Chevrolet Volt, el eléctrico

General Motors plantea un futuro mejor, para sí misma y para el entorno, con la definitiva versión del Chevrolet Volt, berlina de propulsión eléctrica y viable utilización, que acaba de ser presentada y que iniciará su producción en serie a finales de 2010. Su llegada a Europa está prevista como modelo a comprar un año más tarde bajo la marca Opel y, ahora mismo, también se baraja dentro de la propia gama Chevrolet europea.

Chevrolet Volt, el eléctrico
Chevrolet Volt, el eléctrico

Coincidiendo con la celebración de su primer siglo de existencia, el gigante norteamericano General Motors ha desvelado su secreto más interesante de cara a la vuelta al primer plano de la actualidad de sus productos, el Chevrolet Volt. Esta berlina de tres volúmenes y cuatro puertas es el primer coche de este porte que podrá funcionar en modo eléctrico con una autonomía de hasta 60 km. Esta distancia es la que se considera habitual en un uso diario entre residencia y trabajo en una sociedad moderna. Para un uso más prolongado, este Chevrolet dispone de un motor de gasolina que actúa como generador de corriente eléctrica.Para conseguir este hito, el Volt dispone de 220 células de ión-litio como batería, que alimenta un motor eléctrico con una potencia equivalente a 150 CV de un propulsor térmico y con un par de casi 38 mkg. Con este rendimiento, la velocidad máxima es de 161 km/h, más que suficiente según las normativas actuales del tráfico. La tracción se realiza sobre las ruedas delanteras y durante su funcionamiento eléctrico, el Chevrolet Volt prácticamente no genera ningún ruido mecánico.En el caso de necesitar una mayor autonomía, al agotarse la batería se recarga de forma automática gracias a un pequeño motor de gasolina –que también funciona con combustible E85- cuyo escaso consumo, ya que no realiza función tractora alguna, no eliminará la faceta ahorrativa del Volt. Ésta se ha calculado en unos 2.200 euros al año, si sólo se usa el Volt en su modo eléctrico, durante un recorrido de unos 22.000 km en dicho período de tiempo. Estas cifras se obtienen tras calcular que recargando la batería en casa, por la noche, cada kilómetro recorrido con el Volt sólo costará 2 céntimos de euro, frente a los 12 que habría que desembolsar si se repostara gasolina. Gracias al sistema de recarga mediante el motor de gasolina incorporado, la autonomía real del Volt hasta la necesidad de una recarga de las baterías es de varios cientos de kilómetros.El Chevrolet Volt puede enchufarse a una toma de corriente doméstica de 230 voltios para recargar la batería, hecho que toma menos de tres horas, estando la batería totalmente descargada. Si no es éste el caso, el tiempo se recorta sensiblemente. Una carga completa tendrá un coste aproximado de un euro en la factura de la luz.Aquí están las fotos definitivas del GM Volt.Aparte de su novedad como vehículo eléctrico de uso razonable, el Chevrolet Volt ha exigido un completo trabajo de diseño, en el que la aerodinámica ha tomado un papel muy destacado en la búsqueda de la mayor autonomía posible con el uso exclusivo del motor eléctrico. Así, se ha utilizado una parrilla cegada cuya función es meramente estética ya que su motor auxiliar térmico no necesita mucha refrigeración. La zaga elevada también contribuye a la reducción de las turbulencias, causantes de una aumento de la resistencia aerodinámica.En su interior, el Volt ofrece espacio y confort habituales en una berlina de su tamaño, pero sólo para cuatro pasajeros, porque las plazas traseras son dos, separadas por una cubierta que esconde buena parte de las células de ión-litio. La consola central delantera aloja la palanca de control –hay un sistema de variador continuo asociado al motor eléctrico- con sólo tres posiciones: Drive, Reverse y Neutral. Dos pantallas táctiles permitirán la vigilancia del funcionamiento del sistema eléctrico y el manejo de distintos mandos secundarios.En estos momentos, dos años antes de su lanzamiento, el objetivo de General Motors es poder vender el Volt a no más de 40.000 dólares, con una producción relativamente reducida, pues no hay que olvidar que la red eléctrica de un país como Estados Unidos no admite la recarga diaria eléctrica de más de dos millones de coches.