Kia Ceed 1.6 CRDi Active ISG

No es un esprínter, ni arrancó antes para llegar primero. Pero el Kia Cee’d sigue cogiendo forma. No para… salvo en semáforos con su ecológico nuevo sistema Stop/Start. Actualizado, baja tiempos y mucho consumo con el mismo buen espacio y con total garantía comercial. La carrera de fondo ha comenzado: hora de ganar posiciones

Kia Ceed 1.6 CRDi Active ISG
Kia Ceed 1.6 CRDi Active ISG

Ya es el modelo más vendido de Kia, pero no parece suficiente. Tras su lanzamiento, coronado en 2007 como gran sorpresa del año, el Kia Cee’d no termina de avanzar comercialmente. No, al menos, como merece. Puede, eso sí, que dos factores le hayan frenado. Por un lado, la falta de sal en una imagen correcta pero poco personal. Nunca ha vuelto cabezas. Por otro, la poca confianza en el producto coreano… por más que creamos que valga lo que cuesta (el precio es similar a sus rivales europeos, también la calidad) y que se desmarque con garantía de 7 años en motor, cambio y transmisión. A Kia, por tanto, no le quedaba más remedio que refrescarlo para situarlo nuevamente en primera línea, dando además el salto hacia la hoy indispensable mayor eficiencia. Toca esperar ahora su recibimiento.

Misma equipación

De momento, aseguramos que al Kia Cee’d le ha sentado bien el cambio. La materia prima era buena, y los nuevos ingredientes redondean el conjunto. A fuego lento, Kia está fraguando uno de los compactos más interesantes. Y eso que su imagen exterior queda prácticamente intacta. Quizá su único verdadero aspecto criticable.

Cierto es que el Kia Cee’d estrena ahora la nueva parrilla frontal de la marca, además de nuevos intermitentes o paragolpes, que incrementan su longitud total en 2,5 centímetros. Cambios, sin embargo, que apenas se distinguen en vivo y que rompen, además, el único rasgo personal del que gozaba. Esta vez, el Kia Cee’d abandona sus simpáticos pilotos traseros en espiral por falsas ópticas tipo LED. Y decimos esto porque, en realidad, es una simulación de la cubierta: dentro se esconde la clásica bombilla. Tampoco el habitáculo oculta grandes modificaciones, pero aquí no eran necesarias.

La sensación de calidad percibida en el habitáculo del Kia Cee’d es alta, mejor que en muchos rivales europeos tanto en materiales (gran salpicadero acolchado o cromados imitación aluminio) como en ajustes. El espacio sigue brillando en cualquiera de sus filas (entre los mejores, con mención especial a la gran distancia trasera para piernas) y aplica soluciones simples, pero inteligentes. Como un amplio reposapiés izquierdo que mejora la cómoda postura de conducción, mucho hueco de almacenamiento con tapa o espacios abiertos, guantera climatizada de hasta 6,5 l o un correcto maletero que gracias a un compartimento oculto y a una red de sujeción (¡cuánto lo agradecerá la compra!) genera gran practicidad.

Ahora, además, son nuevos en el Kia Cee’d el volante y sus atrevidos mandos en los radios inferiores y un completo ordenador de viaje en la instrumentación con indicador de cambio de marchas incluido. También el prominente pomo del cambio… aunque no termina de convencernos en ergonomía, y tampoco en enclavamiento de marchas. Falta precisión. Curioso, porque poco en mecánica desentona en un producto, por lo demás, muy sofisticado.

Avituallamiento

Hemos mencionado la gran postura, con asientos firmes de mullido que resisten muy bien el paso de kilómetros. Pero es que el tacto de mandos no queda atrás. Este Kia Cee’d 1.6 CRDi destaca por suavidad… y componentes. Y, si no, vean: la dirección es eléctrica, pero muy buena en guiado, estilo hidráulica; equipa un todavía avanzado eje trasero multibrazo (ni Citroën C4, Opel Astra, Peugeot 308 o Renault Mégane llegan a él) y, siempre de serie, eficaces neumáticos Michelin Energy Saver de baja resistencia a la rodadura.

A ello, el Kia Cee’d une una gama mecánica de categoría, en especial por su gran propulsor 1.6 turbodiésel de 115 CV aquí probado. Terminó por «cargarse» en el Cee’d al superior 2.0 CRDi de 140 CV. Porque ahora que tanto se habla de la dulzura del nuevo 1.6 TDI del grupo VW, este Kia casi le sonroja mejorando incluso valores de sonoridad al ralentí y en marcha, lo que habla también del buen aislamiento del Cee’d. Eso sí, sigue vibrando algo a bajas vueltas en marchas largas y, en su paso por fábrica, notamos una ligera merma de rendimiento hasta 1.500 rpm (desde ahí, fantástico).

Rápido (tanto en subir de vueltas como en calentarse) y con mucha fuerza desde bajo régimen, con el 1.6 CRDi del Kia Cee’d siempre creemos disponer de más de los 122 CV reales que arroja. Y, además, resulta refinado.

Stop/Start=ISG

Pero el renovado Kia Cee’d también repone fuerzas con dos excelentes novedades. Primero, por el nuevo cambio de seis relaciones en lugar de las cinco de antes. Es sólo una más, pero permite ajustar mejor los saltos de marchas. Aquí se agradecen también desarrollos nada largos que redundan en mayor agrado de uso, en mejores prestaciones y consumos más reducidos, aquí por el desahogo que proporciona la 6ª (plenamente operativa desde 80 km/h). Claro que también contribuye un segundo componente: el nuevo sistema de parada y arranque del motor en detenciones (ISG lo llama Kia).

Como todos los sistemas Stop/Start, El ISG de Kia en determinadas situaciones no funciona (desempañador activado, temperatura inferior a 3º…), pero termina por convertirse, en atasco y ciudad, en gran herramienta de economía. Su actuación es suave y contribuye al ahorro. De hecho, este Kia Cee’d marca grandes cifras: 5,7 l/100 km de consumo medidos, no sólo 1,1 l/100 km menos que el anterior Kia Cee´d 1.6 CRDi, sino mejor incluso que los muy publicitados Seat León Ecomotive (6,1 l/100 km), Focus Econetic (6,0) o Renault Mégane dCi (6,1). 

Eso es, desde luego, ecología, porque, además, en el Kia Cee’d no implica merma en prestaciones. Al contrario, apoyado en su nueva transmisión y en la reserva de aceleración del 1.6 CRDi firma grandes marcas. Hasta el punto de «meter» hasta tres segundos al anterior Kia Cee’d en recuperaciones y adelantamientos, y hasta más de cinco a Seat León Ecomotive y Ford Focus Econetic.

Prestaciones… y el buen comportamiento de siempre. De hecho, con la batalla más larga entre sus rivales (2,65 metros) y una rigidez torsional anunciada un 27% superior al Ford Focus, el Kia Cee’d muestra una solidez de pisada y una progresividad de reacciones encomiable. Casi como un Volkswagen Golf. Ágil, con poco balanceo en apoyos, un tren delantero rápido y una trasera bien sujeta (hace 2 años ya sacó los colores en nuestros eslalon a los Seat León Cupra R y VW Golf R32) ofrece gran dinamismo, aunque por configuración de suspensiones (gran capacidad de absorción) se convierte casi en especialista del confort.

¿Qué le queda pues a este Kia Cee’d? Puede que sólo imagen: eso sí, tanto personal como de marca. Porque, hasta en versión básica Active, el equipamiento es completo en confort y seguridad, añadiendo ahora el antes inexistente control de crucero y sistema de arranque en pendiente. ¿Y su precio? Pues, con descuento oficial de 3.250 euros, se sitúa entre los más competitivos del segmento, rivalizando con el Citroën C4 1.6 HDi. Créanselo.