Ford Mondeo

Tras tres años y medio en las carreteras, el Ford Mondeo recibe la consabida actualización para mantenerse ahí arriba. Matices de diseño, dos nuevos motores y sobre todo un nuevo equipamiento de seguridad asientan sus bases.

Ford Mondeo
Ford Mondeo

Prácticamente en todas las áreas se ha puesto al día el nuevo Mondeo. Los dos nuevos motores que recibe se convierten en las versiones más potentes de la gama, pero también se han estandarizado ciertas aplicaciones de las específicas versiones Econetic para aliviar consumos y emisiones de escape en toda la gama.Los nuevos motores son un ejercicio de poder, ajenos a lo que demanda nuestro mercado, pero suman valor añadido a un coche que por el nuevo nivel de equipamiento parece querer engarzar con los reconocidos modelos de las marcas premium. En materia Diesel estrena un bloque 2.2 Duratorq TDCi de 200 CV del que poco hay que contar sobre las prestaciones que es capaz de ofrecer. Es un motor con un finísimo funcionamiento que revierte sus números en un poder de aceleración a pruebas de trampas. Su “pegada" es consistente, pero nunca brusca o abrupta. Es plenamente operativo desde un bajo régimen equivalente a un ralentí alto y su subida de revoluciones resulta todo lo progresiva y amable que se espera. Vale lo mismo para definir a la otra novedad mecánica de gasolina, un bloque 2.0 Ecoboost de 240 CV que combina dulzura de giro con una respuesta abundante desde sus primeros giros. En este caso, se asocia indisolublemente con un cambio de doble embrague PowerShift, por lo que la combinación se antoja tan deportiva y gratificante en carretera como cómoda en ciudad. Sobre el bastidor del Mondeo no surgen dudas para lidiar con estos motores. Sobre su ancha y larga huella de sustentación, un eje delantero muy direccional y un firme asentamiento en apoyos aseguran una brillante y sencilla dinámica. No falta opcionalmente una amortiguación pilotada.Ambos son motores emocionales… y racionales. Éstos y todos los demás de la gama estrenan alternadores “desacoplables" que concentran su trabajo en las fases de frenada y deceleración. En aceleración reducen al mínimo su trabajo para restar freno al motor y así reducir los consumos. En esta adaptación inteligente se suma una inédita, en Ford, aerodinámica activa. Inicialmente sólo estas dos nuevas versiones recibirán una parrilla frontal cuyas láminas varían hasta en 15 posiciones su posicionamiento para regular la incidencia del aire de refrigeración. Ford anuncia hasta un 6 por ciento de mejora en el coeficiente aerodinámico cuando se cierran completamente las láminas, en función a la temperatura del motor, ambiente, etc. A estas aplicaciones activas, los nuevos Mondeo suman el gráfico de conducción EcoMode que insta y ayuda al conductor a realizar una conducción energéticamente lo más eficaz posible. Su equipamiento se renueva con un nuevo sistema de navegación, un sofisticado equipo de música, luz diurna de led (también llegan los led a la iluminación interior) o una pantalla de marcha atrás, pero es en materia de seguridad donde el esfuerzo resulta más evidente por las nuevas aplicaciones que recibe. Estos son un sistema de aviso de cambio de carril involuntario que produce una trepidación en el volante cuando el coche pisa una de las líneas blancas que delimitan un carril. Si a estos descuidos se suma una conducción errática con cambios bruscos de dirección, etc, otro sistema (Drive Alert) avisaría al conductor para que tomara un descanso en prevención a causas mayores por un posible estado de cansancio o sueño. Otro toque a la desatención del conductor viene por el sistema BLIS que avisa con una señal luminosa de la presencia de un coche por los ángulos ciegos que momentáneamente no cubren los espejos retrovisores. Probados en el nuevo Mondeo, todos estos sistemas pueden sonar a ciencia ficción pero llevan tiempo en el mercado y su precisión resulta matemática. Otra aplicación interesante esta en su sistema Auto High Beam que automatiza con gran precisión los cambios de las luces de cortas a largas y viceversa en función al tráfico que detecta en el mismo sentido y en el contrario delante de nuestro coche.