El futuro Mercedes Clase C se espera para dentro de algunos años, quizá para 2020, y tomará la denominación interna W206. A pesar de ser un coche completamente nuevo en todos los apartados, sus dimensiones apenas variarán con respecto al actual. Empleará la plataforma modular MRA2 (Mercedes Rearwheel Architecture), una evolución de la arquitectura de propulsión trasera actual, que Mercedes también emplea en el Clases E y el Clase S. La principal característica de la MRA2 es que guardará una importante relación con la también futura plataforma EVA (Electric Vehicle Architecture), pensada para los modelos totalmente eléctricos que llegarán, tal y como vimos en el primer anticipo presentado en el Salón de París de 2016: el Mercedes EQ. Pero hasta su llegada todavía veremos en la marca motores de gasolina de seis y ocho cilindros, por lo menos hasta 2025... aunque eso es otra historia bien distinta; ya lo veremos más adelante.
El nuevo Mercedes Clase C estará impulsado por los motores de cuatro cilindros de denominación ya conocida, incluyendo el nuevo y limpio diésel DM 654; disminuye la cilindrada hasta los 2 litros para evitar las penalizaciones fiscales que sufre el 2.2 en algunos mercados. Tendrá 150, 194 y 231 CV, con un consumo significativamente por debajo de los 4,0 l/100 km de media. También ha de llegar el nuevo motor 1.6 de Renault, si bien Mercedes no está por la labor de apostar por el downsizing: están cambiando las tendencias y, tal y como se está viendo en otras marcas, parece que lo de bajar cilindrada tiene un límite, puesto que ahora la estrategia parece ser la de aprovechar toda la energía para distintos sistemas del coche y, si hay poca energía ésta sólo se empleará en mover el coche.
Con el Mercedes W206 llegará una completa y nueva generación de motores de seis cilindros de gasolina. ¿De nuevo en línea? Parece que sí. Ofrecerá una evolución de su sistema de hibridación, con un híbrido enchufable con más de 100 km autonomía totalmente eléctrica: combina un motor de gasolina de cuatro cilindros con un motor eléctrico. Se generalizará la red interna de 48 voltios. Podremos ver un avance de esta tecnología en el lavado de cara que sufrirá la Clase S en 2017. Ventajas de los 48 voltios: se podrán hacer cosas como el inicio de marcha (momento de máximo consumo y contaminación) eléctrico en un coche no híbrido, gracias sobre todo a la poderosa capacidad de recuperación de la energía. Otros sistemas, tales como los turbocompresores o el climatizador, podrán ser suministrados con electricidad, reduciendo drásticamente el consumo de combustible, por no hablar de los sistemas de iluminación; el haz principal de luz de la futura clase C se extenderá hasta los 600 metros, sin necesidad de luz láser.
Los faros convencionales del nuevo Mercedes Clase C permanecerán, aunque el led sustituye por completo al xenón. La digitalización avanza y permitirá nuevas funciones de conducción, como mover el coche desde los teléfonos inteligentes que ya estamos viendo. La Clase C toma el paquete de asistencia a la conducción integral de la Clase S e irá un poco más lejos en sus funciones de conducción autónoma. Recordemos que Mercedes ha comprado junto con Audi y BMW una empresa dedicada a precisos mapas digitales, de los que se beneficiarán los controles de crucero y velocidad. Además, habrá de una conexión en línea de tres años de forma gratuita, junto con zona Wi-Fi, y se quiere ofrecer una submarca de servicios, como la transmisión de datos de música en vivo y almacenamiento.
No faltará en la consola central un sistema de botones virtuales en una especie de pantalla táctil de 30 cm de ancho, que cambian de tamaño en función de la cercanía de la mano. La información será en tres dimensiones, incluidos los mapas del navegador. No se apuesta por el control gestual para todas las funciones. La gran pantalla superior no será táctil, ya que todos los mandos quedan en los botones virtuales.
BMW Serie 3: listo en 2018
El BMW Serie 3 está pendiente de un cambio de generación, que se conocerá a finales de 2018, pudiendo estar en el mercado a inicios de 2019. Esto le otorga desventaja frente a Mercedes, que todavía tendrá cierto margen de mejora, en función de lo que haya sacado su rival. El Serie 3 ha recibido un lavado de cara recientemente, heredando parte de la tecnología de información estrenada por el recién llegado Serie 5; sistemas como la dirección trasera se dejan para la nueva generación. En BMW lo tienen claro y quieren mantener esa personalidad que tanto ha gustado en los últimos 41 años. El G20 será más dinámico que el actual F30 estrenado en 2011, pero también con un superior confort de la suspensión. Parte de esta mejora vendrá de la mano de un bastidor más ligero y también más rígido, base de trabajo ideal para rebajar el trabajo de la amortiguación, especialmente con la suspensión adaptativa opcional que ofrecerá.
La gama de motores del nuevo BMW Serie 3 será optimizada, lo que debería lograr hasta un 20 por ciento más de potencia y un doce por ciento menos de consumo, algo para lo que sin duda contribuirá la mejora de la aerodinámica anunciada. Habrá motores de cuatro y seis cilindros, con un rango de potencia desde 118 hasta 340 CV. El futuro del BMW M3 estará en 450 caballos, aunque no está claro que con la inyección de agua del GTS M4 , puesto que es demasiado caro para series más grandes. Entre el 340i y el M3 todavía hay espacio para una variante M Performance de alrededor 370 CV, esta sí estará disponible con tracción total. Del M3 o M4 xDrive, nada de momento. Por supuesto, BMW está ampliando la oferta de sistemas de asistencia, desde un asistente atasco de tráfico a otro para estacionar el coche de forma remota. Contrariamente a los planes originales, BMW ha decidido ofrecer también una versión del Serie 3 como un coche eléctrico puro, pero sólo al final, ya previsto para 2021.
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