Es indudable que un BMW X3 M40i con 360 CV es un vehículo igualmente pasional que este Serie 3 con el mismo propulsor pero con una potencia de “sólo” 326 CV, pero también lo es que la confianza y velocidad de paso por curva que ofrece la berlina es muy superior por una simple cuestión física. Podrás encontrar alguna ventaja en practicidad a favor del SUV, pero dinámicamente, esta berlina es superior si lo que buscas es un comportamiento sobresaliente y diversión en la conducción. Además, el único apartado de amplitud interior en el que existe una clara ventaja a favor del SUV es la capacidad de maletero, pero es cierto que los 405 litros del Serie 3 son suficientes para el equipaje que habitualmente necesita una familia de 4 miembros.
El propulsor que impulsa el BMW Serie 3 xDrive Touring es el bloque de 6 cilindros en línea y 2.998 cm³, que tan buen resultado ha dado desde hace años tanto por prestación pura como por eficiencia. En combinación con el cambio automático de 8 relaciones y convertidor de par, no hay ni un solo momento en el que sientas falta de empuje, con una respuesta inmediata al acelerador independientemente del modo de conducción que selecciones. Respecto al cambio automático, es justo decir que la sensación es de ser tan rápido como un doble embrague, con la ventaja de ser más suave y dosificable que éstos en maniobras de aparcamiento. Como curiosidad, existe una versión 30i de 4 cilindros en línea y 252 CV, pero no tiene nada que ver por “contundencia”, tacto ni sonido.
Una particularidad que define a este Serie 3 Touring es la viveza y a la vez facilidad que muestra en cambios de apoyo, con una puesta a punto del bastidor especialmente buena si se monta la suspensión adaptativa de nuestra unidad de pruebas. Los 1.354 euros que cuesta esta opción es buena inversión por la ventaja que aporta en cuanto a equilibrio entre confort y eficacia.
BMW 340i xDrive Touring: consumo real
Como puedes suponer, la mayor virtud de esta versión no es su economía de consumo; incluso si tenemos en cuenta la razonable cifra de 6,5 l/100 km sobre nuestro recorrido de carretera, la realidad es que en cuanto te animes un poco con el acelerador, que no es difícil con este motor, la media ascenderá fácilmente a un valor cercano a los 9 l/100 km. Con todo eso, es un buen ejemplo de eficiencia valorando la relación entre lo mucho que “corre” y lo que consume. Por otra parte, bajo una conducción suave y dedicada, no debería superar los 8 l/100 km de media entre carretera y uso urbano.
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