Fin de la era “Drive the Change” anunciada en 2011 por Carlos Goshn, presidente del Grupo Renault, con la movilidad sostenible como epicentro de un plan que hoy tiene continuidad en la recién anunciada estrategia “Drive the Future”, mediante la cual, Renault se lanza definitivamente a la implementación del vehículo eléctrico. Su aliado Nissan y su nuevo socio Mitsubishi van a permitir acelerar el desarrollo de nuevas tecnologías que arropan no sólo la fabricación, sino también la utilización del automóvil eléctrico, optimizando los recursos e inversión necesaria para ello: poder contar con tal diversificación de ingeniería permite, además, optimizar también la inversión en investigación y desarrollo, cifrando en 18.000 euros la cantidad destinada a diversificar la oferta de modelos y mercados e innovar en una industria y un entorno que evoluciona a pasos acelerados.
Unifica y vencerás: una plataforma para el 80% de modelos del grupo
Movilidad sostenible, sí. También conectividad y tecnologías de conducción autónoma. Pero sobre todo, rentabilidad, y eso pasa por maximizar también sinergias, componentes, tecnologías… En un futuro, el 80 por ciento de los coches del grupo emplearán una misma base, una plataforma común sobre la, como si de un Lego se tratara, se podrían sacar al mercado coches con diferentes pretensiones, de diferente tamaño y categoría. Una estrategia de plataformas comunes, tal como conocemos ahora, pero en su máxima expresión. ¿Una marca blanca? Tal vez no… o al menos, no tan cerca en el tiempo, pero sí un primer paso sobre el que estandarizar los servicios de movilidad del futuro… para clientes del futuro.
En términos económicos, el objetivo de Renault para estos próximos 5 años es aumentar su volumen de ventas en un 40 por ciento, lo cual pasaría de vender 3,47 millones de vehículos en 2016 a alrededor de 5 millones de unidades en 2022, para lo cual, se hace necesario fortalecer su presencia fuera de su, hasta el momento, principal mercado: Europa.
En 2022, las ventas fuera de este continente se estima que serán cercanas al 60 por ciento. Acelerar la actividad en china, mejora la presencia en Rusia mediante Autovaz (Lada) y conseguir una mayor penetración en mercados emergentes —en 13 de ellos, sin presencia actualmente— son algunas de las principales prioridades con las que alcanzar unos ingresos un 37 superior al pasado ejercicio: 700 millones de euros es la cifra prevista para 2022, consiguiendo un margen operativo del 7 por ciento, 6 décimas más que el alcanzado el pasado año.
21 nuevos modelos
El plan pasa por el desarrollo de 21 nuevos modelos dentro de todas las marcas del Grupo, 8 de ellos totalmente eléctricos y 12 electrificados. Por ello, también se ha creado una nueva filial denominada Renault Energy Services, dedicada a invertir en proyectos en torno a redes inteligentes, carga y red de vehículos electrificados y ciclos de vida de las baterías.
Uso, usabilidad, pero también nuevos hábitos de cara a un futuro muy cercano, donde el automóvil se integra en un nuevo ecosistema casa-coche, tal como adelanta el concepto Symbioz. Renault asegura también llegar a 2022 sobradamente preparada para integrar en sus automóviles sistemas de conducción autónoma de Nivel 4, aunque será el cliente la verdadera llave a esta tecnología. Para el futuro Renault Clio que se lanzará en 2019 sí se ha confirmado sistemas de conducción autónoma de Nivel 2.
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