Nadie puede negar que el SUV es la categoría de mayor crecimiento y prestigio del momento. De ahí que todos los fabricantes quieran tener presencia en ella y se planteen crecer tanto en volumen de ventas como aumentar sus gamas desarrollando modelos para cada una de las diferentes subcategorías, especialmente si pueden aprovechar su pertenencia a un gran consorcio y beneficiarse de sinergias productivas.
Es el caso de Seat, que en sus planes de futuro tiene programado aumentar la familia SUV complementando al Ateca por sus dos extremos. Por un lado el Arona, el mini SUV derivado del pequeño Ibiza anunciado ya para 2017, se fabricará en la planta de Martorell junto con los Seat Ibiza, León y Audi A1, y por otro, posiblemente antes de 2020, podría llegar un SUV más grande basado en el prototipo 20V20 presentado en 2015. Ese es, presumiblemente, el modelo que se fabricará en la planta de Volkswagen en Wolfsburgo, decisión tomada por el consorcio para compensar los recortes previstos por la marca tras el «dieselgate». Pero también será una muestra de la globalización de Seat , que ya produce fuera de nuestras fronteras el Alhambra (Portugal), Ateca y Toledo (República Checa) y Mii (Eslovaquia).
El futuro SUV grande de Seat: el "Ateca XL" toma forma
Seat ya exhibió en 2015 un prototipo plenamente rodante que podría dar un SUV grande, con unas dimensiones próximas a los 4,7 m de longitud, 2,79 m entre ejes y un planteamiento muy semejante al de Skoda Kodiaq o el futuro Tiguan de siete plazas en cuanto a presencia, motores y capacidad interior.
Como aquellos, se basará en la plataforma modular MQB para motores transversales, la misma que Seat también emplea en el León o el Ateca, aunque con la distancia entre ejes aumentada para mejorar el espacio longitudinal interior y poder albergar una tercera fila de asientos. Parece confirmado que en este caso se prescindiría del tren trasero de eje torsional en las versiones de tracción delantera y todas las motorizaciones pasarían a contar con un más sofisticado y eficaz tren trasero multibrazo como el que se monta en las variantes más potentes de León.
Las sinergias de Seat con el resto de marcas del Grupo Volkswagen permiten imaginar cómo los 150 CV serían un buen punto de arranque de la gama de motores y debería irse prácticamente hasta los 200 en sus variantes más potentes. Pero la plataforma también permite la aparición de variantes con tracción a las cuatro ruedas, con el sistema Haldex de quinta generación, variantes con cambio DSG de doble embrague e incluso de una versión híbrida enchufable al estilo de los GTE, cuyos bajos consumos servirían para reducir notablemente las emisiones globales de Seat.
Hablando de un futuro a medio plazo, no cabe duda de que estará dotado con un completo equipo de ayudas electrónicas que anticiparían una conducción semiautónoma y la conectividad que reclama el automóvil de nuestros días integrando el teléfono en el propio automóvil para poder consultar las aplicaciones y convirtiéndolo en un punto wifi.
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