Para justificar esta afirmación sobre la imparable evolución que sigue mostrándonos mes a mes Hyundai, y que ya vislumbramos probando el nuevo Tucson, hemos elegido para esta prueba la versión tope de gama del nuevo compacto i30. Impulsada por un refinado motor Diesel de 136 CV de potencia, es, por ahora junto con la versión de 140 CV de gasolina, una de las alternativas más prestacionales hasta la próxima llegada de las futuras versiones deportivas a mediados de 2017, ya con 260 CV y una puesta a punto orientada a la máxima eficacia: ahí tendrán mucho que decir ya unas suspensiones específicas y un diferencial de deslizamiento limitado. Pero volvamos a esta gran Hyundai i30.
El acabado superior Style que probamos hoy en el Hyundai i30 está dotado de un altísimo nivel de equipamiento, aderezado con exquisiteces técnicas como cambio automático de doble embrague y un elaborado tren trasero multibrazo que está presente en todas las motorizaciones. Si el anterior i30 ya era un modelo muy a tener en cuenta y de lo más agradable de conducir, esta nueva generación supone ahora un salto adelante en casi todos los ámbitos, sobre todo en el apartado dinámico.
Nuevo Hyundai i30: pequeños lujos
Basta acercarse al nuevo Hyundai i30 con la llave inteligente en el bolsillo para que los espejos retrovisores se desplieguen y las luces de cortesía se enciendan a modo de bienvenida. Buen arranque. Y luego, desde que entras en su habitáculo, sorprenden ciertos elementos poco frecuentes en este segmento, más típicos de las listas de opciones de berlinas de renombre que de un compacto coreano. Los numerosos botones ubicados en torno a la palanca de cambios delatan algunos lujos como la calefacción del volante, los asientos eléctricos calefactados y ventilados, o el arranque por botón.
Pero en realidad hay mucho más en el nuevo Hyundai i30 de lo que se ve a primera vista. También incorpora faros led y una amplia dotación de sistemas de seguridad, desde cámara de marcha atrás hasta sensor de ángulo ciego con detección de tráfico trasero cruzado, pasando por sistema anticolisión con frenada automática o alerta de cansancio. Incluso cuenta con control de crucero activo con función stop and go, que detiene el coche completamente en caso necesario y comienza nuevamente la marcha cuando el vehículo precedente arranca, algo que nos puede quitar trabajo en situaciones de atasco. Eso sí, aunque transmite confianza en su funcionamiento, ni en la fase final de la frenada ni al iniciar la marcha este sistema es todo lo suave que nos gustaría.
Menos eficaz resulta el dispositivo de mantenimiento activo de carril, que actúa sobre la dirección y da mejor resultado por debajo de 80 km/h que a velocidades superiores, ya que no asimila bien todas las curvas cuando incrementamos el ritmo. Por lo demás, pocos peros se le pueden poner a este nuevo Hyundai i30…. y sí muchos puntos positivos.
En habitabilidad, las cotas interiores del Hyundai i30 son las habituales en este segmento, incluso algo por encima de la media y acorde con sus dimensiones externas. Bueno, sobre todo, en anchura y altura, ya en maletero ofrece según nuestras mediciones 390 litros de carga, una capacidad más que correcta y mejor que la de muchos rivales, con formas muy aprovechables y una bandeja inferior que se puede colocar a dos alturas.
ESPACIO | Hyundai i30 1.6 CRDi 7DCT |
Anchura delantera | 142 cm |
Anchura trasera | 138 cm |
Altura delantera | 95-101 cm |
Altura trasera | 94 cm |
Espacio para piernas | 69 cm |
Maletero | 390 litros |
Hyundai i30 1.6 CRDi 7DCT: buen cambio
Incluso la caja automática de doble embrague y 7 marchas 7DCT que equipa nuestra unidad del Hyundai i30 resulta satisfactoria en prácticamente cualquier situación, y no sólo por la sensación de calidad que transmite el accionamiento de la palanca y su botón de desbloqueo. En la mayoría de circunstancias da prioridad a la suavidad, con transiciones exentas de cualquier atisbo de tirón, tanto al reducir como al subir marcha, pero al mismo tiempo es muy rápido frente a cualquier demanda de aceleración y, lo que es más importante, sólo reduce si de verdad es necesario, pues el motor cuenta con suficiente par como para mover marchas largas con soltura. Sus consumos también se pueden calificar de notables, teniendo en cuenta que los coches con este tipo de transmisión suelen gastar algo más: sus 5,6 l/100 km de media es buena cifra.
CONSUMOS | Hyundai i30 1.6 CRDi 7DCT |
Consumo en ciudad | 6,1 l/100 km |
Consumo en carretera | 5,2 l/100 km |
Consumo medio | 5,6 l/100 km |
Si lo deseamos, podemos cambiar nosotros mismos mediante las levas del volante, o con la propia palanca de forma secuencial. El único "inconveniente" es que no permite apurar mucho en las reducciones, pero no tratándose de un modelo deportivo es algo que no resulta criticable. Sí que lo es, por el contrario, que la marcha insertada no siempre es visible en la pantalla multifunción del cuadro de instrumentos, ya que muchas veces queda sobrescrita por la recomendación de marcha, que te aconseja pasar a una marcha o varias marchas superiores.
Por otro lado, hay en este Hyundai i30 programas de conducción Eco, Normal y Sport, aunque las diferencias entre ellos no son significativas y siempre se respeta el carácter tranquilo y confortable del coche. Esto no quiere decir que sea lento, ni mucho menos. Sus cifras de prestaciones hablan por sí solas (las puedes ver a continuación), y además cuenta con una capacidad de frenado realmente brillante.
PRESTACIONES | Hyundai i30 1.6 CRDi 7DCT |
Acel. 0-100 km/h | 9,05 s |
Acel. 0-1000 metros | 30,7 s |
Adelantamiento 80-120 km/h | 6,69 s |
Sonoridad 100 km/h | 68,0 dB |
Sonoridad 120 km/h | 71,3 dB |
Frenada desde 140 km/h | 69,6 m |
Peso en báscula | 1.430 kg |
Hyundai i30 1.6 CRDi: comportamiento
La dirección del Hyundai i30 es otro de los puntos que también ha evolucionado mucho respecto al anterior i30, pues el retorno que ofrecía en determinadas circunstancias, sin ser desagradable, resultaba algo artificial. En la última edición del compacto ha mejorado sobremanera y ofrece un tacto muy natural, aunque apenas informa de lo que está ocurriendo bajo las ruedas, algo cada vez más habitual en los coches modernos. Cuenta con un nivel de servoasistencia muy correcto y resulta bastante rápida, aportando una sensación de agilidad a la que también contribuye el eje trasero multibrazo, cuya geometría redondea los giros con eficacia, pues aporta un cierto grado de direccionalidad que se puede modular a base de acelerador, incluso a poca velocidad.
Todo esto aporta más carácter a la conducción del nuevo Hyundai i30, que no resulta aburrida, además sigue siendo un coche muy fácil y agradable de conducir, con altos estándares de seguridad. Los suaves tarados de la suspensión —sobre todo en extensión— apuestan por el confort, y permiten algo de balanceo de la carrocería, pero el paso por curva se puede realizar a ritmos muy elevados, mucho más que su antecesor. El peaje por tan alto confort de marcha se paga sólo al límite, ya que se pierde algo de precisión y aparece algo de deriva de los neumáticos cuando afrontas una curva con exceso de optimismo, aunque también es cierto que el planteamiento del coche no invita a llegar a este tipo de exigencias deportivas. En cualquier caso, las ayudas electrónicas están muy bien puestas a punto y realizan su labor de manera impecable, sin apenas restar eficacia a un comportamiento notable y de manera poco intrusiva, ya que no se dejan notar demasiado salvo que la situación lo requiera.
Otro aspecto que contribuye al buen confort de marcha del Hyundai i30 es el poco ruido que hace el motor 1.6 CRDi de 136 CV, además de su suavidad y la regularidad de giro que presenta, sin excesivas vibraciones perceptibles. El sonido procedente de la rodadura, en cambio, resulta más elevado, sobre todo en las plazas traseras. También es destacable lo poco que tarda la calefacción en dispensar aire caliente en las frías mañanas de invierno, algo que unido al volante y a los asientos calefactables genera un alto confort térmico.
De nuevo, el agrado de uso sale a relucir gracias a la buena visibilidad hacia todos los ángulos, también gracias a unos pilares delanteros más delgados que los de su antecesor. La evolución se deja notar en todos los ámbitos, haciendo del Hyundai i30 un coche hoy de lo más completo y con mucho que decir en un segmento tan competido como el compacto, donde las mejoras también son constantes y la rivalidad, siempre encarnizada.
PRECIOS CON DESCUENTO (MARZO 2017) | Hyundai i30 1.6 CRDi 7DCT (de 23.625 a 25.300 €) |
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