Mercedes Vision GLK

Mercedes presenta en el Salón de Detroit el concepto Vision GLK, que prefigura con una resolución casi absoluta lo que será su nuevo e inédito SUV de tamaño compacto. Con este nuevo modelo, Mercedes entra de lleno en el segmento SUV más importante de Europa. De hecho, aunque presentado en Estados Unidos, el GLK no se fabricará en la planta americana de Tuscaloosa, donde Mercedes produce las Clases M, GL y R, sino en su Alemania natal.

Mercedes Vision GLK
Mercedes Vision GLK

En alemán, G de campo, L de lujo y K de compacto. Queda claro qué tipo de coche nos encontraremos cuando el futuro Mercedes GLK llegue en septiembre a nuestras carreteras. Con 4,5 metros de longitud será, por fin, la réplica al BMW X3 que muchos llevan largo tiempo esperando. El Vision GLK será presentado como un concepto, pero a nadie escapa que no estará muy lejos de la realidad del coche de calle.Su diseño apenas luces licencias de salón. Sólo las llantas de 20 pulgadas, una resistente pintura blanca diamante y algunos aditamentos de la carrocería buscan un realce de su imagen. A la vista de las primeras fotos, parece que el GLK que se ha inspirado directamente del gran GL, más anguloso y rectilíneo que el suavizado M. Mercedes comenta que las formas del GLK favorecerán la visibilidad del entorno. Técnicamente su inspiración viene de la Clase C, del que toma su plataforma. Para el Vision GLK se anuncia un chasis especialmente rígido, preparado para asumir los esfuerzos a los que un SUV puede estar expuesto. Además, esa rigidez aporta una base especialmente apropiada para alcanzar buenos valores dinámicos (trabajo de las suspensiones) y de confort (ruidos y vibraciones), aspectos en los que Mercedes dice que el GLK será referencia en su segmento. Para compatibilizar ambas premisas, el Vision GLK hace suya también la suspensión variable de principio mecánico, no electrónico, de la Clase C, en este caso con mayor fundamento por la diversidad de uso de un SUV. La asistencia de la dirección también es variable en función a la velocidad.La transmisión elegida es la expuesta en la Clase C 4Matic, con un diferencial central que divide de partida el par en una proporción 45/55 por ciento entre el eje delantero y trasero. El control de estabilidad con los complementos del ASR y 4ETS oficia como autoblocante, pinzando las ruedas que pierden motricidad. No anuncia reductoras, pero opcionalmente pudiera disponer como en la Clase M y Clase GL. Lo que sí muestra el Vision GLK es un programa de funcionamiento que se selecciona mediante un botón que la marca lo llama G, para circular por campo, que adapta el pedal del acelerador by wire, la gestión electrónica de la caja de cambios automática y el control de estabilidad a esas condiciones de uso. Por ejemplo, en la Clase M este programa de campo, entre otras cosas, desconecta el ABS a muy baja velocidad para permitir bloqueos de ruedas que facilitan el control final del coche sobre nieve, barro, etc. También dispone de un control de descenso para cuestas muy deslizantes, que mantiene automáticamente una velocidad baja preseleccionada sin necesidad de pisar el freno ni el acelerador el conductor.El Vision GLK que veremos en Detroit montará una variante del motor 2.2 CDi de 170 CV de la Clase C, con sobrealimentación de dos etapas y tecnología Bluetec para un mejor tratamiento de los gases de escape. Con esta tecnología, a la cadena tradicional del catalizador por oxidación y el filtro de partículas, se suma un segundo catalizador de reducción y un sistema de inyección de urea sobre los gases, que convierte el óxido de nitrógeno en nitrógeno y agua. Con este sistema en el motor 2.2 CDI, Mercedes comenta que incluso aprobaría los límites de emisiones Euro6 que entrarían en vigor en 2015.Mercedes no ha explicado su sistema de sobrealimentación de dos etapas, pero sugiere la misma técnica que BMW y PSA ya ofrecen, con dos turbos que se solapan: uno pequeño trabaja a bajo/medio régimen, y otro grande a medio/alto régimen. Se complementa con un sistema de conducto común de 4 generación que alcanza una presión de trabajo de 2.000 bares, como hasta ahora sólo estaba al alcance del sistema bomba-inyector del Grupo Volkswagen. Curiosamente, la caja de cambios automática es la 7G-Tronic que Mercedes tenía reservada para sus motores de 6 y 8 cilindros. En el concepto Vision GLK es la primera vez que la vemos acoplada a un 4 cilindros que, por otra parte, va colocado en posición longitudinal sobre su vano. El equipamiento del Vision GLK nos da también una idea del avanzado contenido que mostrará el GLK cuando llegue a los concesionarios. Las luces adaptativas ILS, el sistema preventivo de seguridad Pre-Safe o un climatizador de tres zonas justificará en gran medida el retraso con el que para muchos usuarios llegará el nuevo Mercedes GLK. En el estand de la marca alemana hemos podido ver el debut de dos variantes provenientes del mismo concepto. Con ellas, Mercedes quiere remarcar las posibilidades de futuro de este nuevo SUV. La primera, denominada GLK Freeside, destaca por su capacidad campera, por su aspecto de ‘tipo duro’ y por el hecho de contar con elementos de su carrocería de quitan y pon. Por su parte, el GLK Townside incorpora suspensión deportiva y está más pensado para disfrutar de la conducción sobre asfalto. Por lo demás, apenas hay diferencias entre uno y otro.