El Mercedes Clase B se pone en forma

El monovolumen compacto de la firma de la estrella recibe una serie de cambios en su gama 2008. En el capítulo mecánico, los motores son más eficientes, con un menor gasto de combustible, además de contar como gran novedad con un propulsor –el NGT- que puede utilizar gasolina o gas natural, combinados o por separado. El equipamiento y el aspecto exterior e interior también se modifican.

El Mercedes Clase B se pone en forma
El Mercedes Clase B se pone en forma

En el panorama automovilístico, un nuevo vehículo se apunta a la moda ecológica de la actualidad. Se trata de la Clase B de Mercedes-Benz cuya gama 2008 presenta motores con menos consumos y menores emisiones. En el caso de la oferta de propulsores de gasóleo, tanto el 180 CDI como el 200 CDI reducen en un 7 por ciento el gasto medio, situándose en 5,2 y 5,4 l/100 kms, respectivamente.

Por su parte, los motores de gasolina de las versiones B150 y B170 pasan a contar con un sistema, el ECO Start/Stop, con el que pueden llegar a gastar hasta un 9 por ciento menos de combustible. Esta tecnología apaga el propulsor cuando el vehículo se para, como por ejemplo, en semáforos en rojo. El motor se vuelve a encender después de que el conductor pisa el embrague y mete la primera velocidad. Este sistema no es nuevo en el panorama automovilístico, pues otras marcas como BMW o Citroën lo han incorporado desde hace tiempo a algunos de sus modelos.

No obstante, la novedad más destacada introducida en el capítulo mecánico está protagonizada por la motorización 170 NGT BlueEFFICIENCY. “NGT" son las siglas en inglés de “Natural Gas Technology". Esta motorización puede funcionar con gasolina o gas natural. Éste se almacena en cinco depósitos repartidos bajo los asientos delanteros y en el maletero (dos delante y los tres restantes detrás). El vehículo se puede impulsar utilizando sólo gasolina o sólo gas natural. Al disponer de dos combustibles, la autonomía total del vehículo crece por encima de los 1.000 kilómetros. Las emisiones de dióxido de carbono son sensiblemente menores al B170 de gasolina, aproximadamente un 17 por ciento menos.

La silueta exterior de la Clase B de Mercedes también presenta cambios. Los más reseñables debemos encontrarlos en el capó, parrilla delantera, paragolpes delantero y posterior y forma de las ópticas. Los tiradores de las puertas y los retrovisores pasan a ser del mismo color que el resto de la carrocería. En el portón trasero, hay un elemento nuevo encarnado por una banda cromada. Asimismo, las llantas de aleación tienen nuevo aspecto.

Una vez dentro del habitáculo, las modificaciones más importantes se sitúan en el salpicadero con detalles de aluminio pulido. El volante, además de ser regulable en altura, también se puede regular en profundidad.

De forma opcional, se puede montar un sistema de aparcamiento automático, mediante el cual, el vehículo calcula a través de una serie de sensores un espacio determinado en el que poder aparcar. Cuando dicho espacio tiene una longitud mayor a 1,30 metros del largo total del vehículo, el conductor es advertido mediante una señal que aparece en el cuadro de mandos. En ese instante, engranamos la marcha atrás y sólo pisando levemente el acelerador y el freno el automóvil se aparca sin necesidad de que el conductor mueva el volante.

Otras novedades destacadas en el equipamiento son las siguientes: un sistema que conecta automáticamente las luces de emergencia después de una frenada brusca, control de estabilidad con sistema de ayuda de arranque en pendiente y nuevos equipos de sonido y multimedia.