El
Skoda Vision D ve la luz en el
Salón de Ginebra con dos focos principales de interés. El primero de ellos es la aparición del nuevo logotipo de la marca checa, mientras que el segundo, y más llamativo, es el propio concepto en sí, que está llamado a marcar las líneas maestras del diseño para los próximos modelos de
Skoda. Se trata de un diseño sobrio, simple, pero atractivo, con un cierto aire deportivo. Llama la atención su frontal, con una parrilla muy grande que reduce a la mínima expresión el tamaño de los faros. Se trata de un vehículo de batalla larga, con las ruedas situadas prácticamente en los extremos, buscando la mayor estabilidad posible sin comprometer la imagen del
Vision D.
En su interior destaca la presencia del color blanco, tanto en la tapicería de los asientos como en el volante. El cuenta revoluciones y el velocímetro mezclan los datos digitales y analógicos con acierto, destacando también la
gran pantalla multifunción de la consola central. También destaca el gran
espacio interior presente, apreciable además de para los pasajeros, con un hueco porta objetos de grandes dimensiones situado entre los asientos. El maletero se encuentra perfectamente integrado en el diseño, favoreciendo la línea estética del
Skoda Vision D. De hecho, este maletero es una aparente continuación del techo, que está fabricado en cristal.