones neumáticas. Para el CLA Shooting Brake, te juegas parte del bienestar y satisfacción al volante en función de la suspensión que elijas, desde una estándar de enfoque más rutero, pasando por una intermedia con el amortiguador de serie y muelles más cortos —Línea Urban, por 644 euros—, de las cuales aún no puedo opinar, hasta la que viene integrada en el Paquete Exclusivo AMG Line de la unidad probada. Por 2.163 euros incluye, además de la amortiguación deportiva con tren de rodaje rebajado, una inmensa lista de elementos de gran valor y accesorios decorativos que contribuyen a darle al Shooting Brake un aspecto más deportivo.
Configuración que convierte a este CLA en un coche muy directo, eficaz y divertido gracias a mínima oscilación de carrocería y preciso eje delantero que, combinado con sus proporciones y no excesivo peso, te proporciona gratificantes sensaciones al volante. Aunque razonablemente incómodo cuando el firme no está como un espejo, creo que es una opción como para pensárselo dos veces, así que si lo que te gustan son los complementos estéticos y no quieres montar esta amortiguación, tienes la solución en Línea AMG, por 2.251 euros.
Aún a ciegas, apostaría a que el punto de encuentro para viajar en familia y disfrutar de un coche eficaz, divertido y dinámico lo tienes con la opción intermedia. Lo que sí resulta evidente, incluso en unidades como la nuestra, es que el CLA Shooting Brake no es una mera transformación de carrocería sobre su punto de partida, el Clase A, sino mucho más, toda vez que, desde la misma puesta en marcha, sientes una mejor y más elaborada integración mecánica en todos los sentidos.
Comportamiento del Mercedes CLA Shooting Brake
Ágil y rápido. Volviendo a tomar el Clase C como referencia, en el CLA la transmisión automática corre a cargo de un doble embrague con idéntico número de marchas que el convertidor de la berlina mayor, no tan suave en su trasiego de marchas, pero sí muy rápida y capaz de sacar lo mejor del bloque 2.1 de 177 CV: su empuje y consistencia a medio régimen. Porque a decir verdad, no es un motor que gire cómodo a alto régimen ni tampoco el paradigma en untosidad y refinamiento mecánico. Aunque por poco, y en parte porque hay una diferencia de 150 kilos de peso, el CLA Shooting Brake rebaja los tiempos de aceleración de un C Estate con idéntico motor, pero también los consumos en carretera hasta en unas más que apreciables 7 décimas.
Te decía al inicio que al CLA Shooting Brake no le sobran centímetros, pero sí te ofrece los que le faltan al CLA sedán: gracias a la prolongación de la línea del techo, los escasos 86 cm —muy en el límite— se convierten en unos mucho más habitables 92 cm que aportan, además de espacio real, mayor sensación de desahogo, aunque por anchura, configuración de la banqueta posterior —la propia Mercedes la define como 2 1—, o dimensiones del túnel de transmisión, el CLA, sea o no Shooting Brake, no ofrece unos mínimos de espacio y confort para un quinto pasajero.
El Mercedes CLA Shooting Brake, en pocas palabras
Aceleración. Insignificante pérdida de prestaciones respecto al CLA sedán, apenas dos décimas de diferencia que pueden estar justificadas por el ligero aumento de peso.
Cambio. Como buen doble embrague, logra ininterrumpida entrega de potencia entre cada cambio de marcha y resulta más rápido que el 7G Tronic del Clase C, aunque no es tan suave
Frenada. Sus distancias no se corresponden con el generoso equipo de frenos y ruedas que equipa esta unidad, aunque, eso sí, mantienen bien el tipo ante el trato duro.
Consumos. Sigue haciendo un magnifico papel, consumiendo en carretera a ritmo ligero alrededor de 5 litros de media. Con idéntico motor, Clase C Estate gasta casi un litro más.
Adelantamiento. Lo mejor que tiene el motor es su gran pegada a medio régimen, permitiendo recuperaciones muy ágiles incluso en modo manual y saliendo desde marchas largas. Ante la duda, el "kick down" lo soluciona aún más rápido.
Habitabilidad y peso. No sobra un sólo centímetro, pero al menos, no faltan, tal como le sucede al CLA normal, con claro hándicap en altura trasera. Respecto al C Estate, el CLA Shooting Brake pesa casi 150 kilos menos.
Potencia y par. No es un prodigio de refinamiento, ni de respuesta a alto régimen, pero con gran cilindrada concentra mucho y buen empuje desde que se pone en movimiento y hasta las 3.500 rpm, manteniendo bien a raya, además, los consumos.
Sonoridad. A plena aceleración el 220 CDi queda en evidencia por un nivel sonoro más elevado de lo deseable. A alta velocidad, excelente "penetración" aerodinámica.
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