El Polaris Slingshot es un vehículo de tres ruedas, dos delante y una única trasera, que entra dentro de la categoría de motocicleta (lo que obliga a llevar casco) pero que, para más inri, cuenta con volante. Esta particular hibridación –no por su mecánica– en forma de motocicleta biplaza está impulsada por un motor de origen General Motors, de 2,4 litros Ecotec, 176 CV y 22,9 mkg.
Para más diversión, esa potencia y par se transmite a la única rueda trasera, a través de un cambio manual de cinco velocidades. Este carácter de propulsión trasera, a su manera, sumado a su reducido peso (771 kg), hará las delicias del conductor.
La carrocería del Polaris Slingshot está hecha en polímero, para asegurar ese reducido peso en los 3,79 metros que mide de largo, y con un arco antivuelco como medida de seguridad. Estéticamente, nos recuerda mucho al KTM X-Bow, aunque con la salvedad de su característico eje trasero. Aquí manda un neumático con llanta de 20 pulgadas, mientras que las delanteras son de 18 pulgadas.
En el apartado de equipamiento y seguridad, se ofrecen luces con tecnología LED, pantalla de 4,3 pulgadas, conexiones Bluetooth y USB, seis altavoces, cinturones de seguridad de tres puntos, ABS, dirección asistida y pantalla de visión trasera a modo de retrovisor.
¿Su precio? 19.999 dólares en el mercado norteamericano para el Polaris Slingshot ‘básico’, unos 14.800 euros al cambio, mientras que la versión SL se ofrece por 19.999 dólares (unos 17.800 euros). Polaris asegura que, de incrementarse la producción, reducirían su precio con el tiempo.
