Como máximos exponentes dentro de sus gamas, las berlinas de representación siempre han sido los escaparates tecnológicos de las marcas, las encargadas de mostrar al mundo hasta dónde son capaces de llegar, así como de estrenar inéditos sistemas que, con el paso del tiempo, suelen acabar llegando también a segmentos inferiores. Por lo tanto, no es de extrañar que el próximo BMW Serie 7, ya en la fase final de su desarrollo, cuente con una altísima carga tecnológica en prácticamente todos sus apartados. De momento hemos podido ver en primera persona varias de sus novedades —no todas—, conducirlo en el circuito de Miramas, en Francia, y hablar con algunos de sus responsables. Eso sí, las unidades disponibles, todas 740 Li, estaban todavía camufladas, tanto la carrocería como la consola central y el salpicadero.
Empezando por la fabricación, se trata del primer modelo de producción en gran serie que cuenta con una estructura híbrida de aluminio, fibra de carbono y acero, para lo que se ha recurrido a la experiencia acumulada por la división BMW i en el campo de la fibra de carbono. Gracias a la construcción inteligente y a la combinación de estos materiales pierde la nada despreciable cifra de 80 kg, llegando a un total de hasta 130 kg menos que su antecesor sumando el resto de medidas adoptadas de cara a reducir peso, que afectan desde las puertas de aluminio, un 10% más livianas, hasta el uso de material fonoabsorbente más ligero y de mayor calidad (-12 kg), pasando por pinzas de freno fijas en lugar de flotantes (-2,5 kg cada una), discos con la zona de unión al eje en aluminio (-1 kg), brazos transversales de suspensión más delgados (-350 g) o bujes 400 gramos más ligeros. Al mismo tiempo, con un 15% menos de masas no suspendidas se mejora el comportamiento y el confort, además de reducir el nivel de vibraciones.
Profundizando en el tema de la fibra de carbono, que es de tipo CFRP (polímero reforzado con fibra de carbono), se emplea como núcleo de los montantes laterales del techo, que son de acero, así como adherida al interior de los pilares B y C, túnel de transmisión y refuerzos transversales del techo, con tres tipos de trenzado diferentes en función de las necesidades estructurales de cada zona. En el caso de los montantes del techo, es la primera vez que se emplea una pieza de fibra de carbono en forma de tubo, para lo que BMW ha desarrollado una innovadora —y secreta— técnica de producción con la que se vacía su interior.
Enfoque dinámico
La deportividad seguirá siendo un rasgo distintivo del BMW Serie 7 en relación a otras berlinas de representación, para lo que cuenta con un arsenal de elementos activos en su tren de rodaje, desde barras estabilizadoras adaptativas —ahora accionadas de forma electromecánica—, hasta dureza de suspensión y altura de la carrocería variables, gracias a que ahora equipará suspensión neumática de serie en ambos ejes. Pero lo más significativo es que podrá combinar por primera vez en BMW la tracción total xDrive con la dirección activa a las cuatro ruedas. Esta última hace que las ruedas traseras puedan girar hasta 3º, aportando estabilidad a alta velocidad y reduciendo el radio de giro cuando circulamos en zonas urbanas o curvas lentas. El resultado es que el coche da la sensación de ser más pequeño y ligero de lo que es en realidad.
Para adaptar el comportamiento del chasis, junto con la respuesta del motor y del cambio de 8 velocidades al gusto del conductor, seguirá contando con los modos EcoPro, Comfort, Comfort y Sport, además de un inédito Adaptive que va alternando entre ellos teniendo en cuenta la forma en la que aceleramos, frenamos o giremos el volante, y en función del tipo de carretera, para lo que se basa en los datos del navegador y de una cámara estéreo frontal.
Asistencia semiautónoma
Se incrementan también las funciones de seguridad, con asistentes de conducción "semiautónoma" que permiten mantener el coche en el centro del carril o seguir durante unos instantes al vehículo de delante en caso de que no se reconozcan las líneas de la carretera. Por otro lado, si al intentar cambiar de carril hay un automóvil que no hemos visto, no sólo recibimos un aviso acústico y visual, sino que la dirección opone cierta resistencia e intenta impedir la maniobra. También el control de crucero activo asume nuevas funciones de confort, como la parada total e inicio de la marcha automáticos (siempre que la parada sea breve, de lo contrario hay que pulsar un botón), o el reconocimiento de señales de tráfico, con el que adecúa la velocidad a la de las señales si damos el visto bueno pulsando una tecla del volante. Añade también aviso de tráfico trasero cruzado al salir marcha atrás de un aparcamiento en batería, o detección de posible colisión trasera si un coche se acerca demasiado rápido por nuestro carril, en cuyo caso se encenderían automáticamente las luces de emergencia para avisar de nuestra presencia.
Otros avances a tener en cuenta los encontramos en el interior. El cuadro de instrumentos es similar al empleado en modelos como el Serie 5 y el i8, con relojes cuyo diseño cambia en función del modo de conducción elegido, y en los que se pueden mostrar informaciones diversas del navegador, de la radio o del ordenador de viaje. Además de las órdenes vocales y del mando giratorio iDrive con superficie tipo touchpad, también se pueden manejar los sistemas desde la propia pantalla principal, que ahora táctil y permite un manejo tipo tablet, ya que detecta varios dedos en su superficie. Pero lo realmente novedoso es la incorporación de reconocimiento gestual, que permite realizar una serie de operaciones sencillas simplemente moviendo la mano derecha en el aire, sin necesidad de tocar ningún botón o activar previamente el sistema. Por ejemplo, para subir o bajar el volumen de la radio basta describir círculos con el dedo índice; para aceptar una llamada entrante, señalar a la pantalla; o apuntar con dos dedos para seleccionar un menú secundario.
Por su parte, el climatizador cuenta ahora con un difusor de fragancias, así como control táctil de la mayoría de sus funciones (salvo la rueda de temperatura) a través de una pequeña pantalla individual.
Aparcamiento a distancia
Otra de las innovaciones de las que puede presumir el futuro BMW Serie 7 es que será el primer modelo de serie capaz de aparcar de frente sin que el conductor se encuentre dentro del coche, una función que ya hemos visto en diversas presentaciones de tecnología de otros fabricantes y que podría ser relativamente frecuente en un futuro. Más que aparcar, el coche se encarga de finalizar la maniobra, algo muy útil cuando nuestra plaza de aparcamiento es estrecha o si tenemos el garaje lleno de trastos. Basta dejarlo apuntando hacia el aparcamiento (con un máximo de 10º de desviación), bajarse y pulsar una tecla del mando a distancia (en el caso del Serie 7 se trataba de un mando de generosas dimensiones con pantalla táctil integrada) para que, haciendo uso de los sensores de aparcamiento perimetrales, avance unos metros lentamente, gire la dirección de manera apropiada y posteriormente pare el motor. También funciona a la inversa, para sacar el coche del garaje y subirnos después.
Habrá que esperar hasta finales de año para descubrir el resto de sorpresas que nos depara la nueva Serie 7 de BMW, que debería heredar los faros láser del i8, mejoras de conectividad y una gama mecánica revisada.