Borgward ya tiene fecha para su desembarco completo en Europa. 2018 será el año en el que la histórica marca alemana, ahora renacida bajo el grupo chino Foton Motor, desembarcará por completo en Europa. A día de hoy, la presencia es casi testimonial, con algunas ventas en Alemania y en Reino Unido, donde su único modelo no cuenta con versión con volante a la derecha.
Sin embargo, la apuesta china por Borgward parece ir en serio y sus dos SUV estarán disponibles muy prontos en el viejo continente. El primero de ellos es el denominado BX7, un SUV de gran tamaño con 7 plazas que monta un motor de cuatro cilindros y 2,0 litros turboalimentado para desarrollar 224 CV y cambio automático de siete relaciones. Aunque si optamos por la versión tope de gama, podremos hacernos con un híbrido enchufable de hasta 400 CV en combinación de su motor de gasolina con el eléctrico.
Como hemos dicho, de momento en Reino Unido no cuentan con un Borgward BX7 con volante a la derecha, pero la cosa cambiará con el BX5, su hermano pequeño. De momento, mecánicamente no hay detalles de cómo será el nuevo SUV alemán, pero si se espera que, al menos, incorpore el mencionado motor turboalimentado más arriba de 224 CV. Además, la firma prometió que muy pronto empezarán a llegar versiones completamente eléctricas en colaboración con Bosch, suministrando los motores, y LG, proveedor de las baterías.
Borgward, una marca histórica
Hacía más de 50 años desde que Bordward cesara su producción cuando el grupo chino de vehículos pesados Foton Motor la resucitó con un plan económico basado en los SUV. Nacida en 1890, su historia como constructor de coches fue muy corta, pues hasta la Segunda Guerra Mundial, periodo en el que fue obligada a fabricar automóviles militares, ensamblaba motocicletas y vehículos de tres ruedas.
Durante la guerra, su fundador, un inglés llamado Carl F.W. Borgward fue tomado preso por los estadounidenses en un garaje donde comprobó cómo eran los coches al otro lado del charco. Enamorado de su diseño, su fabricación trató de imitar el estilo norteamericano, una vez la paz fue restaurada. De todos ellos destacó el Borgward Isabella, quizás el más bello de una oferta donde dominaban los vehículos de pequeño tamaño.
En 1963, el gobierno de Bremen declaró insolvente a la empresa en una polémica maniobra que tenía como objetivo hacerse con la compañía a bajo precio. De hecho, todos los acreedores cobraron íntegramente el dinero debido, lo que demostró la solvencia de Borgward. Tristemente, su fundador y dueño moriría arruinado ese mismo año.
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