Chevrolet Camaro Convertible

Esto es sólo un concepto, pero su traslación a realidad está ya confirmada. El Chevrolet Camaro va a ser producido en 2009 y será vendido en Europa, con motores V6 y V8, como un deportivo americano musculoso, pero a precio contenido, siguiendo la filosofía de la marca en el resto de su gama.

Chevrolet Camaro Convertible
Chevrolet Camaro Convertible

Los europeos han hecho renacer al Mini o al Volkswagen Beetle con enorme éxito y los americanos quieren seguir sus pasos con sus propios iconos, principalmente, cuando son símbolos que pueden hacer crecer la imagen de una marca “poco emocionante" por esos lares, como puede ser Chevrolet. Por esta razón, el renacimiento del Camaro, uno de los deportivos míticos de los años sesenta, está en la recámara. Una versión cupé será lanzada al inicio de 2009 mientras que, el descapotable, cuyo concepto hemos conducido en Estados Unidos, le seguirá más adelante a lo largo del mismo año.El Camaro de serie tendrá suspensión independiente a las cuatro ruedas, con un falso McPherson en el tren delantero y un multibrazo, detrás. La propulsión será trasera y recibirá el movimiento de un V6 en la versión básica y un V8 en la más refinada. Las mecánicas no se han concretado aún –General Motors tiene mucho donde elegir con estas arquitecturas–, pero este concepto con el que hemos rodado cerca de Los Angeles, tiene bajo el capó el motor V8 de 6 litros con 400 CV. La marca anuncia que en el futuro, este motor dispondrá de una gestión que puede cortar la alimentación en cuatro de los ocho cilindros a ritmo de crucero, con lo que podría consumir sólo unos 8 l/100 km a 120 km/h constantes. No es difícil adivinar que el motor V6 tendrá una cilindrada de 3 litros con unos valores de potencia por encima de los 200 CV.Un concepto es siempre un automóvil que sabe a poco. Normalmente, está hecho para ser colocado encima de una tarima en el “stand" de un salón. Bajo el sol de California, la limitada refrigeración de la mecánica hace que suba de temperatura rápidamente. Para mantener la apariencia impoluta del motor, las baterías y unidades electrónicas de gestión están colocadas en el maletero, repleto, además, de cables e indicadores de temperatura.El resto de las sensaciones de conducción no se pueden trasladar fielmente al vehículo que rodará por la carretera, ya que la caja de cambios de seis marchas presente en el concepto es lenta y poco precisa y la dirección transmite poca, si no nula, información. Aún así, es tan impresionante que, pese a las limitaciones inherentes al concepto, este Camaro te deja un enorme deseo de seguir conduciendo.Pero para ello habrá que esperar, al menos, un par de años. Para ir haciendo cuentas, se deja caer un costo en Estados Unidos de unos 30.000 dólares para la versión V6 y unos 50.000 dólares para el V8. Teniendo en cuenta los escasos impuestos americanos, el transporte, el inflado margen a este lado del Atlántico y la desconocida, para entonces, paridad euro/dólar, nos atrevemos a lanzar unas cifras de 40.000 y 55.000 euros para ambas versiones. ¡A ver si los chicos de marketing de Chevrolet nos tachan de exagerados!