Con una estampa inequívocamente Aston Martin, el V8 Vantage llega dotado de un nombre que ha hecho historia en la marca. Tradicionalmente, la denominación Vantage servía para distinguir a las versiones más poderosas de cada modelo. Sin embargo, esta vez el modelo se llama directamente Vantage, lo que ya da una ida de cuáles son sus credenciales.
El planteamiento es muy radical: coupé biplaza, con motor casi central y propulsión trasera. Con esto ya es suficiente para darnos cuenta de que Aston Martin presenta un auténtico deportivo hecho a mano. Además, hay que sumar un motor 4.3 litros de arquitectura V8 que es totalmente nuevo en la casa y entrega 385 CV.
Lo que sí se conocen son las dimensiones del coche o, al menos, del concept que dará lugar a la versión definitiva: 4,34 metros de largo, 1,87 de ancho y 1,29 de alto. La batalla alcanza los 2,60 metros.
Es decir, con ese chasis y ese motor, cabe esperar un coche terriblemente estable y dinámico, a la vez que muy poderoso en sus prestaciones.Para crear el Vantage, en Aston Martin han tirado de la imaginería propia de la firma, con un frontal que es marca de la casa sin discusiones. Largo y afilado, el morro deja claro que estamos ante un deportivo de Aston Martin, una impresión corroborada por la rotunda zaga y el airoso techo típicamente coupé. Henrik Fisker, director de Diseño de Aston Martin, ha dibujado un coche de líneas básicas y elegantes, llenas de fuerza y emotividad.
Es el segundo coche del fabricante que se construye siguiendo el sistema de diseño que denominan VH (vertical, horizontal), que supone que varios modelos de la firma compartan piezas. En este caso, el V8 Vantage hereda un importante número de componentes de los Vanquish y DB9, sobre todo en la configuración del chasis, construido en aluminio y otros materiales muy avanzados y ligeros.
Montado a mano en la moderna fábrica de Gaydon, en el Reino Unido, el Vantage disfrutará de uno de los interiores más elegantes y bellos que haya producido nunca Aston Martin.
El biplaza dispone de asientos y volante netamente deportivos y, como suele ser habitual, el interior va enteramente cubierto de cuero de la mejor calidad. Los remates, en un muy “racing" aluminio. Pero esto es sólo una muestra: en Aston Martin dicen que las posibilidades de combinaciones de tapicería y colores de la carrocería son “infinitas".
