Si en estos momentos Ford incide comercialmente en el variante más pequeña de su línea mecánica Ecoboost con tres cilindros asociada al Focus, nosotros ya hemos tenido oportunidad de conducir el polo opuesto, el más prestacional 2.0 con turbo y 250 CV de potencia –en Norteamérica hay Ecoboost de hasta 3,5 litros-. Esta mecánica ofrece el plus adicional de ser fabricada en la planta de Valencia.
Conducido en Barcelona. Ya nos avanzaba el pasado mes de febrero el por aquel entonces responsable de los modelos más deportivos de Ford, Jos Capito –ahora capitaneando los VW más racing-, que el Focus ST “sería un cóctel perfecto entre la más alta tecnología, la más excitante dinámica de conducción y los más altos niveles de refinamiento". Un día después teníamos oportunidad de conducirlo en el trazado barcelonés de Castellolí. Nuestra unidad probada, la familiar Sportbreak en variante cromática Race Red. Por delante, frontal con tomas de aire más grandes y nuevos perfiles aerodinámicos. Por detrás, doble escape central en medio de paragolpes específico y voluminoso alerón superior para mejorar comportamiento aerodinámico. En el costado llantas específicas de
Arranque por botón y nosotros elegimos a golpe de cambio y pie derecho si queremos la parte más práctica del coche
Nos dicen que la sexta del cambio manual queda para desahogar unos consumos que se han reducido un 20 por ciento frente al anterior ST con motor Volvo pentacilíndrico 2.5. Un circuito no es el mejor lugar para comprobarlo y para ello emplazamos a nuestro Centro Técnico, para que nos hable de consumos y de esa presunta personailidad que le debe permitir desenvolverse como un cómodo coche en uso diario sin buscar límites. Nosotros nos hemos tenido que “conformar" con abusar de la segunda, tercera y en muy pocas ocasiones de la cuarta relación. Y si el sonido emborracha, su conducción causa adicción, enlazando curvas con una carrocería que no se manifiesta de atrás ni por asomo, que ni tan siquiera hace que las curvas chirríen, con una dirección de desmultiplicación variable y sistema de compensación de par TSC que nos ofrece más agilidad en tramos rizados obligándonos a girar menos el volante de lo normal. Mucho empuje y constante a merced de nuestro pie derecho. Eficacia y diversión a partes iguales, sin llegar al extremismo, a que te tengas que pelear con el coche. Todo parece fácil. ¿No?
Por comportamiento, pocas pegas le encontramos tanto en conducción relajada como en una más dinámica en circuito. En cuanto a vida a bordo, no es habitual un familiar compacto con 250 CV... pocos hay y menos con este maletero. En cuanto al precio, nos parece caro si hacemos el ratio euro/CV. Si analizamos el consumo, anuncia 7,2 litros oficiales de media y será difícil bajar de 9 fuera de homologaciones.