Desde la desaparición del Antara, Opel ha estado huérfana de un SUV compacto, justo en pleno subidón de ventas de estos coches. El nuevo Grandland X cubrirá ese hueco y, presumiblemente, con garantías.
El nuevo Opel Grandland X mide 4,48 m de largo -el Antara tenía 4,60 m—. Este nuevo SUV ha sido desarrollado tomando como punto de partida la plataforma del Peugeot 3008: ambos incluso cuentan con una distancia entre ejes semejante, de 2,68 metros. De hecho, será de una factoría del grupo PSA en Francia —el 3008 se ensambla en Sochaux— de donde salgan las unidades de un Opel que promete gran cantidad de tecnología embarcada y un amplio espacio para cinco ocupantes y su equipaje: anuncia 514 litros de capacidad en el maletero, con un máximo de 1.652 litros cuando se abaten los asientos traseros, espacio más que suficiente para competir con un familiar compacto, dice Opel.
Opel Grandland X: su diseño
Entre las señas de identidad estéticas del Opel Grandland X, predomina un frontal en el que vemos la semejanza no sólo con el Crossland X, sino también con el inminente Insignia —y evidente evolución respecto al Astra de 2016—, gracias al nuevo tratamiento de elementos como el Blitz de Opel o el pliegue del capó. Unos faros delgados, con una diferenciadora doble señal lumínica lograda con leds, que se emula en los pilotos traseros, dan carácter distintivo al frontal. También contará con un acabado opcional para el techo en un color distinto al resto de la carrocería. Según Opel, el objetivo del Grandland X es transmitir «el arte escultural unido a la precisión alemana». Veremos si, en vivo, es lo que consigue, aunque lo que si garantizan las fotos son abundantes guiños propios de coches off-road.
Es el caso de los pasos de rueda ensanchados o los revestimientos para todo el perímetro inferior de la carrocería, que contrastan con las protecciones cromadas para las salidas de escape. Incluso del labio inferior, también cromado, del parachoques que sugiere la presencia de un protector para la zona inferior del motor o unas barras en el techo.
En cuanto el interior del Opel Grandland X, como es de esperar ni rastro del i-cockpit tan característico de Peugeot y que se ha convertido en seña de identidad de la marca dentro de PSA. En su lugar, un salpicadero muy parecido al del nuevo Insignia o al del Crossland X, por ejemplo. Incluso por la disposición en tres niveles de los controles: multimedia, climatización y control del chasis.
Opel Grandland X: técnica y equipamiento
Entre los sistemas técnicos destacados en el Opel Grandland X, el SUV incorporará una evolución del dispositivo Grip Control, el sistema que modifica el funcionamiento del control de tracción y ESP, además del cambio automático o el acelerador, entre cinco posibilidades. Irá asociado a ruedas M S, para adaptarse así a diferentes situaciones de conducción.
Mucha tecnología también en el diseño y tipología de sus asientos ergonómicos AGR, unos de los más saludables para la espaldas de las personas según la certificación oficial de las autoridades sanitarias alemanas. Por otro lado, los faros adaptativos AFL con tecnología led son capaces de cambiar la forma, orientación e intensidad de la haz de luz según la carretera o velocidad. Tampoco faltarán múltiples sistemas de ayuda a la conducción y, cómo no, la máxima conectividad y asistencia personal del servicio Opel OnStar (entre sus funciones nuevas, a destacar la reserva previa de un hotel o la búsqueda anticipada de aparcamiento).
A nivel mecánico, por el momento Opel no ha adelantado ningún dato oficial de sus propulsores, pero todo hace indicar que la oferta de sus motores quedará conformada con las versiones Diesel 1.6 BlueHDI y gasolina PureTech de PSA.
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