Pocos modelos del segmento C se han atrevido a soñar con la cifra de potencia de nuestros protagonistas, ni siquiera los evolucionados modelos "R", léase Astra OPC, Mégane R.S. y compañía, posicionados muy por encima de los ya rápidos GTI. Sin embargo, la escalada de potencia ha dado lugar a una nueva "raza" de supercompactos formada por modelos de la talla del anterior Audi RS 3 (340 CV), ahora esperando a su sucesor, o el nuevo Mercedes A 45 AMG. Un club muy selecto y con pocos miembros, en el que nos hemos permitido incluir al Audi TT RS Plus, el único por ahora con una configuración mecánica y tamaño de carrocería similar al Mercedes, así como idéntico nivel de potencia: nada menos que 360 CV.
Dicha cifra se alcanza por caminos ligeramente diferentes. Mientras que el TT hace uso de un propulsor de cinco cilindros y 2,5 litros de cilindrada, el Clase A AMG recurre a un tetracilíndrico de sólo dos litros, por lo que su potencia específica es altísima, casi 181 CV/litro. Por supuesto, los dos están sobrealimentados por turbocompresor y, como no podía ser de otro modo, transmiten toda su fuerza a las cuatro ruedas. Hace poco te contábamos
Dicha cifra se alcanza por caminos ligeramente diferentes. Mientras que el TT hace uso de un propulsor de cinco cilindros y 2,5 litros de cilindrada, el Clase A AMG recurre a un tetracilíndrico de sólo dos litros, por lo que su potencia específica es altísima, casi 181 CV/litro. Por supuesto, los dos están sobrealimentados por turbocompresor y, como no podía ser de otro modo, transmiten toda su fuerza a las cuatro ruedas. Hace poco te contábamos cómo va el AMG, un verdadero especialista de la eficacia que resulta prácticamente invencible en carreteras de montaña. Pocos coches consiguen una relación tan abrumadora entre facilidad de conducción y capacidades dinámicas en zonas reviradas. Tanto, que en dicho terreno sería capaz de batir a otros productos mucho más potentes, incluso los firmados por su misma división.
Pero el Audi TT RS Plus no es precisamente manco en este tipo de escenario. A pesar de llevar más tiempo en el mercado cuenta con la ventaja de ser mucho más ligero. El RS Plus no ha llegado a los 1.400 kg en nuestra báscula, es decir, unos 150 kg menos que el S3 actual y 200 kg menos que el Mercedes. Y mucho tendría que invertir el próximo RS 3 en materiales exóticos para adelgazar hasta tal extremo, por lo que el TT sigue siendo una opción de lo más válida. Basta ver las prestaciones puras registradas por nuestro Centro Técnico, en las que resulta 0,4 segundos más rápido que el A 45 AMG en el 0 a 100 km/h. Sin lugar a dudas, la ligereza es también responsable de que su motor de cinco cilindros se muestre aún más rabioso que el de su rival a la hora de proporcionar empuje, siempre acompañado de un tacto de lo más agradable y de un precioso sonido capaz de alterar las pulsaciones de cualquiera, sobre todo cuando aprietas el botón S, ya que se abren dos mariposas de escape que dejan salir su bramido de forma más directa. Muchos nervios de acero habría que tener para no dejarse tentar por su melodía mecánica y por sus aceleraciones a poco que la carretera esté despejada de tráfico. Más incluso que en el AMG, pues este último resulta tan imperturbable, tan sujeto de ambos trenes, que hay que ir mucho más rápido para que transmita similares sensaciones. La perfección, en este caso, aunque permita ir de un sitio A a un sitio B con mayor seguridad, total precisión y en menos tiempo que en casi cualquier otro coche, no es todo lo emocionante que nos gustaría.
Igualmente ocurre con su sonido, resulta adictivo sólo a plena carga y bien pasado el medio régimen, cuando escuchas los gases de escape como si fuese la postcombustión de un avión de combate. También del escape nos llegarán explosiones al subir marcha sin levantar el pie derecho, deportivos petardeos al reducir, borboteos y una tonalidad más grave al dejar de acelerar... todo un espectáculo que, de no ser un AMG, parecería excesivo. ¡Y aún se puede potenciar esta seña de identidad con un escape activo opcional!
Eficacia o sensaciones
Depende de lo que busques, cada uno se adapta a un tipo de conductor, aunque si algo tienen en común es la facilidad que proporcionan en casi cualquier circunstancia. Pero estar a la altura de sus 360 CV exige buenas dosis de concentración, ya que todo sucede muy rápido. Las rectas desaparecen como si no existiesen y una vez que te pones a enhebrar una curva tras otra el ritmo que puedes alcanzar es frenético. La dirección del Mercedes es más rápida, y también sus cambios de apoyo. Al ahuecar apenas retiene, ni descarga su tren trasero, por lo que no se puede jugar con las transferencias de masas como en el TT, que requiere un poco más de implicación. Dentro de sus también asequibles maneras, el Audi TT RS Plus proporciona algo más de diversión, ya que la trasera es más participativa, aunque para que redondee los giros hay que esperar a que el tren delantero supere su límite de agarre, más bajo que el del A 45 AMG, y sólo despúes de unos instantes, que se nos pueden hacer más largos de lo deseable, el eje posterior comienza a neutralizar dicho subviraje de forma muy controlada. Ya con el Haldex repartiendo potencia atrás, una vez pasado el vértice se puede volver a dar gas sin piedad, manteniendo la neutralidad de reacciones.
Si este especial TT tuviera un tren delantero ligeramente más incisivo y una dirección más directa sería todavía más satisfactorio, aunque quizá dejaría de tener tan buen compromiso entre confort y eficacia. En cualquier caso, para que salga a relucir esta característica que resta algo de precisión en conducción muy deportiva hay que ir a ritmos irracionales, casi tanto como los del A 45 AMG. Quizá con la suspensión activa Magnetic Ride se logre aún mejor equilibrio o, si tenemos paciencia, con la última generación del sistema Haldex, ya disponible en la nueva plataforma MQB del Audi S3, y previsiblemente en el futuro RS 3, que estamos deseando probar para ver si es capaz de superar, ya no al A 45 AMG, sino al propio TT RS Plus.
En definitiva, son posiblemente los dos coches más rápidos de su tamaño, y no por ello renuncian a una más que razonable practicidad de uso, incluso como "simples" medios de transporte para el día a día. Aquí, sobre todo por sus cinco plazas, mejor postura de conducción y mayor visibilidad hacia todos los ángulos, el Mercedes cumple con creces, a pesar de una suspensión muy firme. También por su asistente activo de frenado mediante radar, que aporta un nivel de seguridad aún mayor.