La pieza más exótica de la gama Ford EcoSport acaba de llegar al mercado. Combina el motor 1.5 TDCi en una nueva variante de 125 CV —por cierto, ya con denominación EcoBlue— y el acabado ST-Line que aporta una magnifica dotación de serie así como un aspecto general, especialmente en el habitáculo, francamente vistoso y agradable.
Por sí solo, el Ford EcoSport es un coche de lo más especial en la categoría; se distingue por tener una verdadera apariencia de SUV, un diseño diferente donde lo más particular es su portón trasero de apertura lateral o una postura de conducción más sobre-levada que la media. Pero también por especializare como SUV tanto como Dacia Duster o Suzuki Vitara, dos de los modelos más robustos de esta categoría, y ofrecer al mismo tiempo un comportamiento y rigor tan bueno como coches de orientación más asfáltica. Ese equilibrio, aunque con ciertos matices, es para mí el verdadero punto fuerte de este polivalente EcoSport que, por cierto, en esta nueva generación, ha mejorado exponencialmente.
PRESTACIONES | Ford EcoSport 1.5 TDCi 125 CV 4x4 ST-Line |
Acel. 0-100 km/h | 11,69 s |
Acel. 0-1000 m | 33,77 s |
Sonoridad 120 km/h | 70,6 dBA |
Sonoridad 140 km/h | 72,2 dBA |
Frenada desde 140 km/h | 73,3 m |
Peso en báscula | 1.484 kg |
Ford EcoSport 1.5 TDCi 4x4: rendimiento
No muy rápido, sí muy seguro. Del motor 1.5 TDi esperaba algo más, aunque apostaría que es uno de esos turbodiésel que se van a "soltar" algo con el tiempo. Si bien, es cierto que es un motor que no lleva nada bien no sólo superar sino acercarse a régimen de potencia máxima, 3.600 rpm, y que tampoco destaca por tener mucha fuerza al bajo régimen ya habitual de motores equivalentes. Es a partir de 1.600 rpm donde demuestra toda su vitalidad, desde ahí con gran suavidad. El margen operativo no es muy amplio, pero EcoSport tiene un as en la manga que permite sacar un magnífico partido del motor. Un cambio extraordinariamente delicioso y muy bien ajustado que da gusto usar. La primera marcha muy corta aporta facilidad para superar zonas mínimamente complicadas fuera del asfalto, y aunque usa una sexta marcha más de fuerza que de economía, al motor le cuesta cierta dificultad mantenerla. Claro que esta versión no es precisamente un peso pluma, y esos kilos de la transmisión se han notado más claramente en aceleración y consumos que en comportamiento dinámico.
CONSUMOS | Ford EcoSport 1.5 TDCi 125 CV 4x4 ST-Line |
Consumo en ciudad | 6,8 l/100 km |
Consumo en carretera | 6,6 l/100 km |
Consumo medio | 6,7 l/100 km |
La tracción total conlleva otro cambio técnico respecto a las versiones 4x2: un diseño más elaborado del tren posterior. Pese a la corta batalla, el EcoSport es, en cualquiera de sus versiones, un coche con una alta estabilidad lineal, mientras que los 4x4 mantienen la agilidad de aquellos y añaden una superior precisión de conducción, más aún en esta versión con ajustes de amortiguación —y dirección— con firmeza digna de SUV deportivo, aunque, eso sí, en más de una ocasión te resultarán algo secas. Muy divertido pero siempre con reacciones naturales, pisar el campo supone descubrir su otra gran cualidad: la enorme robustez de coche y, especialmente, de acabados. Claro que tampoco se puede pedir menos cuando la factura de este EcoSport probado no guarda, precisamente, relación con su talla.
ESPACIO | Ford EcoSport 1.5 TDCi 125 CV 4x4 ST-Line |
Anchura delantera | 136 cm |
Anchura trasera | 129 cm |
Altura delantera | 94/100 cm |
Altura trasera | 94 cm |
Espacio para piernas | 69 cm |
Maletero | 405 litros |
Ford EcoSport 1.5 TDCi 4x4: en conclusión
El Ford EcoSport en sí es un acierto seguro, con excelentes argumentos como su comportamiento y tacto de conducción o sus magníficos acabados y presentación, o la originalidad del coche. Pero decantarse por este TDCi/125 4x4 no supone ni la prestación ni la economía que se presupone a los Diesel de la marca.
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