El pasado verano Mazda sacudió los cimientos de la ingeniería mecánica anunciando para 2019 el lanzamiento de la familia Skyactiv-X, un motor de gasolina que puede funcionar sin chispa, para el que anuncia consumos a la altura de los Diesel más ahorradores y con unos reducidos niveles de emisiones contaminantes. Puedes ver todos los detalles de esta nueva generación de motores que ya hemos probado aquí. Pero da la impresión de que sus acuerdos con Toyota están acelerando al máximo todos sus planes de desarrollo y ahora se acaba de conocer que Mazda ya trabaja en una tercera generación de su tecnología Skyactiv, que daría una vuelta de tuerca más a la eficiencia de los motores de gasolina.
Mazda Skyactiv-3: rendimiento térmico superior al 56 por ciento
Los Mazda Skyactiv-G actuales, a pesar de ser muy avanzados, ofrecen un rendimiento térmico del 27 por ciento, mientras que los motores de combustión de mayor rendimiento térmico que se utilizan hoy en día van instalados en los monoplazas de Fórmula 1 y alcanzan un 50 por ciento de eficiencia. Pues bien, según los datos manejados por el constructor japonés, los futuros motores Mazda Skyactiv-3 lograrán un rendimiento térmico superior al 56 por ciento, de forma que serían los más eficientes en el aprovechamiento de la energía de todo lo que se ha conocido hasta ahora.
El Mazda Skyactiv-3 convertirá la mayoría de su combustible en potencia, optimizando las pérdidas generadas por las altas temperaturas o por los rozamientos entre piezas. Gracias a todo ello, Mazda espera que los niveles de emisiones de CO2 de esta tercera generación caigan en un 25 por ciento frente a lo generado por sus actuales motores de gasolina. Estas cifras han llevado a Mitsuo Hitomi, máximo responsable de la División de Motores de Mazda, a comparar los resultados de los Skyactiv-3 con las emisiones de dióxido de carbono que se emiten al producir la electricidad necesaria para cargar un vehículo eléctrico.
Mazda Skyactiv-3: ¿tan limpio como un eléctrico?
Dicha comparación ya ha desatado la primera polémica sobre el asunto, ya que el problema con ese cálculo es que parece olvidarse de que hay una gran variedad de formas de producir electricidad y son procedimientos que generan cantidades muy diferentes de CO2. Por ejemplo, la energía eléctrica obtenida de fuentes renovables sería mucho más limpia que aquella conseguida con una planta de energía a base de carbón.
Habrá que ver, por tanto, hasta dónde alcanza el desarrollo de los futuros Mazda Skyactiv-3, aunque es evidente que el fabricante de Hiroshima ya utilizará sus nuevos Skyactiv-X para el lanzamiento de híbridos suaves a partir de 2019, incluso parece que la compañía tiene la intención de introducir en el mercado un modelo 100 por cien eléctrico en 2020 y de ir completando su gama con algún híbrido enchufable a partir de 2021.
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