Fue el último empujón que Jaguar le dio a la generación saliente del Jaguar XF, hace apenas 4 años, presentadas en una absolutamente helada Canadá —al mismo tiempo que también se presentaban los XJ AWD—, demostrando que lo que menos le falta a su sistema de tracción total es eficacia. Ya lo demostraron sus berlinas, luego lo hizo el deportivo F-Type, pero ahora mucho ha cambiado en el la actual gama XF, tanto como el que el coche es absolutamente nuevo. Aquí tienes el primer contacto del, recuerda, ya aluminizado Jaguar XF, con nueva plataforma, generación de motores Ingenium, conectividad a través de los nuevos dispositivos InControl. Más deportivo, más ligero, más eficiente y seguro.
Ya esta última generación de XF nació con tracción total en una única versión 3.0 V6 de gasolina de 340 CV, motor que exclusivamente se vende con caja de cambios automática de 8 velocidades. Ahora, la tracción total se monta, por primera vez en la historia del modelo, en una versión de 4 cilindros, en concreto, el XF 2.0d de 180 CV, uno de los motores que, por cierto, mayor demanda tendrá.
Lo mejor que es que el complemento no viene solo, porque además de las cuatro ruedas motorices, disponible, eso sí, sólo para la variante automática, esta nueva versión AWD se benefician de otros sistemas y ayudas al chasis que hacen que el XF gane efectividad por partida doble. Uno de estos elementos es el dispositivo Configurable Dynamics, que asociado Adaptative Dynamics te permite tener configuraciones de chasis prácticamente a la carta. Te lo resumo así de fácil: suspensiones continuamente variables con los correspondientes perfiles de conducción que también afectan a parámetros de dirección, cambio, acelerador, reparto de tracción o umbrales de intervención de los controles de estabilidad y tracción.
Además, en las versiones de tracción total de la gama, un novedoso control de tracción adaptativo a baja velocidad reemplazaría, en caso de equiparlo, a los modos Lluvia, Hielo o Nieve del habitual Jaguar Drive Control. La incorporación de la tracción total en el Jaguar XF 2.0d automático de 180 CV supone prácticamente una centena más de kilos, pasando a pesar 1.700 kilos, extra que Jaguar no ha pretendido compensar ajustando los desarrollos de transmisión de la caja de cambios, siendo idénticos tanto las relaciones internas como el grupo respecto a la versión de tracción traseras.
La diferencia en rendimiento de la versión AWD y 2WD es prácticamente despreciable en lo que se refiere a prestación y totalmente lógica en consumo, dada la diferencia en peso. Jaguar utiliza un sistema con un reparto variable a tiempo real, de mínima fricción —o sin arrastre—, por tanto, cuando al tren delantero no le llega nada de par, garantizando por tanto una respuesta tan ágil y dinámica como la de versión de dos ruedas motrices. La cantidad y el momento de par que a cada eje está en manos del sistema Intelligent Drivelilne Dynamics, sistema que calcula la adherencia de cada rueda con el asfalto. Respecto al Jaguar 2.0d/180 automático, el AWD anuncia una velocidad máxima de 222 km/h, apenas 7 km/h inferior, una aceleración de 0-100 km en 8,4 segundos —3 décimas más— y unos consumos de 4,9 l/100 km —0,6 l/100 km más—, con unas emisiones de CO2 de 129 g/km frente a los 114 g/km de la versión de propulsión.