Cuando te acercas al Lexus RC 300h con la llave en el bolsillo y se ilumina el tirador de la puerta, las luces de cortesía exteriores, el cuadro de mandos y algún que otro detalle retroiluminado del interior, ya sabes que estás ante un coche especial, de esos en los que las ventanillas deceleran antes de llegar al final de su recorrido, el tacto de los mandos es perfecto y el sonido de las puertas al cerrarse denota calidad. Nada nuevo en un Lexus, ni siquiera el sistema híbrido con el que sales del garaje discretamente, en silencio y sin humos. Todo lo contrario que en el salvaje Lexus RC F que corona la gama, impulsado por un sonoro V8 atmosférico de 477 CV, modelo al que sigue un Lexus RC 200t de 2 litros turbo y 245 CV que no se comercializa en nuestro país. El híbrido, de 223 CV, es por lo tanto el escalón de acceso a la familia Lexus RC.
Lexus RC 300h: refinamiento nipón.
En el primer contacto con el Lexus RC 300h tuvimos ocasión de conducir este coupé con el nivel de acabado F Sport (54.600 €), asociado a un completísimo equipamiento de serie en el que se incluyen amortiguadores activos (AVS), con una función que mitiga el balanceo endureciendo los del lado exterior de la curva y ablandando los del interior. Esta vez, en cambio, nuestra unidad de pruebas monta la suspensión convencional, a la que no se le puede poner ninguna pega... salvo que hayas probado la AVS, que es todavía mejor. En cualquier caso, el confort que proporciona el Lexus RC 300h y la calidad de rodadura son dignas de una cómoda berlina de lujo, pero a la vez logra un óptimo compromiso en materia de estabilidad y precisión de guiado en zonas viradas, siempre en combinación con una dirección muy trabajada y con un tarado de lo más acertado. Equilibrado y con reacciones muy nobles y progresivas, el bajo centro de gravedad del Lexus RC 300h compensa en cierto modo el exceso de peso de las baterías y del sistema híbrido, aunque no hay que esperar unas reacciones tan deportivas como puedes pensar al ver su agresiva estética.
El chasis del Lexus RC 300h es impecable y muy eficaz, pero extremadamente dócil y acompañado de una entrega de potencia muy progresiva debido al "resbalamiento" de la transmisión, de funcionamiento similar a un cambio de variador continuo, algo que lo convierte en un modelo poco o nada radical. Por el contrario, aporta un alto agrado de uso para los desplazamientos normales, sin pretensiones deportivas, pero no exento de agilidad y dinamismo. La suavidad es la nota dominante, envuelta en una carrocería que atrae miradas allá por donde pasa, y con un refinado funcionamiento de todo el apartado mecánico, incluido el siempre delicado tacto de frenos de los coches híbridos y eléctricos, que en este caso no presenta ninguna pega y se dosifica con total precisión.
El Lexus RC 300h es, en definitiva, un coupé diferente y cargado de atractivos, no sólo a nivel de diseño y cuidada realización, sino también en lo que a tecnología y meticulosa puesta a punto se refiere.
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