Desde hace tiempo, Porsche. Desde hace bien poco, Bentley. Ahora, Maserati. Inminentemente, Jaguar. Y no dentro de mucho será Lamborghini. Ya no entro en estado de shock cuando una marca especialista en un tipo muy concreto de producto y en estos casos en materias tan rigurosas y explícitas se adentran por otros caminos para concebir un nuevo tipo de automóvil, contra natura de su historia, tradición y valores. No adivino a ver cómo será el coche del futuro, pero si esto sigue así es muy posible que el estándar sea el formato SUV que hoy está revolucionando la concepción del automóvil. Y tendrá que haber SUV orientados a todo tipo de público.
La historia de Maserati es larga. Hasta centenaria. A lo largo de sus 102 años de vida la marca italiana ha tenido altibajos. Ha pasado por varios propietarios desde que los hermanos Maserati la fundaran y ahora al amparo de Fiat parece más fuerte y pragmática que nunca. Hoy Maserati es un muy exclusivo fabricante con dos exquisitas berlinas de lujo de altas prestaciones (Ghibli y Quattroporte) y un doble soberbio coupé (Gran Turismo/Gran Cabrio) en su catálogo, que ha afrontado el "encargo" de la sociedad y ha desarrollado lo que es el primer SUV de su historia. Con el Levante, Maserati integra un nuevo tipo de automóvil en su gama, pero desde la misma perspectiva de hacer arte automovilístico en diseño, imagen, lujo, deportividad y sensaciones para dar forma y función al Levante. No en vano, esperan que el Levante suponga más del 50 por ciento de las nuevas ventas de Maserati y no significativamente en detrimento de sus berlinas, por lo que supondrá prácticamente doblar la producción de la marca.
Maserati Levante: el deportivo
La plataforma de sus berlinas ha servido de base para el Levante. Sobre ella, Maserati ha colocado una carrocería elegante y discreta, mas con un frontal muy personal, donde su inmensa parrilla es protagonista por su tamaño y las laminas activas que se abren y cierran en función a ciertos parámetros y que en parte son responsables del coeficiente aerodinámico (solo 0,31) más bajo del segmento, según Maserati. También su centro de gravedad es el más bajo entre sus elitistas rivales, entre los que el Porsche Cayenne y el Range Rover Sport parecen ser los principales señalados por el Levante. Además, Maserati ha recurrido al aluminio para la fabricación de las puertas, capó, portón y la estructura delantera del chasis para contener el peso. Y esto también ha servido para conseguir un reparto de peso entre ejes del 50/50 por ciento. Sobre elaboradas estructuras multibrazo de suspensión delante y detrás, el Levante monta de serie muelles neumáticos con hasta 6 niveles de altura y amortiguadores activos tipo Skyhook, gestionados electrónicamente de forma individualizada. La tracción Q4 AWD prioriza enormemente la propulsión sobre el eje trasero, que en condiciones normales y habituales recibe el 100 por ciento del par. En 150 milisegundos su embrague multidisco central es capaz de desviar hasta el 50 por ciento del par al eje delantero, trasvases que puedes ver en su cuadro de relojes en cuánto y cuándo se produce. El trasero integra un diferencial mecánico de deslizamiento limitado y además en ambos ejes aparece la función electrónica Torque Vectoring, que favorece la actitud y tracción del Levante en curva.
La interacción de todo resulta intachable, porque desde que te pones a los mandos del Levante, la sensación es la de creerte la inmensa deportividad por dinámica que también te puede transmitir un SUV. Obviamente sus poco más de 2 toneladas de peso no te hacen sentirlo ligero, pero tampoco aparatoso en tortuosos trazados de montaña donde jamás pensarías ser capaz de ir como te lo permite el Levante. La dificultad de frenarlo e inscribirlo en curva es mucho menor de lo que podrías pensar, te lo aseguro, y por si fuera poco, su actitud a la hora de darle salida acelerando es la de redondear la trazada. Por su tamaño y peso podrías tomarte las curvas cerradas como un punto a sacrificar, frenarlo bien, que tiene equipo para ello (cuatros discos de acero ventilados y pinzas de hasta 6 pistones para un deceleración y resistencia muy elevadas), y dejarlo ir hasta que lo tienes de nuevo alineado, pero no, este Levante también se presta a ser conducido desde el principio de la curva con el acelerador.
Tienes diferentes modos de actuación sobre chasis y motor, con los que modificas altura y dureza de la suspensión y respuesta del motor. Si como en mi caso la experiencia es con el Levante S 3.0 V6 de 430 CV (desde 105.360 €), entonces el éxtasis es total. A la bestial capacidad de empujar (solo 5,2 segundos en alcanzar los 100 km/h) de este motor fabricado por Ferrari, suma la capacidad de sonar. Dependiendo del modo de conducción elegido, el Levante canaliza los gases de escapes a través de diferentes recorridos, haciendo de su acústica de escape algo realmente emocionante. Entre rateos de escape y descargas de los turbos (uno por bancada), el Levante te lleva a sentir unas sensaciones de conducción propias del deportivo biplaza más integro. No falta un rapidísimo cambio automático de manejo secuencial, con enormes levas fijas tras el volante, con 8 relaciones, que te deleita con reducciones con "doble tacón", para hacer de su conducción efectivamente una experiencia a la altura de la deportividad de la marca.
Maserati Levante: la berlina
Pero antes, el Maserati Levante es seguramente la formidable berlina que buscas. Su habitáculo es muy amplio y la sensación es la de ir en su SUV con un punto de caderas algo más bajo de lo habitual entre los grandes modelos del mercado. Te sientes muy bien integrado como conductor (hasta los pedales del freno y acelerador se puede regular en distancia), en un espacio donde respiras exquisito gusto, elegancia y deportividad. Por defecto, el Maserati Levante propone un modo de actuación normal, que se corresponde con una altura media de suspensión (207 mm de altura libre al suelo) y una respuesta suave de la amortiguación. Motor y cambio se asocian para remarcar la suavidad de funcionamiento y el escape rebaja los decibelios. En ese momento el Levante se disfruta por su usabilidad, por su fácil, cómoda y agradable conducción. Por encima de 130 km/h la suspensión baja automáticamente a una altura inferior (modo Aero1, -20 mm) y a Aero2 (-35 mm) por encima de 185 km/h. Percibes un coche deportivamente cómodo, preciso, sólido y súper estable que bachea sin sequedad aun con las llantas de 20 pulgadas opcionales probadas (desde 18 hasta 21, según versiones y opciones).
Así es un inmenso rodador de autopista y aquí es donde justificarás también la existencia de una versión Diesel 3.0 de 275 CV (desde 82.275 €). No es aquella bestia de 430 CV de gasolina de la que te he hablado más arriba, pero el Levante Diesel también te ofrece muchísimo y buen empuje desde ralentí. Para el crono a 100 km/h en solo 6,9 segundos y homologa un consumo medio de 7,2 l/100 km. Este motor lo fabrica VM Motori y su acústica merece también ser escuchada. Maserati igualmente ha trabajado en la cola de escape para modificar y acrecentar un sonido que entre los motores Diesel del mercado merece ser reconocido seguramente como el más excitante del mundo.
Maserati Levante: el SUV
Fuera de los asfaltos de las mejores carreteras y de las mejores autopistas, el Maserati Levante también asume ese reto para el que supuestamente se desarrolló el vehículo SUV. Pisar tierra, coronar cuestas, vadear pasos de agua... Si no te duele tu conciencia, para todo ello está sobradamente preparado el Levante. Quizá su mérito no está en seleccionar el modo off road 1 ( 20 mm de altura hasta 90 km/h) o el 2 ( 35 mm hasta 40) para avanzar por donde puede llegar a hacerlo simplemente por una cuestión de tracción, potencia y altura libre al suelo, sino que un coche que te ha llevado por autopista con un confort encomiable a velocidades de vértigo y que lo has conducido y sentido como un específico deportivo en tortuosos y rápidos trazados de montaña, sea a continuación capaz de llevarte por la inclinadísimas pistas de una explotación minera abierta con la facilidad, comodidad y despreocupación que te transmite. El Levante cuenta con una elevada resistencia a la torsión y esto te lleva a sentir una gran calidad de construcción en situaciones de uso tan extremas. Si tu objetivo es irte a esquiar en tu Levante, Maserati incluso se atreve a afirmar que el Levante ofrece el mejor comportamiento sobre nieve e hielo del segmento.
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