Desde un punto de vista formal, los SUV, como concepto, son una “aventura” desarrollada por los fabricantes, en su incansable búsqueda de nuevos productos que mejoren sus cifras de ventas. Porque no nos engañemos, en el fondo, no dejan de ser medias tintas, con perdón. Y es que, salvo contadas excepciones, ni resultan tan efectivos como la berlina o el compacto equiparable en dimensiones y potencia, ni tampoco pueden llegar a los sitios a los que podrías acceder con un auténtico todoterreno: y más cuando versiones como éstas no pueden ni equipar tracción total. Pero aquí están hoy multiplicándose y con una gran aceptación comercial: como demuestran estos Ford EcoSport, Nissan Juke y Renault Captur.
La robusta imagen que transmiten, su mayor habitabilidad en lo que a la cota de altura se refiere frente a cualquier utilitario, su posición sobre elevada al volante (que proporciona al conductor un mayor control del entorno y sensación de seguridad) y hasta la falsa sensación de conducir un modelo más seguro en caso de accidente, han calado hondo en el comprador. Y los fabricantes, que son listos, han tomado buena nota, y dedican un importante pellizco de sus presupuestos a la creación de productos nuevos de este tipo. Y no sólo a través de diferentes modelos en tamaño y escalón comercial, sino que la dispersión en cuanto a su filosofía también es cada vez más amplia.
Ford EcoSport, Nissan Juke y Renault Captur: carácter
Buen ejemplo de lo que decimos lo encontramos en los Ford EcoSport, Nissan Juke y Renault Captur que hoy enfrentamos. Los tres atacan en el segmento de los SUV pequeños, y en los escalones más populares además por motorización: sus Diesel de acceso entre 90 y 110 CV. Sin embargo, lo hacen con planteamientos bien diferenciados. En este sentido y atendiendo a sus estéticas y características técnicas, podemos afirmar que el Ford EcoSport es el producto ideal del cliente más «todoterrenero», el Nissan Juke no oculta su inclinación por la deportividad, mientras que el Renault Captur ofrece el carácter más burgués, primando agrado y confort.
Los caminos para llegar a cada uno de estos productos, son muy similares, al menos en lo que se refiere a los propulsores. En los tres casos se ha recurrido a motores Diesel de 1,5 litros de cilindrada, que anuncian una potencia de 90 CV en el caso del Ford EcoSport y el Renault Captur -102 y 98,5 CV, respectivamente según nuestro banco de potencia-, mientras que el Nissan Juke, que utiliza el mismo motor 1.5 dCi de la alianza Nissan/Renault, se desmarca publicitando 110 CV, que en banco encima han llegado en nuestro Centro Técnico a 120,3 CV reales.
Esta mayor potencia del Nissan Juke 1.5 dCi/110 no es casual, sino que obedece a una clara intención del fabricante japonés de desmarcar al alza a su modelo respecto del Renault Captur. Y es que las sinergias están muy bien por economía, pero siempre que no propicien una lucha fratricida entre estos dos productos, que lleve a una canibalización de las ventas de uno respecto del otro. Esta misma justificación explica también que el Nissan Juke sea el único del trío de pequeños SUV en acompañar su motor con un cambio manual de seis velocidades, frente a las cajas del Ford EcoSport y del Renault Captur, que se conforman sólo con cinco relaciones.
Ford EcoSport, Nissan Juke y Renault Captur: prestaciones
Estas características determinan, lógicamente, el dinamismo de cada uno de los modelos. Y sin olvidar las limitaciones que imponen las discretas potencias, y como cabía esperar, el más veloz es el Nissan Juke 1.5 dCi de 110 CV, que aventaja a sus rivales tanto en aceleraciones, como, especialmente, en su capacidad de recuperación. Además, el modelo japonés es el único de los tres que permite al conductor «jugar» con su carácter, ya que gracias al botón D-Mode situado en la consola central, puede variar la respuesta del motor al acelerador, haciendo que sea más turística o más deportiva.
Es curioso comprobar como el Nissan Captur 1.5 dCi de 90 CV, pese a ser el que menos potencia ha arrojado en banco, destaca por el rendimiento de su propulsor. Ciertamente sus cifras de prestaciones no son tan brillantes como las del Nissan Juke, pero su motor destaca por una elasticidad considerable, un funcionamiento suave y agradable y, lo mejor de todo, a igual ritmo de marcha, ofrece los consumos más contenidos del trío. De hecho y si respetas su carácter tranquilo, practicando una conducción reposada, puedes encontrarte con consumos que incluso llegan a colocarse por debajo de los 4 l/100 km.
El más discreto de todos ha resultado ser el Ford EcoSport, que no sólo se ha visto superado por sus rivales en su capacidad para acelerar o recuperar, sino que también ha sido el que más carburante ha exigido para mantener ritmos de marcha similares: 5,8 l/100 km de media en nuestro Centro Técnico, frente a los 5,2 del Nissan Juke y los 5,0 l/100 km del Renault Captur. ¿Tendrá algo que ver la ausencia de sistema Stop/Start?
Ford EcoSport, Nissan Juke y Renault Captur: todo nobleza
Ya entrando en términos de comportamiento, la característica que define a estos tres pequeños SUV es la nobleza. No obstante, cada uno matiza ese comportamiento con la puesta a punto del chasis. El Nissan Juke toma la delantera, pero sólo si buscas el comportamiento más deportivo. Y es que el SUV japonés cuenta con las suspensiones de tarado más firme. El resultado en cuanto a efectividad está garantizado, pero a cambio se coloca como el modelo más incómodo si el firme no está perfectamente liso.
Ford EcoSport y Renault Captur optan por unas suspensiones de regulación más suave, detalle que no representa un especial problema en comportamiento, porque las prestaciones de ambos, salvo grave error de apreciación, no llegan nunca a poner en aprietos al bastidor. No obstante, debemos reconocer que si el objetivo es el confort, el bastidor del Renault Captur nos parece el que mejor ha resuelto la ecuación confort/comportamiento. Además, aunque su equipo de frenos tiene un tacto algo gomoso, es el que ha necesitado menos metros para detener también al coche.
El Ford EcoSport tampoco resuelve mal esta papeleta, pero el ajuste de su chasis es más crítico. Buena prueba de ello es que su control de estabilidad es muy sensible, y frena al modelo con cierta brusquedad, por cierto, a la más mínima insinuación de conducción alegre. Qué duda cabe que su suspensión, la más alta del trío, hace que el centro de gravedad sea también más elevado, lo que perjudica su rapidez a la hora de “gestionar” los cambios de apoyo.
Ford EcoSport, Nissan Juke y Renault Captur: el espacio
Hablando por último de utilidad, el Renault Captur nos ha parecido el más “redondo” de los tres. Su zona habitable es la más amplia junto con la del Ford EcoSport, pero su asiento trasero regulable longitudinalmente le concede un plus de versatilidad del que no disfruta el Ford, y sus asientos son mucho más generosos y más cómodos.
El peor aprovechado es el Nissan Juke, que ofrece el menor espacio para las piernas de los ocupantes de las plazas traseras, y su maletero es también el más pequeño: 225 litros frente a 400 litros del Ford EcoSport y los entre 370 y 485 litros del Renault Captur, en función a cómo se sitúe su fila trasera regulable. El precio del Nissan Juke es también algo superior, aunque la diferencia que presenta frente a sus rivales la justifica con el equipamiento más tecnológico del trío, en el que destaca su sistema de selección de carácter y su pantalla de visión perimetral. También debemos destacar la llave electrónica del Renault Captur, que es todo un acierto por la comodidad que aporta.
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