Si preguntas a cualquier apasionado del motor te dirá lo mismo "donde esté un buen gasolina... ¿Quién quiere un coche Diesel deportivo cuyo motor claquetea, vibra y no pasa de las 4.500 vueltas?" Pues si piensas eso es que no has probado cualquiera de los dos coches de esta comparativa. Te doy la razón en lo de que un motor de gasolina es mucho más agradable y estimulante, pero a los "quemados" de esto no nos queda más remedio que rendirnos ante la evidencia; un GTI "mola" pero al final hay que convivir con él todos los días y te aseguro que con la que está cayendo tener un coche que si te lo planteas puede hacer medias de consumo por debajo de los 5 l/100 km y que, a su vez, te puede servir el fin de semana para darte una alegría en forma de tramo o rápidas aceleraciones también "mola" mucho. Quizá esta ultima reflexión mate la pasión, pero es que incluso a mí, que odio todo lo que huela a gasóleo, no me queda más remedio que admitir que, en conjunto, son una compra más lógica. Eso sí, muchas veces la felicidad no está en la lógica ¿no crees?
Hay más modelos de este tipo, pero en esta ocasión elegimos dos que por precio resultan muy interesantes. Opel propone su Astra super-Diesel con esta versión denominada biturbo. Además de un nivel de acabado, el biturbo hace alusión a un interesante motor equipado con dos turbos secuenciales y un sistema de doble intercooler de aire-agua, que se estrenó en el Zafira. Utiliza la base del 2.0 CDTi de 160 CV, pero en lugar de un único turbo de geometría variable lleva dos turbos de geometría fija, uno más pequeño que sopla a bajas vueltas (gira a 270.000 rpm) para luego solaparse a partir de las 1.500 vueltas y hasta las 2.500 rpm con otro de mayor tamaño que gira a 180.000 rpm; A partir de ahí sólo trabaja el grande. Ofrece 195 CV, quedando como uno de los motores Diesel con mayor potencia específica del mercado. Aquí lo enfrentamos al Seat León con acabado FR (lleva la suspensión trasera con multibrazo) y el 2.0 TDI de 184 CV. Para llegar a esta potencia en Seat apuestan por un motor de tecnología más convencional (el mismo del Golf GTD), con un único turbo de geometría variable y su intercooler.
Ambos modelos tienen una misma virtud, y es que corren como demonios y gastan muy poco. Cualquiera de los dos te hará feliz con su buena relación entre prestaciones y consumos. De los dos el Seat lleva este concepto un poco más lejos, al gastar menos y ser ligeramente más rápido, si bien la diferencia de poco más de un segundo en las aceleraciones no se aprecia en las vías públicas, salvo que te bajes de uno e inmediatamente te subas en el otro. La teoría dice que en cuestión de prestaciones el más potente debería correr más, pero es que los 267 kg que tiene el Astra de más le hacen tener al final una peor relación peso/potencia que, como es lógico, también afecta a la diferencia de consumos. En cualquier caso, ambos tienen prestaciones que sacan los colores a muchos modelos de gasolina de nombre y corte más deportivo.
Si viendo lo que corren o la potencia que tienen lo que te preocupa es el consumo, créeme, gastan muy poco. Los dos llevan sistema Stop/Start de serie, con buen funcionamiento, tanto en duración de la parada como en el arranque. De media, el español gasta medio litro menos, siendo, a pesar de ello, el consumo del alemán muy bueno. A los consumos de nuestro Centro Técnico, ideales para comparar con otros modelos, puedes añadir el gasto que serás capaz de sacarle tú a cada uno. Yo con el León conseguí rondar los 4 l/100 km de media, mientras que con el Astra no pude superar la barrera de los 4,6 l/100 km; es una cuestión de ir a velocidades legales y sin estirar marchas cortas, y se consigue sin que seas el más lento de la comarca. Como verás el gasto de los dos es extraordinario -por lo reducido-.
A la hora de conducir, de nuevo, tienes dos alternativas interesantes. El Seat se siente más refinado, tanto por sonido como por vibraciones, te gustará más si bien el Astra no es malo en este aspecto. Los dos se comportan bien. El Astra, con la suspensión variable opcional, que te recomiendo a pesar de los 810 € que cuesta, es más deportivo y a la vez más confortable. Su modo Tour te permite mayor confort, y eso que las llantas de 18 pulgadas con neumático 235/40 no contribuyen a ello. Así y todo, ablanda y endurece la suspensión a voluntad del conductor, algo que no tiene su rival, que sólo se limita a la gestión del motor y la asistencia de la dirección. Conduciendo en busca del límite el León está más asentado y equilibrado. El Astra ofrece mayor subviraje (de nuevo sale el peso) pero la trasera te ayuda a mitigarlo en cuanto se lo pides. Valorando estas diferencias, personalmente apostaría por el Opel, que me ha parecido más rápido. Sin embargo a la hora de frenar -detención absoluta- alarga las distancias en exceso; no es cuestión de capacidad de frenada o neumáticos, sino de peso, ya que en frenadas de reducción de velocidad no plantea dudas.
Convivir con estos modelos en el día a día es agradable. Hay buen espacio para cuatro y los maleteros, sin ser los más grandes del segmento, son más que suficientes. Van bien equipados y su precio de partida me parece acertado dado el tipo de coche que te llevas. El Opel tiene mejores asientos delanteros, al menos con reglaje en longitud de banqueta, y su diseño es menos sobrio que el Seat. Si te han gustado te recomiendo que estudies bien su precio final en concesionario, ya que ambos disfrutan de promociones, algunas de ellas sujetas a condiciones de financiación o de entrega de vehículo usado. Si la diferencia de precio no es problema, vete a por el que más te guste y no te equivocarás.