El Salón de Nueva York arranca esta misma semana, y promete traer numerosos prototipos espectaculares, tal y como este tipo de citas nos tiene acostumbrados. Ya conocemos dos de ellos: una versión radicalizada del Nissan GT-R R35 y un nuevo Ford llamado Police Responder Hybrid Sedan, ambos adaptados como vehículos policiales. Las dos marcas tienen la aspiración de que sus vehículos pasen a formar parte de las flotas de los cuerpos de policía de Estados Unidos.
Tomando la palabra ‘Godzila’, denominación con la que se conoció en el pasado al deportivo japonés GT-R (concretamente, al mítico Skyline GT-R R32), Nissan ha hecho un juego de palabras con el término ‘cop’ (policía, en inglés) para dar nombre a esta bestialidad. Luces de policía, una colosal defensa delantera metálica, suspensión aún más baja y un igualmente colosal alerón trasero que, unido a un brazo central que sale del techo, contribuye a lograr un aspecto imponente. Como también contribuye su carrocería ensanchada y sus llantas de 22 pulgadas lenticulares de fibra de carbono dotadas de pinchos.
Bajo el capó ruge un motor V6 de 3,8 litros capaz de generar 570 CV y un par motor de 64,75 mkg. Con él, Copzilla alcanza una velocidad máxima de 315 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos.
Su carrocería llena de luces de policía y su combinación de colores negro mate y dorado, unidas a todo lo ya mencionado, hacen que no sea difícil imaginárselo llevando a cabo vertiginosas persecuciones. Persecuciones en las que los perseguidos tendrán muy pocas opciones de zafarse de Copzilla.
No es el primer coche de policía creado por Nissan. Ya fabricó uno para las fuerzas japonesas, basado en un Skyline GT-R R34, aunque es muy difícil de ver en el país nipón.
Pero, como decimos, habrá más coches patrulla en la cita neoyorkina. Ford presentará el Police Responder Hybrid Sedan, que describe como el primer coche híbrido de la industria diseñado para persecuciones policiales. Es el segundo coche electrificado de los 13 que la marca del óvalo planea introducir en los próximos cinco años para convertirse en líder en la fabricación de tecnología híbrida y eléctrica.
Al igual que ‘Copzilla’, está dotado de una notable defensa frontal metálica, luces azules y rojas por doquier y vinilos que lo identifican como coche policial. En el interior viene equipado con una cámara de a bordo para grabar las persecuciones y un control para las diferentes sirenas, además del resto de accesorios habituales en los coches policiales.
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