En la tercera generación del Audi TT , la revolución viene por dentro. Audi ha desarrollado su primer cuadro de relojes virtual, compuesto por una pantalla de TFT de 12,3 pulgadas, en la que se proyecta con gráficos y animaciones a color toda la información del vehículo, incluida la del sistema de navegación, con un mapa animado que, entre otras, proyecta imágenes de Google Earth con una nitidez soberbia.
Toda la información y el equipamiento que normalmente se lleva a una pantalla central en el salpicadero, se reubica en el nuevo TT en el mismo cuadro de relojes, en el campo natural de visión del conductor, de tal forma, que le facilita su lectura. Y también su manipulación, con mandos en el volante y también duplicados sobre la consola central, donde aparece el mando principal MMI de Audi con superficie táctil para escribir con la yema de los dedos datos en el sistema de navegación, teléfono, etc.
El virtual cockpit digital además te deja priorizar la información que te interesa ver según el momento; o bien puedes elegir una configuración en la que mandan dos bonitas y generosas esferas, la del cuentavueltas y el velocímetro, y aparece reducido, por ejemplo, el mapa de navegación; o por el contrario, optar por una amplísima imagen de Google Earth para ver nuestra ruta y el camino a seguir, minituarizando en este caso los relojes. El infinito menú del equipamiento también se proyecta en el cuadro y se ha mejorado muchísimo el sistema de órdenes vocales interpretando nuestras indicaciones, sin necesidad de pronunciar frases concretas predeterminadas por el sistema; ahora solo bastan palabras claves o frases más flexibles. También el nuevo sistema de navegación nos simplifica las cosas y no exige los engorroso pasos para introducir una dirección (país, ciudad, calle) y como en Google Maps podemos introducir directamente la dirección.
Exterior no tan radical
Por fuera no hay tanta revolución en el nuevo TT, que incluso recupera detalles de la primera generación (marcados pasos de rueda, tubos de escape más centrados, tapón de gasolina, línea del techo, etc), si bien su vista frontal te acerca al exclusivo Audi R8. Y como éste, puede montar los fabulosos faros Matrix Led.
El nuevo TT es ahora 21 mm más corto y otros 10 más estrecho (igual de alto), pero su batalla crece 37 mm y por tanto acorta voladizos. Hasta 50 kilos menos pesa esta nueva generación, que toma la plataforma MQB de los modelos compactos del Grupo Volkswagen. Pero su definición final está mucho más trabajada. El aluminio llega a más partes del monocasco y de la carrocería (y brazos de la suspensiones), siendo esta aleación ya casi el 50 por ciento de la estructura del Audi TT. Se ha aumentado la rigidez torsional y se ha bajado el centro de gravedad, con lo que la base de partida parece perfectamente puesta al día. El sistema de tracción quattro también se ha evolucionado. El diferencial formado por un paquete multidisco es más ligero y más rápido en distribuir el par entre ejes. Y puede llegar a desviar el cien por cien a cada uno de los ejes.
Con todos sus motores potenciados, el TT aumenta sustancialmente sus prestaciones. Pero también sorprende la nueva versión 2.0 TDI Ultra de 184 CV y solo 4,2 l/100 km de consumo medio. En un principio solo disponible con cambio manual y tracción delantera, el TT TDI Ultra es un verdadero coupé deportivo, tanto por la asombrosa capacidad de empujar en toda situación su motor, como por las rápidas reacciones de un bastidor que se deja llevar con una facilidad - y comodidad- increíble. Dicen en Audi que los TT son deportivos de uso diario y esto conlleva que su puesta a punto no los torne en exigentes e incómodos de conducir, algo que se puso en duda en la primera generación.
El salto al 2.0 TFSi de 230 CV es fantástico, porque de alguna manera su mecánica la sientes más especializada en el cometido del TT. El tacto, acústica y garra del motor 2.0 TFSi engancha, tanto por agrado de conducción, como por los recursos de un motor que siempre empuja una barbaridad (entre 5,3 y 6,0 seg. de 0 a 100 km/h según transmisiones). El cambio S Tronic de 6 velocidades estará disponible en esta versión y es otro argumento más del TT, por su eficacia y agrado como cambio automático, como deportivo secuencial.
El TTS da un nuevo giro de tuerca el mismo bloque 2.0 TFSI parar marcar un nuevo máximo de potencia de este motor: 310 CV. Se amplifican las sensaciones respecto a la variante de 230 CV (4,6 seg. de 0 a 100 km/h), pero también por un bastidor "más serio". El TTS combina la tracción quattro y la amortiguación variable Magnetic-Ride y dinámicamente se siente más firme, directo (llantas de 18 pulgadas de serie por 17 en las otras versiones) y enormemente más eficaz saliendo de las curvas con la intención de aprovechar todo lo que puede ofrecer su motor. La distribución de par es variable y se anticipa de tal manera, que con la intervención del control de estabilidad se prioriza la motricidad de las ruedas que favorezcan el giro en curva. El nuevo Audi TTS es un coupé ya muy serio, que te exige ser disciplinado por lo mucho que empuja, pero que también frena muy bien y volvemos a recalcar lo relativamente fácil que lo sientes rodando rápido.
La nueva generación del Audi TT comienza su andadura comercial este septiembre con estos precios. Para adquirir el Audi TTS habrá que esperar a 2015
