Esta semana os hemos presentado la prueba que le realizamos al
Bugatti Veyron 16.4 Super Sport, una auténtica fiera de los deportivos de élite que alcanza los
431 km/h. Pues bien, ahora llega el turno de sacar a la luz una
edición especial de la versión targa del Veyron, el Grand Sport, uno de los grandes protagonistas del
Salón de Qatar que se está celebrando durante estos días.
La fábrica de la localidad francesa de
Molsheim, donde se crean los Bugatti Veyron, continúa sacando ediciones cada vez más especiales y espectaculares de su superdeportivo estrella, cada una de ellas con una
decoración exclusiva, muchas veces
bajo solicitud previa de un comprador. Esta última, la del Bugatti Veyron Grand Sport, monta el
mismo bloque del motor de ocho litros y 16 cilindros en W, con cuatro turbos y con una potencia de
1.001 CV.
Por fuera, la primera impresión que da no deja indiferente a nadie, y ese es el objetivo que desean con el Grand Sport: llamar la atención con una
tonalidad amarilla combinada con el negro de la base del coche con
inserciones en fibra de carbono. En el
interior también destaca la misma
combinación de colores, siendo el amarillo el color predominante en los asientos, el pilar A y la base del salpicadero. El negro se reserva para la parte superior de éste, la consola central, el pomo del cambio y el volante, la instrumentación y los paneles de las puertas.
Para el que tenga guardados
1.580.000 euros bajo la almohada, todavía está a tiempo de adquirir una versión del Bugatti Veyron ‘al aire libre’. Las
300 unidades previstas inicialmente de la versión cerrada cuando comenzó su producción ya han sido adquiridas; ahora tan sólo nos queda esperar por más ediciones especiales del Grand Sport.